¿Cop azul?

Cop25

El gobierno dio a conocer la propuesta de Contribución Determinada a Nivel Nacional de Chile (NDC), dando inicio al proceso de consulta pública de este instrumento, en virtud del cual, los países fijan sus objetivos nacionales para reducir la emisión de gases de efecto invernadero.

Esta materia, la más trascendente que tendrá lugar en el marco de la COP 25, no solo fijará el derrotero en la lucha mundial por el cambio climático, sino también, explica por qué el gobierno se ha esforzado, en denominar esta Conferencia como "COP azul".

Dado que el "aporte" a nivel mundial de gases efecto invernadero (GEI) por parte de Chile es marginal, -equivalente al 0,3% de las emisiones globales-, era sustancial buscar la fórmula de alcanzar el liderazgo suficiente para confirmar la estatura de anfitrión y la legitimidad para ir en búsqueda de los acuerdos de interés global.

De este modo, surgió como alternativa, reivindicar el protagonismo mundial que alcanzó Chile en junio de 2017, en la Conferencia sobre los Océanos de Naciones Unidas, en que el ex canciller Muñoz anunció que "1 millón de km2 de su mar quedarán completamente protegidos… convirtiendo a Chile en un líder mundial en conservación marina" y darle continuidad a nuestro liderazgo internacional en la protección de los océanos en la próxima COP 25.

No obstante, la idea de la "COP azul" ha quedado comprometida. La propuesta de NDC vincula la eficiencia de captura de CO2 de los mares a una debida administración de las áreas marinas protegidas, para lo que compromete que el 100% de las áreas contarán con planes de manejo al 2025. Sin embargo, la propuesta soslaya dos problemas críticos: Primero, que el reglamento para crear estos planes se encuentra aún en etapa de borrador. Segundo, que las 39 áreas existentes, abarcan el 42% de la superficie de la Zona Económica Exclusiva, razón por la cual, serán necesarias negociaciones sensibles con sectores como pesca y turismo que nunca han facilitado una discusión fluida en cualquier regulación que impacte el desarrollo comercial de sus actividades.

Del mismo modo, diluye más la idea de la "COP azul" la decisión del gobierno en orden a reemplazar la actual política oceánica, promulgada en marzo de 2018, cuya eficacia no es posible evaluar atendido que nunca se ha aplicado.

El proceso de consulta ciudadana es una oportunidad invaluable para dotar de realismo, orden y gradualidad a los compromisos de manera de restablecer el liderazgo mundial en esta materia.

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