Arturo Cifuentes: "Chile se jodió por los próximos 10 años. (...) El daño que este Gobierno le ha hecho a la economía es muy grande"
Arturo Cifuentes no pierde el humor durante toda la entrevista, pero lo que dice está lejos de ser para la risa. Su juicio sobre lo que acontece en el país y el efecto que las políticas del actual Gobierno han tenido es lapidario, y recurre a la Divina Comedia para graficarlo: “En medio del camino al desarrollo, Chile se extravió por selva oscura”, parafrasea del comienzo de la obra de Dante Alighieri.
Cifuentes -director académico del Centro de Regulación y Estabilidad Macrofinanciera (CREM) de la Universidad de Chile- alcanzó notoriedad por la crisis subprime de 2007-2008, contexto en el cual fue invitado a declarar dos veces por el Senado norteamericano en su calidad de experto en finanzas, siendo el único chileno en esa calidad. Es ingeniero civil y pasó 30 años en EEUU, para volver en 2010 a Chile. Una vez reinstalado en el país, el segundo episodio que lo tuvo como titular en la prensa fue su oposición a la idea que surgió en el Ejecutivo el año pasado, de evaluar el utilizar recursos de los fondos soberanos para capitalizar Codelco. El era el presidente del Comité Financiero que asesora a Hacienda en la política de inversión de dichos fondos y fue removido debido a sus comentarios por el entonces titular de la cartera, Alberto Arenas, el que recurrió a modificar el reglamento de tal instancia para poder sacarlo, ante la negativa inicial de la Contraloría.
¿Cuál es su visión del estado actual de Chile y de su economía?
Primero quiero dar un background, porque siempre que uno hace un juicio se puede interpretar políticamente. Yo me considero un liberal en el sentido clásico del término, voté por Andrés Velasco y por tanto no soy una persona de derecha. Aclarado lo anterior, yo creo que Chile se jodió por los próximos 10 años. Puede que algo se arregle, pero lo que pasó con este Gobierno es extraordinariamente grave.
¿A qué se refiere con “extraordinariamente grave”?
A que el daño que este Gobierno le ha hecho a la economía chilena es muy grande. Parafraseando la Divina Comedia de Dante se podría decir que “en medio del camino al desarrollo, Chile se extravió por selva oscura”. Aquí llegó un Gobierno de gente muy mediocre en puestos clave y muy mal preparada, con cosas muy improvisadas y trató de hacer muchas reformas al mismo tiempo y eran todas malas. La reforma laboral es mala, la educacional es mala, la tributaria es mala y la idea de cambiar la Constitución también es mala. La Constitución de la época de la dictadura se ha ido cambiando y la que Chile tiene hoy es una Constitución muy distinta a la original de Pinochet. Entonces, uno la puede modificar en ese contexto, pero no es que haya que hacer una Asamblea. Además, todas las reformas que este Gobierno ha impulsado, junto con ser malas conceptualmente, han estado mal implementadas, lo que le agrega una dimensión extra al tema.
¿Pero al menos se partió de un diagnóstico correcto en cuanto a que el gran tema a combatir era la desigualdad?
No, yo creo que el diagnóstico fue errado, las ideas eran malas y la ejecución fue peor. Lo que Chile logró desde la época de la dictadura militar hasta hace dos años, en términos de progreso, es extraordinario. Si uno compara cuál era el ingreso que tenía Chile como proporción al de EEUU hace 25 años y el de ahora, el avance es increíble. No hay ningún país en América Latina que haya logrado eso. Entonces Chile estaba bien posicionado para haber llegado a ser un país desarrollado en el grupo de más abajo en una década. Chile tenía todas las condiciones: es democrático, tiene un Banco Central que funciona bien, tenía unos ministros de Hacienda que eran un lujo. ¿Y qué pasó? Que vino un grupo de mediocres a cambiarlo todo, con unas ideas trasnochadas, porque según ellos estaba todo como la mona.
No obstante, ese diagnóstico partió de un malestar ciudadano, con el tema de la educación.
Chile no era un país perfecto y por cierto que había muchas cosas para arreglar. Por ejemplo, en educación había muchas cosas que hacer, pero desafortunadamente ninguna de las que este Gobierno está haciendo son relevantes. Además la desigualdad es un tema bien complicado porque de qué desigualdad estamos hablando…
De la de oportunidades y que eso no esté determinado por el origen de las personas.
Si ese es el caso, yo lo comparto, pero ahí lo que uno debiera hacer es fortalecer y poner todos los recursos en la educación más básica, porque si uno llega a los 15 años con una mala base ya se perdió. Pero frente a eso, la política de gratuidad para todos en la universidad es una lesera.
¿Y por qué las medidas y políticas del Gobierno han afectado tanto a la economía?
Primero porque son malas y segundo porque hay incertidumbre. Los mercados financieros son bien interesantes; cuando hay una mala noticia la asumen rápidamente. Pero cuando se tiene una mala idea e incertidumbre sobre la implementación es lo peor, porque no se sabe qué hacer. Por ejemplo, en su primer gobierno Clinton -en EEUU- hizo una reforma tributaria, pero la economía siguió creciendo. Y esto por qué, porque fue algo acotado, le subió el impuesto a las empresas de 34% a 35% y también los dos tramos más altos del impuesto personal. Esa fue la discusión, ya que el sistema siguió siendo el mismo. Acá, en cambio, hubo un despelote que nadie sabe qué se está haciendo. Hay dos sistemas tributarios, han salido 50 circulares aclarando el enredo. Y en educación se está discutiendo esto de gobiernos triestamentarios en las universidades, lo que es un disparate. Si uno mira las 50 mejores universidades del mundo, no hay ninguna que tenga ese tipo de gobierno. Otra cosa curiosa: este Gobierno busca combatir la desigualdad, pero en la reforma laboral uno de los puntos es que si el sindicato negocia algo esos beneficios no pueden extenderse al resto sin su ok. Bueno, ¿eso crea o no una desigualdad? Y lo de la implementación gradual es una tontera con patas, porque si la idea es mala afecta igual.
