La apuesat es mantener vivo el rubro ferretero, “el más noble del mundo”, según el gerente general de Chilemat, Hernán Cornú.

Desde 2005, la compañía no ha parado de crecer y hoy, pese a la desaceleración económica, mantienen un ritmo de crecimiento de sus ventas de 15%, mientras que el resto del segmento lo hace a la mitad.

“La industria en general está de dulce y agraz. La diferencia de por qué crece un sector y no el otro es el enfoque. El mercado ferretero se desenvuelve más en la reparación y construcción de viviendas económicas. El sector de grandes superficies (como Easy o Sodimac) ataca muy fuerte la venta de volumen y el sector inmobiliario y eso está en baja. Cuando hay una crisis, en vez de comprar una casa la gente se va a la de los padres o lo suegros y se hacen una casita adentro en el terreno, eso no cae en los locales de grandes superficies, cae en las ferreterías”, explica Cornú.

De todas maneras dice que el sector completo está viviendo “al día” y no con una estrategia de largo plazo como en años anteriores. “Hace 10 años uno proyectaba su quehacer a 5 ó 10 años, pero hoy día es un desastre, no puedes proyectar a nada porque no sabes qué va a pasar el próximo año, se puede contraer y te fuiste al diablo con tus proyecciones. Eso no puede ser bueno”, señala.

La razón principal de esta inestabilidad tiene que ver, a juicio de Cornú, con la falta de políticas sólidas que permitan “mirar” a largo plazo.

“La reforma tributaria complicó, la laboral va a complicar, que de eso no quepa duda. Todos están esperando a ver qué va a pasar. La gente dice ‘prepárate’, prepárate de qué, ¿de tomar las precauciones de cerrar el negocio?”, detalla.

Dice que hace poco se reunieron con cerca de 400 proveedores y que de ellos el 80% sólo apuesta por mantenerse los próximos meses.

Pese a lo anterior, el ejecutivo que acumula más de 38 años en el rubro mantiene el optimismo. “Quiero seguir soñando que esto se va a mantener, que vamos a terminar (creciendo) a dos dígitos el 2016”.

Por eso sus planes son ambiciosos. Este año van a invertir en un nuevo centro de distribución de 4 hectáreas en la zona sur de Santiago, porque el actual -de 12 mil m2, que construyeron en 2005, teniendo solo 40 socios-, “nos quedó chico”.

Defiende que esta misma mirada podría aplicarse en otras industrias. “La estrategia nuestra es modernizarnos, capacitar, no solo vender en el mesón, salir a atender volumen, ir a buscar los clientes. Eso es innovación y nos ha ido bien”, dice.

Agrega que el país debe retomar el crecimiento. “Echo de menos cómo guiar a los empresarios a que haya más transparencia, que cumplan. Muchos reclamamos contra una idea política, pero cuánto hacemos para que eso no ocurra, cuánto cumplimos”.

Dice que los casos de corrupción han afectado porque son un “pésimo ejemplo para la gente necesitada que está mirando. Las marcas y los logos son solo eso. Lo más importante es el recurso humano”.