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Distribución de ingresos retoma senda que se perdió en 2009

La encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional, Casen 2011, vovió a mostrar cifras alentadoras para el país, y sobre todo para el gobierno, que atribuyó la reducción de la brecha de distribución de ingresos, entre la población más pobre y más rica, a las políticas sociales. A la disminución de la pobreza, que pasó de 15,1% en 2009 a 14,4%, ahora se suma que la distribución de ingresos tanto autónomos (netos) como monetarios (incluye subsidios), mostraron una diferencia menor entre los deciles 1 (más pobre) y el 10 (más rico). De esta manera, haciendo la comparación entre el 10% más pobre de la población y el 10% más rico, la diferencia en el ingreso monetario pasó de 25,9 veces en 2009 a 22,6 en la última medición, convirtiéndose en la mejor cifra desde 1987, cuando se comenzó a medir la pobreza en Chile. Esta baja en la desigualdad de ingresos, también se traduce en las entradas autónomas, donde la diferencia entre los más pobres y más ricos se modificó de las 46 veces a las 35,6. Otro dato que muestra la reducción en la brecha es el coeficiente Gini, con el que se mide el grado de igualdad o desigualdad de un país. Mientras más cerca del 1, existe extrema desigualdad, en tanto más próximo al cero, significa que la nación es totalmente igualitaria en ingresos. En esta última Casen este indicador, en los ingresos autónomos, pasó de 0,55 a los 0,54, y en los ingresos monetarios de 0,53a 0,52. Todos estos datos muestran que la distribución del ingreso en Chile ha retomado la senda que se perdió en 2009, cuando la crisis económica global golpeó al país, llevando las cifras de desempleo al 11,9%. A pesar de que estos datos son positivos en cuanto al desafío del gobierno de superar la extrema pobreza en 2014, Chile continúa muy lejos respecto a la distribución de ingresos de los países de la OCDE, ubicándose en el último lugar, y posicionándose en el puesto número 11 entre las naciones de América Latina.

Soledad Arellano, subsecretaria del MDS: "Los indicadores monetarios son los mejores desde que tenemos registro"

“En el fondo los datos que tenemos son consistentes con la disminución de la pobreza. Pero debemos tener claro que no necesariamente cuando la pobreza disminuye la desigualdad mejora”, afirmó la subsecretaria de Desarrollo Social, Soledad Arellano, en entrevista con Radio Duna.

A su juicio, las últimas cifras de la Casen arrojan una mejoría en todos los indicadores de desigualdad. “Y eso se debe a que las alzas en los ingresos de los deciles y los quintiles más pobres aumentaron proporcionalmente más que lo que lo hicieron los ingresos de los grupos más ricos”, precisó.

La diferencia entre los ingresos autónomos del 10% más rico y el 10% más pobre baja de 46 a 35,6 veces, ¿son los que provienen del trabajo?  
Efectivamente, aquí dentro de los primeros deciles los ingresos autónomos son principalmente ingresos del trabajo, en los deciles de mayor ingreso autónomo también se incluyen las rentas del capital, dividendos, y otros tipos de pagos que no son importantes en los grupos de menores ingresos.

¿Es la baja más importante?  
En el caso de los ingresos autónomos hay una caída importante, pero no son los indicadores más bajos históricamente porque 2006, 1992 y 1990 tienen indicadores más bajos. Donde la caída es la más importante y donde estamos con los mejores indicadores es en los ingresos monetarios, donde la brecha entre el 10% más rico versus el 10% más pobre -incluyendo los subsidios, la PBS, la asignación social, etc.- se reduce desde 25,9 a 22,6, y ese indicador es el más bajo desde que tenemos registro, lo mismo que en el indicador del 20 20 de Gini.Todos los indicadores del ingreso monetario son los mejores desde que tenemos registro.

¿Eso tiene que ver con el rol de los subsidios?
Son dos temas. En el primer decil, por ejemplo, tenemos que los ingresos autónomos del hogar aumentaron 25%, que es un incremento muy importante respecto de lo que subió en el resto de la población. Además, tengo información de que el ingreso de la ocupación principal del hogar aumentó 17%, también muy por encima de lo que creció en otros deciles. Tenemos indicadores parecidos en el empleo, el número de personas que trabajan por hogar; todos los indicadores que tienen que ver al final con cuánto es lo que el hogar genera autónomamente mejoró y eso es lo que explica la caída en los indicadores de ingresos autónomos. Si a eso le sumas el efecto de los subsidio y, especialmente, de la focalización de los subsidios que están muy concentrados en los primeros dos deciles, eso explica que la caída en los ingresos monetarios sea todavía mayor.

