Un acuerdo por US$49.000 millones fue al que ayer llegaron la italiana Luxottica -dueña de Rayban y Oakley- y la francesa Essilor -la fabricante más grande de lentes oftálmicos del mundo- para fusionarse y crear una potencia en la industria de ópticas a nivel global, con ingresos potenciales que superarían los 15.000 millones de euros (equivalente a unos US$15.891 millones) luego de la adquisición que haría la francesa.

Tras el anuncio, las acciones de ambas compañías se dispararon: los títulos de Essilor cerraron con un alza de 11,85% hasta los 114,2 euros, mientras que Luxottica terminó con un incremento de 8,25% hasta los 53,65 euros.

¿Cómo se explica la escalada de los papeles? La fusión no seríacomo cualquier otra: sería uno de los más grandes pactos empresariales que realizan distintos países europeos, donde la firma francesa y la italiana representarían a los actores más importantes de su rubro.

De hecho, ambas compañías hasta ahora habían enfrentado dificultades por una desaceleración en el crecimiento de sus ventas debido a una mayor debilidad en América del Norte. Sin embargo, en el mediano plazo ahora las firmas proyectan impulsar su ganancia operativa hasta en 600 millones de euros (unos US$635 millones), de acuerdo a lo que señalaron.