La disyuntiva entre tasa fija o flotante
Endeudarse a tasa fija o flotante es una decisión difícil que requiere de un acabado análisis de los pros y contras de cada alternativa. Tomar deuda a tasa fija permite conocer por adelantado el gasto por concepto de intereses y disminuye el riesgo de terminar pagando altas tasas de interés en caso de una rápida subida de la tasa. Sin embargo, el momento en el que ésta se fija es muy importante, debido a que la empresa puede quedar atada a una tasa mucho mayor a la que se podría haber enfrentado en otro periodo.
Tomar una deuda flotante tiene a su vez dos beneficios. El primero es que tomar tasas variables implica pagar en promedio menos intereses que a tasa fija. Esto es producto de una suerte de premio que el mercado está dispuesto a dar a aquellos que pueden tolerar la incertidumbre de no conocer la tasa a priori. Una segunda ventaja radica en el hecho que el movimiento de las tasas de interés está fuertemente correlacionado con el ciclo de la economía y probablemente con los ingresos de la empresa. Cuando la economía anda lenta, las tasas de interés suelen caer, permitiendo a la empresa pagar menos en el momento que las ventas empiezan a disminuir, permitiendo una mejor situación en los momentos difíciles.
La decisión de endeudarse a tasas fijas o flotantes no es una decisión de blanco o negro. Gestionar el riesgo de tasas de interés es decidir cuál es el mejor mix entre ambas alternativas, dependiendo de los proyectos o del capital de trabajo que se busca financiar. En caso de no poder tomar una deuda en la tasa requerida existen derivados financieros tales como swaps de tasas de interés los cuales permiten convertir una deuda de tasa fija a flotante y viceversa, entregando mayores herramientas de gestión para la gerencia de finanzas.
Una última arista es definir, en caso de tomar una deuda variable, cual es la tasa o índice elegido. En particular, para deuda en pesos chilenos existen dos índices de referencia comúnmente usados. El primero es la tasa TAB, que mediante una encuesta dirigida a los distintos bancos locales pretende reflejar el costo de fondos de las instituciones financieras. Esta tasa está disponible para periodos de 30, 90, 180 y 360 días en pesos, conociéndose siempre antes o en el mismo día que comienza a devengar los intereses. La segunda tasa de referencia es la tasa cámara promedio, siendo una especie de promedio geométrico de la tasa interbancaria que el Banco Central publica todos los días y cuyo pago final se conoce con unos pocos días, sino el mismo día, del pago de los intereses.
Es usual que los Bancos se inclinen por prestar más a tasa TAB que a tasa cámara pero no ocurre lo mismo en caso de que la empresa quiera a través de un swap de tasas fijar o flotar la tasa. Debido a la alta liquidez de un Swap Cámara - Peso y de la baja liquidez de un Swap TAB-Peso, es muy usual que el spread cobrado por el mercado sea muy superior en el segundo caso, lo que implica mayores costos de financiamiento para la empresa. Vale la pena mencionar que desde el año 2009 la tasa cámara ha sido más baja que las Tasas TAB en alrededor de 90 bps, spread que no siempre es posible conseguir en el mercado, y que siempre debe ser considerado a la hora de tomar una deuda o un derivado a tasa flotante.
*El autor es estructurador Financiero de Netgociando.
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