El coeficiente de Gini también bajó.
Para los ingresos autónomos bajó a 0,54 y en los monetarios a 0,52. También el Gini de los ingresos monetarios es el mejor de los que tenemos registro. El indicador de Gini es un coeficiente bien difícil de interpretar, porque no es como el 10-10 en que puedes decir los ingresos del 10% más rico y compararlos con el 10% más pobre, pero es importante tener presente que en el indicador de Gini mientras más se acerque al cero es más igualitaria la distribución del ingreso en el país y aquí tenemos una caída en ingresos autónomos y monetarios.

¿Se puede seguir bajando la brecha entre los más ricos y los más pobres? ¿El termómetro que se usó esta vez, es el mismo de la Casen 2009?
Es el mismo termómetro que se ha ocupado siempre. No hay ninguna diferencia en el análisis de la metodología, absolutamente nada. Y sí se puede seguir bajando y tenemos que seguir haciéndolo. Al final aquí hay un tema moral, como dijo el presidente 'estamos muy contentos de que los indicadores de desigualdad haya bajado, pero no podemos contentarnos con que el 10% más rico tenga ingresos que son 35 veces el ingreso más pobre'.

Estas cifras, ¿se pueden interpretar como una recuperación del terreno que se perdió por una coyuntura particular (crisis) y el alza del desempleo? ¿Podría ser 2009 una mancha en el camino que se venía recorriendo?  
Esperamos que el 2009 quede como una mancha, y lo mismo esperamos que pase con la pobreza, que recuperemos la senda de mejora de reducción de la pobreza y mejora en los indicadores de desigualdad. Lo que sí es importante es que tanto en 2009 como en 2011 teníamos el problema del precio de los alimentos y la diferencia entre un caso y otro es que aquí hubo una recuperación del empleo muy importante.

Y también un crecimiento más alto.  
Claro, en el fondo todo lo que es empleo y lo que es efecto en los salarios, porque tenemos dos efectos: por un lado, hay más personas trabajando y, además, esas personas están teniendo salarios mayores.

Rodrigo Castro, decano FEN de la Universidad del desarrollo:  "Sin igualdad de oportunidades, no hay igualdad de ingresos"

El economista y decano de la Facultad de Economía y Negocios de la UDD, Rodrigo Castro, sostiene que es mucho mejor enfocarse en impulsar la igualdad de oportunidades, que en las ayudas asistencialistas. Respecto a la encuesta Casen, valora las cifras reveladas por el gobierno, que muestran un acortamiento en la brecha de la desigualdad.

¿Cómo evalúa la caída de la brecha de desigualdad que informó la Encuesta Casen?  
Es un cambio muy significativo, porque si bien el índice de Gini disminuyó de 0,55 a 0,54 en el ingreso autónomo, eso está fuera del error de muestra. Además, está la caída en la medición del 10%, que también es muy relevante. Se va por buen camino.

¿Se puede medir la desigualdad también a través de otros parámetros, como falta de oportunidades?  
Efectivamente hay otras medidas aparte de la de ingresos para la desigualdad, que sin duda son complementarias, como el acceso a la educación , donde uno puede observar el promedio que obtiene el 10% más rico en pruebas estandarizadas, como el Simce, respecto a los más pobres. Así se mide la igualdad de oportunidades y si la cancha está nivelada o no.

¿Está nivelada?  
Hemos ido avanzando en el último tiempo en lo que se refiere a mayor igualdad de oportunidades. Por ejemplo, si observamos cuántas personas accedían a la educación superior en los años 80 respecto a las que lo hacen hoy, eso se ha multiplicado por muchas veces. Ahora, hay otras discusiones respecto a la calidad y precios, pero lo importante es que mucha más gente está accediendo a la educación superior y eso es un cambio sustantivo. Lo mismo ocurre con los niveles de cobertura de la educación media donde nos acercamos al 100%.

En ese sentido... ¿qué medición de desigualdad es más relevante, la de ingresos o por oportunidades?  
No es que una sea más o menos relevante respecto de la otra, sino que es un complemento. Pero sí hay que enfatizar que sin igualdad de oportunidades, no hay igualdad de ingresos. Es muy difícil que haya menor desigualdad. De hecho, ningún país tiene un índice igual a 0, ni siquiera economías como la soviética o la cubana pueden tener un modelo donde todos ganen el PIB per cápita promedio de la nación en cuestión. La igualdad de oportunidades es la que finalmente repercute en la desigualdad de ingresos.

