Banco Central llama a reducir incertidumbre con un marco fiscal claro y creíble para próximos años

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La entidad publicó ayer el Informe de Estabilidad Financiera del segundo semestre y una minuta complementaria por el efecto del estallido social, donde advierte que hay un aumento de la percepción de incertidumbre para la economía chilena. Uno de los sectores más vulnerables es el del comercio frente a menores ventas.


La política no es impermeable a lo que ocurra en la economía, y viceversa. Eso es lo que muestra "la realidad y la historia", dijo ayer el presidente del Banco Central (BC), Mario Marcel, a los senadores de la Comisión de Hacienda, tras presentar el Informe de Estabilidad Financiera (IEF) del segundo semestre.

La entidad incorporó una minuta complementaria que aborda la problemática producida por la crisis social y política vivida en las últimas semanas, tema que fue el foco principal de las consultas de los senadores al presidente del BC: ¿Cómo enfrentar la crisis política y social desde el punto de vista económico? ¿Qué rol puede tener el Central? ¿Y cómo resolver el Presupuesto de 2020?

A ello, Marcel contestó que "no tenemos el poder ni la capacidad para evitar que existan esos impactos, podemos minimizarlos, reducirlos, acotarlos, pero impactos significativos que vienen de escenarios complejos políticos y sociales, en la medida que se prolonguen en el tiempo, y que tengan un efecto sobre la economía real, que influyan sobre las expectativas, va a tener un impacto también sobre la economía", dijo.

Pero más allá de la evolución de la actividad económica, Marcel destacó "el costo que tiene la incertidumbre. La incertidumbre afecta las decisiones de los consumidores y de las empresas, los dos componentes principales de la demanda interna: el consumo y la inversión", detalló.

Sin ir más lejos, en la minuta complementaria al IEF se señala que se produjo un incremento en la percepción de riesgo por parte de los inversionistas tras las protestas de las últimas semanas. Allí se puntualizó que, entre otros efectos, entre el 17 y el 30 de octubre los CDS a 5 años para Chile aumentaron 9 puntos base, y que "el deterioro de los indicadores financieros, como el tipo de cambio y el IPSA, es mayor respecto de los valores que habrían alcanzado en otras circunstancias".

Así, dice el documento, "la dirección y magnitud de los movimientos de estas variables financieras, reflejan que se ha producido un aumento de la percepción de incertidumbre para la economía chilena".

Marcel explicó a los senadores que "la inversión es más sensible a las expectativas que el consumo". Frente a ello preguntó, "entonces, ¿cómo se puede contribuir a reducir la incertidumbre?".

Entregó su receta al respecto: "Sean cuales sean las decisiones de carácter fiscal, a éstas se les puede dar un marco intemporal que permita dimensionar su efecto, su persistencia en el tiempo, etcétera. Por supuesto es necesario tener un Presupuesto que despache el Congreso (ver página 11), que hoy día aparentemente requeriría algunos ajustes importantes, pero también tener un marco claro respecto de los años siguientes", sostuvo el presidente del Central.

"Creo que eso ayuda a los distintos agentes económicos a tener cierta certeza respecto de cómo pueden evolucionar las cosas el próximo año. Entonces, más que fijarnos en ciertos números o en cuál debería ser el mix apropiado de déficit fiscal, o política fiscal o monetaria, lo importante es, especialmente en el ámbito fiscal, tener un marco fiscal creíble, que reconozca lo que el Estado se compromete a hacer durante los próximos años y cómo pretende financiarlo", agregó.

Efectos

Respecto de los efectos en la economía, el Banco Central asegura en la minuta que "los impactos directos de las manifestaciones y protestas recientes se materializarán a través de menores ventas de las empresas", algo que "puede ser especialmente relevante para firmas del sector comercio, ya que en términos de vulnerabilidad financiera se observaba al cierre del IEF un aumento en sus indicadores de impago".

En ese sentido, también menciona que ahora existe "la necesidad de monitorear con mayor profundidad el comportamiento de las cadenas de proveedores de las industrias más afectadas por la destrucción de infraestructura y caída de ventas".

Con todo, según los ejercicios de tensión que se hicieron en el IEF, aunque fueron calibrados para eventos de distinto origen, "sugieren que las turbulencias políticas y sociales internas podrían llegar a tener un impacto más importante sobre la estabilidad financiera en la medida que sus efectos negativos sobre la actividad y el empleo sean más persistentes".

Por último, indica que variaciones abruptas del tipo de cambio tendrían un impacto acotado.

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