El real brasileño es la moneda de peor desempeño este año, y los principales pronosticadores dicen que las declinaciones continuarán.

Los tres analistas cambiarios más exactos consideran que el real se negociará a un promedio de 4,1 por dólar para fin de año, indican datos que recopiló Bloomberg. Para eso, el real tendría que caer otro 6%, que se sumaría a su declinación de 31% de este año.

El derrumbe del real en un contexto de temor a un deterioro de las finanzas del país amenaza con socavar los intentos del gobierno de combatir la inflación, que es de cerca del 10%, mientras que el Producto Interno Bruto (PIB) se encamina a su caída más prolongada desde la década de 1930. En cuanto a las compañías que acumularon US$270.000 millones de deuda externa durante los años de auge de la última década, el debilitamiento de la moneda local también les dificulta cumplir con esas obligaciones y las pone en riesgo de impago y rebajas de calificación crediticia.

“En Brasil hay un problema fiscal muy serio. Desde el año pasado hay una brutal declinación del presupuesto y el PIB, y el gobierno no propone una solución”, señaló  Gustavo Rangel, estratega cambiario en Nueva York de ING Financial Markets LLC que fue el pronosticador más exacto en el tercer trimestre. “Antes que nada, es necesario recuperar la credibilidad ante los inversionistas , y Brasil lo está haciendo mal”, añadió.

El derrumbe -como el de la mayor parte de las monedas de mercados emergentes este año- obedece a una serie de razones, desde el fin del súper ciclo de las materias primas hasta la desaceleración económica de China y el escaso interés general por los activos de riesgo.

Pero Brasil también hace frente a un escándalo de corrupción que ha llevado a la Presidenta Dilma Rousseff a luchar por la supervivencia política; a enfrentamientos entre legisladores, que obstaculizan las medidas de austeridad; y a una rebaja de calificación crediticia a basura.

Rangel estima que el real se debilitará a 4,10 para fin de año y a 4,25 en 2016, antes de recuperarse a 4,15 en 2017. Citigroup  y ABN Amro Bank  -los pronosticadores que se ubicaron en segundo y tercer lugar- estiman que la moneda brasileña se negociará a 4,2 y 4, respectivamente, para fin de 2015.

Un repentino agravamiento de la situación política o económica hasta podría hacer que el real se negociara de forma temporaria cerca de los 5 por dólar antes de volver a estabilizarse en un nivel más fuerte, indicó Rangel.

Por lo menos un analista piensa que lo peor ya ha quedado atrás para el real brasileño: Clyde Wardle, de HSBC Holdings, el séptimo mejor pronosticador.

“Básicamente, el deterioro de las cuentas fiscales y la persistencia de crecientes ratios deuda-PIB ya está incorporado a los precios en buena medida”, puntualizó. Otra rebaja a basura de una segunda compañía calificadora podría llevar a un debilitamiento a corto plazo de la moneda, manifestó Wardle desde Nueva York. Estima que el real caerá a 4 para fin de año y a 4,2 el año próximo.