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Acción de OHL cae 24% tras baja de calificación de Moody's a bono basura

Tres problemas se alinean en contra de OHL. Los endebles resultados del primer semestre, que reflejan una caída del 94,3% de su beneficio, las dudas sobre su deuda sembrados ayer Moody’s, que hundió su calificación en el bono basura, y los eventuales problemas legales que se ciernen en torno a 19 proyectos por alrededor de 630 millones de euros, importe que supone el 13% de su cartera de pedidos total. Además de los duros golpes recibidos tras verse involucrados en el escándalo de corrupción brasileño de Petrobras, a través de su filial mexicana.

Según explicó la empresa en una conferencia con analistas, la compañía presidida por Juan Villar-Mir apunta hacia tres macroproyectos. El primero, el hospital de Montreal, para el que la compañía ya ha reservado unas provisiones de 102,2 millones de euros para posibles pérdidas. Segundo, el hospital de Qatar, por diferencias con respecto a la gestión de los pagos, además de existir un desacuerdo en la celeridad de las obras. El metro de Qatar es otra de las obras en curso en que OHL tiene problemas de cobro, pero “que ya está en negociación”, según fuentes próximas a la compañía.

En este contexto, el plan de recompra de acciones dado a conocer el martes por la empresa, por el 3% de su capital social, no ha surtido el efecto esperado. Los títulos de OHL cerraron la sesión de ayer con una caída del 24,08% hasta los 2,10 euros por título frente a los 2,77 euros a los que cerró el martes. Se trata de la mayor caída que ha sufrido la empresa en su historia bursátil.

La caída se produjo luego de que Moody’s rebajara la nota que tiene asignada al grupo de construcción y servicios para hundirlo en el bono basura, desde B2 hasta B3. No obstante, la nota se encuentra a tres escalones por encima del “impago inminente”, que comienza en Caa3, según la nomenclatura de Moody’s.

Además, la agencia de calificación dejó abierta la puerta a eventuales nuevas rebajas del rating, al colocar a la compañía en perspectiva negativa.

Moody’s apunta con el dedo a la participación de casi el 7% que OHL todavía mantiene en Abertis, valorada en unos 950 millones. El pasado junio, la compañía ya hizo caja por ese mismo porcentaje en el grupo de autopistas que preside Salvador Alemany, por el que ingresó 815 millones de euros y obtuvo una plusvalía de 110 millones de euros.

Fitch, que también evalúa el rating de la compañía, todavía no ha tomado ninguna decisión sobre su nota, de BB-, tres escalones por encima de la asignada por Moody’s. OHL comenzó la semana con un desplome de casi el 10% en la rueda, y continuó el martes con una caída del 7,4% .Así, sumando la caída de ayer, en las últimas cinco sesiones la compañía acumula una pérdida de 42% en la bolsa.

Desde la compañía admiten que los últimos resultados están lastrando los títulos de OHL y comentan que el desplome es una respuesta a un ataque bajista de hedge funds.

El grupo constructor consiguió en octubre del año pasado 1.000 millones de euros en un aumento de capital, cuando vendió 199 millones de acciones a un precio de 5,02 euros. Ayer, los títulos bajaron a 2,109 euros, sus mínimos desde el octubre de 2003. La compañía ha perdido el 50% de su capitalización desde los 1.267 millones de euros que valía el 13 de junio, ayer cerró en 630 millones de euros.

El “vía crucis”

Tras las acusaciones de corrupción en México -que finalizaron como infracciones administrativas y multas por 3,6 millones de euros-, y las dudas sobre su rentabilidad futura, que causaron alarma entre los analistas, la firma vive un vía crucis.

La cotización de OHL está a años luz del máximo histórico de 19,7 euros por acción que alcanzó el 19 de junio de 2014.

Por su parte, la deuda bruta de la empresa ascendía a cierre de junio a 5.410 millones de euros, de los que 1.431 millones están garantizados por la matriz. Moody’s explica que, incluso asumiendo que OHL reduce el pasivo total en 200 millones de euros a fines de 2016 y que logra que su Ebitda con recurso (el consolidado menos el que procede de las concesiones) se acerque al de 2015 -cuando logró 145 millones de euros-, su ratio de endeudamiento quedaría ampliamente por encima de las 8 veces, lo que no justificaría ni siquiera su calificación actual de B3. La deuda cotizada de OHL sufre desde el inicio de la semana fuertes presiones bajistas. La firma dispone de tres emisiones por un total de 950 millones de euros, que han sufrido una avalancha de ventas. Los precios de los bonos se han hundido, lo que ha disparado sus rentabilidades a entre el 15% del que vence en 2023 y el 18% del que expira en 2020.

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