¿Cree que por atacar la desigualdad se descuidó el crecimiento del país?
El crecimiento económico es lo que le ayuda a todo el mundo. El modelo chileno no digo que haya sido perfecto, pero la gente que llegó a cambiarlo era absolutamente mediocre, con malas ideas. Peñailillo y Arenas fueron el binomio más espantoso que ha tenido Chile en los últimos 30 años.
¿Como cabezas de los equipos político y económico?
Claro, el daño que esas dos personas le hicieron a Chile yo creo que es irreparable. Cuando vino la crisis subprime en EEUU se produjo una confusión y a los 6-12 meses las autoridades terminaron de entender lo que había sucedido y lo que había que hacer. Adoptaron la política correcta de bajar las tasas, del relajo cuantitativo y hoy EEUU es la única economía del mundo que está andando bien y está saliendo adelante. Se demoró del orden de 8 años y fue una crisis en un sector de la economía. Chile durante 2 años ha arruinado todo y ni siquiera se están tomando las medidas para arreglar las cosas. Entonces imagínese, cuánto se va a demorar Chile en recuperarse, en volver a donde estaba.
Pero en el oficialismo rebaten que parte importante de la desaceleración responde a factores externos.
Eso es lo peor. A todo el cuadro interno que le describí, uno le agrega que China va a estar como la mona por los próximos 10 años y que Europa tiene un problema político y económico espantoso. Entonces, era el peor momento para haber hecho todo esto.
¿Y por qué personaliza el mal actuar del Gobierno en Peñailillo y Arenas?
No, en tres personas. Bachelet es la Presidenta, ella es la culpable. Y Arenas y Peñailillo fueron durante un año y medio los ejecutores, y le ocasionaron un daño extraordinario a Chile que le va a costar 10 años en recuperarse.
En el caso de la Presidenta, ¿está equivocada en la mirada que tiene del país?
Sí, totalmente. Hizo un diagnóstico incorrecto y las ideas que tenía eran muy malas. Era cuestión de leer el programa.
Pero hizo un cambio de gabinete profundo hace casi 5 meses, ¿eso no fue una mejoría?
A Rodrigo Valdés lo conocí en Nueva York y tengo una excelente impresión de él. Es un profesional honesto y muy bien preparado, pero el problema es que el programa de Bachelet es pésimo, entonces está atrapado un poco en un callejón sin salida.
¿No ve entonces alguna posibilidad que el Gobierno modifique el rumbo?
No veo ningún indicio. Además Bachelet sigue creyendo en esas cosas y ha habido unas intervenciones extraordinarias, como la de un ministro que hace declaraciones diciendo que lo ha hecho mal, que se da cuenta que estaba todo como la mona, pero ese gallo sigue haciendo la pega. Es surrealista.
¿Está hablando de Nicolas Eyzaguirre?
No vamos a poner nombres, pero yo digo por qué no renuncia y se va a su casa señor. Hay que asumir los costos del mea culpa. Un mea culpa, sin hacerse a un lado, no sirve para nada.
Crecimiento entre 2% y 2,5%
¿Qué significa en términos de crecimiento el “Chile se jodió por los próximos 10 años”?
La tragedia es que Chile tenía todos los elementos para lograr un ingreso de país desarrollado en una década y ahora todo eso se echó por la borda. Yo creo en que los próximos 10 años irá a crecer a un promedio, en el mejor de los casos, de entre 2% y 2,5%.
¿Y qué representa para el bienestar del país crecer a ese ritmo, versus hacerlo a 4% ó 4,5%?
Es una merma colectiva. Todas las aspiraciones económicas y sociales quedan postergadas. Al final el crecimiento económico es el factor que contribuye más al bienestar, a disminuir la desigualdad y a que la gente tenga más oportunidades. Al haber menos crecimiento vamos a pagar el pato todos, es tan simple como eso. El crecimiento económico es como el sueldo que tiene el país. Este Gobierno le hizo un daño permanente a todos los chilenos.
Al respecto, también se argumenta que toda América Latina está debilitada y que es cosa de mirar cómo les está yendo a Brasil, Perú y otros.
Hace 10 o 5 años todo el mundo en Chile se comparaba con Singapur, Corea del Sur, Portugal. Esos eran los referentes. En los últimos años todas las comparaciones de la gente del Gobierno son con Brasil y con Argentina. Pero esos no pueden ser los parámetros. Estarse comparando con ellos es de una mediocridad tremenda.
¿Eso quiere decir que tras años de diferenciarnos, ahora estamos siendo recapturados por la región?
No, es peor que eso, nos reasimilamos a la región. Chile hizo un esfuerzo autogestado por reinsertarse en Latinoamérica, lo que es doblemente trágico. Es como un autogol.
¿Y para que el mal período que predice sean 10 años y no más, el próximo Gobierno debe partir por desandar el camino?
Claro. El escenario sería que este Gobierno no hace nada durante los dos años que le quedan, por incompetencia o imposibilidad. Luego vendría otro Gobierno que podría tratar de arreglar algunas cosas. Pero también hay riesgo de que salga un populista, lo cual sería un desastre. Después habría un tercer Gobierno que tendría que retomar la senda. Es decir, son diez años.
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