¿Qué políticas públicas se deben profundizar para avanzar en este tema?  
Todos los llamados mínimos sociales, vinculados a bienes e intangibles, y se refiere tanto a la calidad como al acceso, pasando por educación, salud, vivienda, transporte, entre otros. En ese sentido, sin duda que es mejor enfocarse en el acceso a la educación para aumentar el nivel de ingresos, que ayudar en forma asistencialista. Al final del día, las oportunidades son multidimensionales, ya que son muchos los factores que inciden en la cancha en que se compite.

¿Debería haber un cambio en la medición de la desigualdad en la Casen?  
Un elememento adicional y mejor a los anteriores para medir el impacto de las políticas públicas, es la movilidad social, que es el ascensor y mide si una persona está determinada o no por la cuna donde nació. La Casen no mide aquello porque es una foto, no encuestan a las mismas personas. Sin embargo, en esta sección la encuesta sí tiene información buena y de todo tipo, mucho más completa que antes.

Han habido críticas a la medición...  
Sí, pero más en lo que se refiere a la línea de la pobreza, pero eso es otro tema. El coeficiente de Gini, por ejemplo, es una medida internacional, no hay nada que actualizar.

Daniel Hojman, economista de la U. de Chile: Chile está al debe en desigualdad y oportunidades

Para Daniel Hojman, economista de la Universidad de Chile, nuestro país está al debe en todo. Tanto en las oportunidades como en la desigualdad de ingresos, a pesar de la baja que mostró la encuesta Casen, la que llamó a leer con cautela dado que aún no se entregan todos los datos.

¿Cuál es su apreciación respecto a los resultados de distribución de ingresos de la Casen 2011?  
Primero, hay que decir que cualquier apreciación de los resultados de la Casen es muy preliminar, porque para entender las razones que explicarían los cambios hay que tener acceso a la encuesta. Segundo, es evidente que es bueno que se haya bajado la pobreza y que haya caído la brecha de los ingresos autónomos con respecto al 2009. Sin embargo, el 2009 fue un año anómalo, con una base de comparación engañosa. Las cifras del 2009 reflejan el impacto de una crisis, la mayor desde la gran represión. Tercero, la pobreza en 2011 es mayor que la del 2006 (14,4 versus 13,9). Asimismo, la brecha de los ingresos autónomos entre el decil más rico y el decil más pobre el 2011 es más alta que el 2006. En 2006 el ingreso del decil más rico era 31,3 veces mayor que el del decil más pobre, esta medición es 35,6 veces. Por lo que en definitiva, los resultados reflejan lo duro que le pegó la crisis del 2009 a los más pobres, hay indicadores de pobreza y desigualdad que son peores que los 2006 a pesar de que la economía creció un 21% en ese período. Esto sugiere interpretar los datos con cautela.

¿Es el empleo y la política de subsidios lo que generó esta menor brecha?  
Los resultados preliminares sugieren que la política de subsidios sigue mostrando un impacto importante. Si bien la brecha de los ingresos autónomos entre los más ricos y pobres no mejoró respecto al 2006, una vez que tomamos en cuenta las transferencias del Estado a los más pobres, la brecha se reduce al nivel más bajo desde que se aplica la Casen. Es claro el impacto de la política social.

¿Considera que el problema de la distribución en Chile es netamente la desigualdad, o la falta de oportunidades?  
Hay muchos factores que impactan la desigualdad del ingreso o consumo, desde diferencias en oportunidades en acceso a la educación, salud, cultura, conexiones sociales y otras oportunidades que dependen más del origen social, pasando por la política tributaria, hasta la regulación del mercado laboral. Si Chile tiene como objetivo reducir la desigualdad ya sea del ingreso o de oportunidades, estamos al debe en todo. Esto incluye acelerar una reforma educacional integral y una reforma tributaria que permita financiar esa y otras reformas.

Pero las cifras muestran una baja... ¿Cómo evalúa las políticas sociales del gobierno?  
En general, durante las últimas décadas han sido bien focalizadas. Un debate incipiente es si eso debiese ser así en el futuro o si debiésemos aspirar a mayor grado de universalidad o a garantías mínimas para cualquier ciudadano como ocurre con el plan AUGE en salud.

¿Considera necesario actualizar la medición de la encuesta Casen?  
Absolutamente, y en muchos sentidos, como la canasta básica que está obsoleta. Además, es bueno tener mediciones más frecuentes, pero es importante que no se conviertan en una fuente de propaganda engañosa o conflictos comunicacionales que solo aportan desinformación y desconfianza. Tampoco hay que sacar conclusiones tan definitivas sobre dinámicas de largo plazo de un año para otro. La sobre-politización de la Casen es lamentable, y francamente irresponsable.

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