China se desacelera: en 2020 podría registrar su menor crecimiento en tres décadas

china

El Banco Central de Chile pronostica en su último Informe de Política Monetaria un crecimiento de 5,5% para China, su menor expansión desde 1990. De concretarse tendría efectos directos en Chile.


Hace casi una década fue la última vez que China se lució con un crecimiento de dos dígitos. Desde entonces la fuerza de su expansión se ha ido debilitando -en parte porque así lo buscó la autoridad- y los pronósticos apuntan a que el país seguirá por esa senda en los próximos años.

Aunque algunos creen que este proceso de desaceleración se seguirá dando de una forma ordenada, hay otros que vaticinan que en 2020 se generará una caída abrupta de poco más de medio punto porcentual, desde el 6,1% que se anticipa para el presente ejercicio hasta 5,5%, dato que calificaría como la expansión más lenta desde 1990 y el segundo año en el que el crecimiento está por debajo de 6% a lo largo de cuatro décadas.

De hecho, el Banco Central de Chile pronostica en su último Informe de Política Monetaria un crecimiento de 5,5% para China. Aunque la institución nacional no está sola en su sombrío panorama, la acompañan el banco suizo UBS y el británico Barclays, sí se trata del peor de los escenarios contemplados hasta el momento.

Al otro extremo, entre los optimistas destacan Shanghai Securities, con una previsión de 6,7%, y HSBC, que se la juega por un avance de 6,3%. Así el promedio, entre las 68 instituciones consultadas por Bloomberg, apunta a un crecimiento de 6% para el próximo año. Esta semana el FMI actualizará sus proyecciones, y se podría transparentar que la desaceleración no será puntual.

De concretarse tendría efectos directos en Chile. Esto porque el país asiático representa el 30% de las exportaciones de nuestro país y más del 50% de los envíos a ese país es cobre.

Tuuli McCully, economista jefa para Asia-Pacífico de Scotiabank, prevé para 2020 un 6%, pero de todas maneras advierte por el crecimiento más lento. "El impulso probablemente se desacelerará aún más en los próximos dos años hacia el 5,75% anualizado en 2021, una ralentización bastante notable desde la expansión del 6,6% registrada en 2018", señala.

Las dificultades

Desde Singapur, McCully comenta a Pulso que "la debilidad que se observa es de base amplia y se distingue en datos más suaves de ventas minoristas, industriales, de inversión y de exportaciones. Además, el crecimiento del crédito, en particular los préstamos bancarios, no se ha acelerado lo suficiente como para impulsar el crecimiento".

En efecto, la producción industrial, cuyos últimos datos corresponden al pasado agosto, mostraron un avance de 4,4% interanual, lo que califica como su nivel de crecimiento más bajo en 17 años.

"Tenemos que ser conscientes de que la inestabilidad y las incertidumbres internacionales están aumentando significativamente y que, en casa, los problemas económicos estructurales todavía son prominentes", señaló Fu Linghui, vocero de la Oficina Nacional de Estadísticas de China, cuando se publicó la cifra.

Las ventas al por menor también se desaceleraron en el octavo mes del año. Aunque fue una disminución de una décima, hasta 7,5%, el dato muestra una tendencia que dificulta el plan económico central de Beijing: la transformación estructural de China en una economía impulsada por el consumidor.

Los problemas suman y siguen. "La economía china continúa enfrentando una serie de desequilibrios económicos importantes, incluidos los altos niveles de préstamos morosos en el sector de la banca comercial y el sector bancario en la sombra, y un aumento significativo de la deuda corporativa como parte del PIB en los últimos cinco años", sostiene Rajiv Biswas, economista jefe para Asia Pacífico de IHS Markit.

En función de aquello y de su proyección de un "debilitamiento de la demanda interna china", el experto defiende la previsión de un crecimiento de 5,7% para 2020.

Complejo panorama. Aunque Alicia García-Herrero, economista jefe para Asia Pacífico de Natixis, se cuenta entre las optimistas en cuanto a los pronósticos del PIB, apuntando a un alza de 6,2% en 2020, considera que "la situación actual es más difícil que la de 2015", haciendo referencia a las fuertes turbulencias que tuvieron lugar en agosto de ese año, situación que se repitió en enero y febrero del año siguiente.

Aunque se está desvaneciendo el riesgo que implica la guerra comercial, tras el acuerdo parcial anunciado el viernes pasado, García-Herrero destacó como uno de los problemas centrales que "la reacción política anticíclica del gobierno, tanto en el frente fiscal como en el monetario, es más moderada". Según comentó en una nota a sus clientes "esto podría deberse a objetivos cada vez más conflictivos, a saber, crecimiento, desapalancamiento, protección del medioambiente y asequibilidad de la vivienda".

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.