Cambios traerá la nueva canasta de precios de bienes y servicios con la que el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) mide la trayectoria de la inflación. Una pista de esas modificaciones la entregó la Encuesta de Presupuestos Familiares que presentó el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) a comienzos de esta semana.

Entre los principales resultados que mostró la medición se observa que el consumo de los hogares sigue liderado por alimentos y bebidas no alcohólicas, con un gasto de $ 209.983 mensuales en promedio; transporte, con $ 170.238, y vivienda y gastos en servicios básicos, con $ 160.692 al mes.

No obstante, las mayores alzas en el consumo de los chilenos en los últimos cinco años están asociadas más bien al tiempo libre y al bienestar. Es así como el gasto en hoteles y restaurantes aumentó su participación en el consumo de los hogares en 2,3 puntos porcentuales (pp) (6,5% del total), lo siguen salud, que se elevó en 1,3 pp (7,6%), y alojamiento, electricidad y combustibles, con un 0,8 pp más de incidencia (14,3%).

Con esta base de información, el INE comenzará a preparar la nueva canasta de precios que debe ser publicada en enero del próximo año. Hoy tiene 321 productos, 47 menos que la canasta de 2009, que contaba con 368. En ese entonces ingresaron 16 productos, entre ellos, vodka, snacks, gastos comunes, servicio de transfer, tierra y fertilizantes, servicio de enseñanza de posgrado y postítulos, helados y postres consumidos fuera del hogar, servicio de salacuna. Mientras que entre los que salen figuran el apio, aspiradora y servicio telefónico de emergencia, entre otros. Todo se volverá a repetir en la nueva canasta de IPC base 2018.

Las nuevas tendencias

Con esta nueva información, los departamentos de Estudios de BBVA y Euroamerica comenzaron a delinear los cambios en la composición y ponderación que tendrán las 12 divisiones que considera el INE para su medición del IPC.

De esta manera, por el lado de las alzas, sobresalen principalmente las divisiones de restaurantes y hoteles, lo cual incrementaría su peso en la canasta de IPC desde 4,37% a 6,70%, mientras que salud aumentaría su incidencia desde 6,44% a 7,72%. Asimismo, viviendas y servicios básicos registraría un alza de 0,85%, pasando de 13,83% a 14,68%.

Si bien la división de alimentos y bebidas no alcohólicas subirá su ponderación solo en 0,08%, mantendrá su injerencia sobre el total de la canasta del IPC con un peso de 19,14%. BBVA subraya que tras conocer estos nuevos datos, los cambios esperados para la canasta de IPC apuntarían a un ajuste al alza en las ponderaciones de las divisiones con menor volatilidad.

Por el lado de las bajas, la próxima canasta de IPC destacará educación, la que pasaría desde el actual 8,09% a 6,64%, influido principalmente por la entrada en vigencia de la ley que entrega gratuidad. Esto, debido a que los colegios particulares subvencionados pasaron a ser municipales gratuitos junto con el cambio en las universidades. De acuerdo a la Encuesta de Presupuestos Familiares, educación fue el servicio con mayor descenso en el consumo de los hogares, retrocediendo 1,4 puntos (hasta 6,5% del total). Transporte, por su parte, caerá desde 14,47% a 13,27%. También se prevé una reducción en vestuario, de 4,48% a 3,54%.

Por productos

En el desglose, a nivel de productos, es posible adelantar que habrá aumentos en la ponderación de paquete turístico, transporte aéreo y gasto común. Precisamente, estos productos son los que de acuerdo al propio INE tienen las medidas de volatilidad más altas en términos de sus incidencias mensuales. Por esta razón, en Euroamerica sostienen que "el aumento del ponderador en estos tres productos llevaría a aumentar la volatilidad, incrementando con ello el error de estimación, error que se ha visto fuertemente aumentado a partir de enero de 2017, momento en que se modificó la manera en que el INE toma los precios de paquete turístico y transporte aéreo".

Moviéndose hacia países desarrollados

Con los cambios esperados, Chile se estaría moviendo en la dirección de los países desarrollados. Así lo señala BBVA, que afirma que en el caso de vestuario se observa una rápida convergencia hacia reducciones en la participación de esa división en el gasto de los hogares, en línea con la deficiente medición que tenían esos productos en el pasado y con la tendencia esperada ante la mayor riqueza de los hogares. Esto, de acuerdo a BBVA, se debe a que a medida que los países van incrementando su ingreso per cápita, destinan una mayor proporción en consumir servicios manteniendo fijo el gasto en vestuario.

En el caso de salud, la ponderación en el gasto de las familias aumenta siguiendo la dirección natural que determina el mayor PIB per cápita y el envejecimiento de la población que, consecuentemente, determina un mayor gasto dentro de su presupuesto familiar. En el caso de transporte, donde destaca el gasto en combustibles y automóviles, este disminuye determinado en alguna medida por el período muestral. Con todos estos antecedentes, BBVA puntualiza que "deberíamos esperar una nueva canasta algo más atomizada, es decir, si antes unos pocos productos incidían de manera muy marcada la evolución del IPC, la nueva canasta que revelaría el INE tendría alguna marginal mayor fragmentación".