El efecto económico del ataque de EE.UU. a Irán: más volatilidad en los mercados y alzas del petróleo y el dólar
Si bien todo depende de la evolución del conflicto y de si se concreta el cierre del estrecho de Ormuz, paso clave para los envíos mundiales de crudo y gas, la semana que comienza estará marcada por una mayor aversión al riesgo de los mercados globales. En Chile, los analistas esperan que el Banco Central actúe con cautela en cuanto a una eventual baja de tasas en julio, ante posibles mayores riesgos inflacionarios mundiales.
La decisión de Estados Unidos de bombardear varias instalaciones nucleares de Irán y las amenazas de Teherán de escalar el conflicto y cerrar el clave estrecho de Ormuz, por donde pasa cerca del 20% del suministro mundial de petróleo y del gas natural licuado, ha puesto a los mercados en alerta. Los futuros del crudo Brent han saltado un 11% hasta los 77 dólares el barril y se espera que la semana que comienza marque nuevos incrementos de la mano de mayores tensiones en el Medio Oriente.
Pero el clave mercado petrolero y energético es solo una parte de los impactos que vivirán los centros financieros y de transacción de commodities en el mundo a partir de este lunes. Los expertos creen que la aversión al riesgo y una mayor volatilidad marcarán la semana en Chile y el mundo.
“En el corto plazo, creemos que los principales efectos en la economía mundial serían a través del canal financiero. Por lo pronto, mayor incertidumbre sobre la continuidad de la producción de petróleo en Irán y el transporte marítimo vía el estrecho de Ormuz deberían generar presión alcista en el precio del crudo. De todas formas, ello sería transitorio y los fundamentos macro eventualmente llevarían al petróleo por debajo de los niveles actuales”, dice el economista jefe para América Latina de Itaú, Andrés Pérez.
“De todas formas, un choque agudo en el precio del petróleo podría llevar a escenarios de estrés mayor para la economía global, al tiempo que sigue digiriendo la incertidumbre de los aranceles. También debería persistir un ambiente de menor aversión al riesgo, con apreciación de activos de refugio, y un régimen de mayor sensibilidad y volatilidad a los datos”, añade el experto.
De hecho, esta mayor sensibilidad necesariamente provocará que los capitales busquen refugio en momentos de alta volatilidad e incertidumbre. Según Bloomberg, el dólar estadounidense se cotizaba al alza frente al euro, el franco suizo y la mayoría de las principales divisas en la apertura de los mercados de la semana en Sídney, Australia.
“Definitivamente estamos en un entorno de mayor riesgo que el viernes. Los mercados reaccionarán, pero probablemente todavía de forma modesta en los mercados de renta variable. Seguro que veremos subir el petróleo. Los inversores también tendrán que pensar en el impacto de un petróleo más alto en la inflación, y si ese es el caso, Europa se va a ver más afectada que Estados Unidos. La incertidumbre ha sido muy alta este año y ahora este es otro acontecimiento que se suma a ella. Así que veremos algo de volatilidad pero ahora mismo, dada la información que tenemos, no veo que vaya a durar mucho. Hasta ahora, no hemos visto bombardeos de instalaciones energéticas y el estrecho de Ormuz no se ha cerrado”, afirmó a Bloomberg Anthi Tsouvali, estratega de UBS Global Wealth Management.
En la misma línea, el académico de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la U. de Chile y experto en comercio internacional, Jorge Valverde, anticipa que el impacto inmediato será un alza del petróleo y una baja de las bolsas mundiales. “¿Cuánto de ese efecto de corto plazo se puede prologar? Eso va a depender de cómo evolucione el conflicto. Si ese escenario más complejo dura más tiempo, el shock petrolero se puede traspasar a inflación en todos los países. Eso va a implicar que los bancos centrales de los respectivos países, que venían aplicando recortes de tasas, van a tener que congelar los recortes de tasas”, explica el economista de Maastricht University, quien cree que en un escenario más complejo el crudo puede subir a más de US$100 el barril. Asimismo, estima que en el corto plazo podría haber un alza de las tarifas de los fletes marítimos mundiales si se restringen las vías por donde pasa el crudo y el gas, lo que también puede afectar la inflación mundial. “Lo que ha hecho Trump con su alza de aranceles es rociar con bencina todo el comercio mundial. Si a esto le agregas una guerra en Medio Oriente, es lanzar chispas a la hoguera”, ilustra Valverde.
El efecto en Chile
Para los analistas el impacto en Chile puede ser similar al de otros países en el mundo, es decir, marcado por la volatilidad. “Para Chile, similar al de otras economías emergentes, los efectos de corto plazo vendrían tanto por el precio de los commodities como por el eventual estrechamiento de las condiciones financieras globales. La intensidad y persistencia de estos efectos depende, por cierto, en la resolución de un conflicto aún en curso. Así, en el ámbito interno, el contexto internacional amerita mantener la cautela”, afirma Andrés Pérez.
Sin embargo, Valverde va más allá y cree que el Banco Central chileno tomará una posición más cautelosa frente a una posible baja de tasas en julio próximo, tal como apostaban los analistas antes de este evento. “El BC podría estar más cauteloso en su decisión de tasas, porque aún no sabemos cuanto va a durar este recrudecimiento del conflicto”, sostien, anticipando un dólar más alto para Chile esta semana y un precio del cobre que podría estar presionado a la baja en el corto plazo. Otro economista de la plaza, que prefirió el anonimato, también coincide en que el Banco Central podría postergar su decisión de baja de tasas
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