El modelo europeo que miran los expertos para el aporte a salas cunas

En Chile la legislación que regula el beneficio de acceso a sala cuna data de 1917. Pero a la fecha, el artículo 203 del Código del Trabajo que establece que tendrán derecho a su uso las trabajadoras cuyas empresas cuenten con 20 o más mujeres está generando problemas, pues según cifras del gobierno el 80% de las compañías hoy sólo contrata hasta 19 mujeres.
Frente a este panorama, la ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, presentará este viernes al presidente Sebastián Piñera el proyecto de ley que modifica el artículo 203, para ingresarlo al Congreso durante octubre o a más tardar a mediados de noviembre.
Según detalló la ministra Matthei esta iniciativa contempla rebajar la cotización que hace el empleador al fondo del seguro de cesantía -que hoy asciende a 0,8%-, y generar un nuevo fondo para el beneficio de salas cunas para todos los trabajadores sin discriminar por sexo.
Además señaló que este nuevo marco legal aumentará los beneficios del seguro de cesantía: “ Vamos a bajar un poco la tasa de cotización y estableceremos esta nueva cotización para las salas cuna. Por otro lado, con el dinero que hay en el fondo, y que se va a seguir cotizando, vamos a aumentar los beneficios del seguro de cesantía”.
Sin embargo, mantener el cargo al empleador, para los expertos, podría seguir siendo un obstáculo a la contratación de mujeres. En Libertad y Desarrollo (LyD) apuestan más bien por un financiamiento compartido como ya se estipula en países europeos, es decir, con aportes del Estado y de las personas, ya que aseguran que la paternidad no sólo genera externalidades positivas para los padres, sino también para la sociedad.
Modelo Europeo de subsidio estatal
En Reino Unido y Francia operan los "bonos sala cuna", según el nivel de ingreso de los padres, y es financiado por el Estado. Algo similar ocurre en Suecia donde el 89% lo paga el Estado y el porcentaje restante la trabajadora. Para la experta de LyD, Cecilia Cifuentes, quien realizó un estudio sobre el derecho de sala cuna en Chile, este sería el mejor modelo a seguir, de un financiamiento compartido entre el Estado y el trabajador. Por ejemplo, en dichos países los bonos son operados por firmas privadas externas, que centralizan la oferta privada y pública de salas cunas, y pueden hacer un trabajo de fiscalización del cumplimiento de ciertos estándares. Uno de los principales modelos que usa LyD es el del Reino Unido, que en 1998 lanzó la Estrategia Nacional de Cuidados Infantiles, donde el aporte estatal para padres de rentas bajas y un trabajo de al menos 16 horas semanales, es de un 80% del beneficio. El uso del incentivo es bajo, porque los padres con baja renta aún deben costear el 20%.
Adaptación a la realidad chilena
En el estudio se desliza la posibilidad de adaptar el modelo europeo a Chile, con este aporte compartido, donde no se generarían los problemas que se presentaron, por ejemplo, en Reino Unido, ya que en Chile el 60% de las trabajadoras más pobres de la población, ya tienen asegurada la gratuidad del derecho a sala cuna, por medio del programa Chile Crece Contigo. En este sentido, pareciera ser mucho más razonable alcanzar el financiamiento entre padres y el Estado. En la propuesta de Cifuentes, se buscaría generar un financiamiento para los sectores medios y privado para los sectores de ingresos altos. Aproximando los costos, el estudio señala que el monto mensual por niño para sala cuna es de $150 mil al mes y considera 12 meses de asistencia. De ahí que podría realizarse un copago del 20% para el cuarto quintil y de 40% para el quinto quintil, lo que podría aumentar en un 30% el régimen de asistencia a sala cuna. y por ende, la participación de la mujer en el mercado laboral.
Por qué no el aporte desde el FCS
Según el informe de LyD, el uso de parte del Fondo de Cesantía Solidario (FCS) es inapropiado. Según datos de la S. de Pensiones, el FCS acumula a abril de 2012, US$5.500 millones, con una tendencia creciente. Sin embargo, el documento de LyD dice que esto no es sostenible en el tiempo, ya que en la medida que el total de afiliados (a marzo 7.227.620) es similar al total de ocupados -con una cobertura del 95%- se tendería a moderar el crecimiento de este fondo. Además, se considera que entre octubre de 2011 y febrero de 2012 , el seguro pagó un total de prestaciones promedio de cerca de US$42 millones, siendo el desempleo, en este lapso, muy bajo respecto a lo que se considera de tendencia. Además, LyD argumenta lo inapropiado del uso del FCS, en que el gobierno siempre apunta al seguro de cesantía en propuestas laborales, tal como en el proyecto de protección al empleo en tiempos de crisis, lo que reitera la inconveniencia de usar el fondo para financiar un beneficio permanente.
Alternativas al cuidado infantil
El estudio también plantea alternativas para el cuidado infantil en etapa temprana. Una de estas es el fuero laboral sin goce de sueldo por dos años, que se utiliza principalmente en países desarrollados, con la idea de compatibilizar la vida laboral y de familia. Además, destaca los incentivos en los lugares de trabajo, como se producen en Reino Unido. Acá desde el 2005 existen tres tipos de cuidados infantiles exentos de impuestos, tanto para el empleado como para el trabajador. Estas consisten en vales de cuidados infantiles semanales con un monto determinado para cada padre; el pago directo a un proveedor que también tiene un monto máximo por padres, pero además queda exenta de impuestos sobre los pagos del empleador a un proveedor, que puede ser una guardería, cuidador o parvulario; y por último la provisión de cuidados infantiles en el lugar de trabajo, donde el subsidio que concede el empleador queda exento de impuestos, al igual si éste ofrece un convenio a la trabajadora.
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