En ciertos días del año, los pasillos de las oficinas de Philips en Argentina se iluminan con una tenue y cálida luz anaranjada. Esto tiene dos objetivos. Por un lado, les avisa a todos los empleados que viene una visita de altos ejecutivos desde Holanda (país de origen de esta compañía) y además, los holandeses recién llegados se sienten a gusto, al ver el color característico de su bandera.

Esta anécdota es parte de una serie de tecnologías que cada vez crecen más en el mundo, orientadas a la utilización de la iluminación para mejorar los ambientes de trabajo, la productividad y el clima laboral. Pero además, hoy se le agrega un factor adicional: la eficiencia energética. Obviamente lo de Philips es un ejemplo bastante sofisticado, tomando en cuenta que ellos son proveedores de este tipo de tecnología. Pero estas prácticas, servicios y tecnologías puede implementarse perfectamente en cualquier oficina.

Según  José Ignacio Forteza, gerente comercial de Inmobiliaria Vertical, “a través de la iluminación, la calidad del aire, los espacios y la tecnología, las oficinas se transforman en lugares de trabajo agradables. Este entorno baja los niveles de estrés, fomentando el bienestar, el rendimiento, la creatividad y la disposición del trabajador dentro de su lugar de trabajo”, dice Forteza.

Temperatura ideal

Se estima que un 24% de los accidentes laborales a nivel mundial tienen que ver con una mala iluminación, principalmente caídas (75%)

Si hilamos más fino, la melatonina es una hormona que aumenta su nivel de segregación cuando disminuye la luz solar, preparado el cuerpo para el sueño. Si un trabajador está lejos de una ventana con luz natural, su metabolismo se ve afectado, produciendo problemas en su ciclo de sueño. Acto seguido, baja la productividad  o incluso, se pueden alterar las relaciones interpersonales entre los miembros de una oficina.

“Lo que hacemos es trabajar con las temperaturas de color. Con las luces cálidas, los colaboradores bajan su estado de concentración, por lo que son ideales para los horarios de salida. En cambio, una luz fría los mantiene atentos. Es lo que se debería usar para una reunión importante”, explica Claudio Durán, gerente de productos profesionales de Philips Chile.

Esta tecnología es lo que se denomina “temperatura dinámica”. En otras palabras, son sistemas inteligentes que programan el color, intensidad y temperatura de la iluminación según una serie de parámetros pre definidos. “Lo interesante es que puedes separar cada espacio de una oficina e iluminarlos de forma independiente, como salas de reuniones, pasillos o puestos de trabajo. Incluso, se pueden modificar según fechas especiales de la compañía”, agrega Durán.

Eficiencia

Pero una correcta iluminación no sólo es importante para una mejora del clima laboral. También es clave que sea eficiente. Alrededor del 19% del consumo energético en el mundo es sólo para iluminación. En una oficina, el gasto de luz puede llegar al 40% del total de la energía.

Según estudios de Philips, cuando se pasa de artefactos fluorescentes a iluminación led en una oficina tradicional, el ahorro energético fluctúa entre un 30% y 40%.

Pero la luz no sólo tiene relación con una tecnología específica. Tiene que ver con la forma en que están diseñados los edificios y oficinas para aprovechar al máximo el sol y de esta forma, ser aún más eficientes. Incluso, la iluminación es parte de un concepto mayor aún que tiene que ver con edificaciones sustentables. Y la vara para medirlos es la certificación LEED (Ver recuadro)

El Edificio Transocéanica, ubicado en la comuna de Vitacura, es uno de los pioneros en Chile en este ámbito y el primero en lograr la categoría LEED Gold. Por medio de varios sistemas de ahorro, geotermia y eficiencia energética, esta construcción logra consumir entre un quinto y un sexto de la energía que demanda un edificio tradicional.

Con respecto a la iluminación, posee un sistema de “claraboyas solares”, una especie de tubos por cuyo interior se transmite la luz solar, la cual se lleva a diversas partes del edificio. Algo así como la transmisión de luz por fibra óptica. Además, utiliza un sistema que optimiza la luz. Si ésta aumenta en el exterior, automáticamente se apagan las luces en el interior.

Otro ejemplo es el recientemente inaugurado edificio “Beauchef 851”, perteneciente a la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile (FCFM), que se está transformando también en un ícono sustentable de Santiago.

Según Felipe Álvarez, vicedecano y director de Ingeniería 2030 de la FCFM, el Sistema de Control de Iluminación del edificio, presenta diversas ventajas para el ahorro energético.  Por ejemplo, incorpora “ballast” digitales “dimeables” en las luminarias fluorescentes, lo que las hace operar entre 0%y 100% de su potencia.

“Por otro lado, el sistema detecta la presencia de personas y según eso regulará el nivel de iluminación o apagará las luminarias automáticamente. Cada recinto privado cuenta con un sensor de presencia de manera de activar la luz sólo cuando se encuentre ocupado”, detalla Álvarez.

Pero la clave para lograr una iluminación eficiente, según Forteza, es pensar en la arquitectura desde el comienzo, como es el caso del  Edificio Live Costanera, otro que entra en la categoría de sustentable.

“En un proyecto, tuvimos que resolver la iluminación de un piso -1 de 1.600m2. Hicimos una serie de diseños para que entrara luz, con espacios verdes e iluminación eficiente. La gente va y no se da cuenta que estamos en un nivel bajo el primer piso”, comenta Forteza.