El hotel blend en Santa Cruz es un lugar que rescató varios espacios históricos de la zona donde refaccionaron una antigua bodega de vino de 1.200 mts, construida el año 1875. Aquí emplazaron este hotel que invita a sus huéspedes a relajarse y disfrutar de espectaculares paisajes, plantaciones de parra, bosques nativos y árboles frutales.

El hotel cuenta con 13 habitaciones con terraza privada donde cada uno de los espacios estuvieron a cargo de distintos decoradores pertenecientes a la ADD (Asociación de Decoradores de Chile); Katherine Rahal, Mariola Arteche, Andrés Balmaceda, Loreto Díaz & Gonzalo Valdivieso, Casa Klammer, Bárbara Fernández, Dominique Brinck, Grazielle Freitas & Pia Bayscmidt, Angelo Sandoval, Javier Baeza, Graziella Copetta, María Paz Allamand y Juan Francisco Echeñique.El hotel queda a sólo 6 kilómetros de Santa Cruz y está rodeado de viñas, una huerta en los jardines que aportan lo suyo a la gastronomía del hotel y una futura laguna.

La cocina

Uno de los grandes desafíos para el chef Cristián Gómez es tener constantes cambios en la carta del restaurante y él sabe bien como hacerlo, pues lleva años conociendo los productos de la zona ya que trabajó en el hotel Santa Cruz y la viña Casa Lapostolle, esta última catalogada como uno de los mejores restaurantes de la región.

El fuerte de este lugar es la cocina, donde su chef mezcla las recetas de antaño, con preparaciones gourmet y productos endémicos.

En la cocina busca siempre utilizar materia prima fresca, con la que después crea recetas propias, según lo que entregue la naturaleza en cada estación del año.

El restaurante no tiene una carta definida sino que funcionan con un menú diario dependiendo el stock de productos.

Entre sus platos destacan los canelones de mollejas con ricotta cacera y espinaca del huerto. A esto se le agrega  una salsa a la finas hierbas.

Otra buena elección es el filete macerado en sal de boyeruca y anís estrella con salsa bourguignone, papas hilo y cebollín asado.

También hay una variedad de pescados como la merluza austral grillada con costra de hierbas y salsa holandesa con puré de arvejas y vegetales salteados o la corvina con salsa bisque y camarones acompañada de una pequeña humita con pebre de tomate. Por supuesto, no pueden faltar los sabores chilenos como el pastel de choclo de cordero o el chapalele crocante relleno de salmón ostión y camarón.