Europa intenta ponderar efecto de segunda ola de coronavirus en la recuperación económica

Pedestrians walk on the High Street, amid the spread of the coronavirus disease (COVID-19), in Croydon, south London, Britain, September 27, 2020. REUTERS/Simon Dawson

A nivel nacional, los economistas miran de cerca al Viejo Continente, considerando que ha marcado la pauta de lo que más tarde ocurre en esta parte del mundo.


Las alarmas están encendidas en Europa. Los casos nuevos de Covid-19 siguen acelerándose en una segunda ola que padecen con especial fuerza España y el Reino Unido, pero a la que no escapan otros países como Francia, Holanda e Italia. Los temores de que esto repercuta en la recuperación económica quedaron instalados la semana pasada, luego de que el Índice de Gerentes de Compra (PMI) mostrara un estancamiento en la actividad de la zona euro la semana pasada.

Sin embargo, las medidas tomadas para frenar el contagio distan mucho de las que se aplicaron para la primera ola de la pandemia y que azotaron a las economías. Los estrictos confinamientos, que tuvieron en un momento a la mitad de la humanidad en sus casas, no parecen ser una alternativa en esta oportunidad. De hecho, en el Viejo Continente, solo los españoles han aplicado esta medida y de manera selectiva.

Riesgos sobre la mesa

Esta característica, limitaría el impacto económico del rebrote sobre la recuperación económica en curso, de acuerdo con Holger Schmieding, economista jefe del banco alemán Berenberg. Si bien reconoce que “la pandemia plantea el riesgo clave para nuestro llamado a una recuperación en forma de tic (o del signo de visto bueno) de la caída de la actividad económica en marzo/abril”, asegura que todavía basan las “previsiones en el supuesto de que Europa evitará una segunda ola de bloqueos disruptivos y a nivel nacional”.

De esta manera, Schmieding sostiene que lo más probable es “un modesto revés temporal en respuesta a restricciones más modestas, mejor focalizadas y, a menudo, regionales”, detallando que “muchas de estas medidas afectarán de manera desproporcionada a partes del gasto de los consumidores (principalmente servicios como ocio, entretenimiento, turismo)”, pero “no descarrilen la recuperación económica”.

Para Peter Venden Houte, economista jefe de ING, la situación luce un poco más compleja. “La segunda ola es definitivamente una mala noticia para la recuperación mundial, ya que requiere nuevamente reglas más estrictas que pueden obstaculizar el crecimiento”, indicó.

Desde su punto de vista “el daño va más allá de las medidas de confinamiento”, poniendo especial atención a que “es la confianza dañada la que tiene un impacto negativo y mientras no haya una vacuna efectiva, no se puede esperar una recuperación completa”.

Cálculos desde Chile

Considerando el hecho de que la zona euro va más adelantada que Chile, en términos de la permanencia, surge la duda respecto a lo que le depara al país tanto por la segunda ola europea como por un rebrote relevante local.

Ante esta incógnita existen dos lecturas: la primera sugiere que Chile podría resultar afectado como consecuencia del menor dinamismo de estas economías, y la segunda, en tanto, apunta a que el país podría terminar por replicar de alguna forma lo que está sucediendo en los países europeos.

Desde BCI Estudios, su economista Sergio Lehmann explica que la recuperación de la economía chilena estará liderada en buena medida por el sector exportador, por lo que alerta la pérdida de fuerza del repunte europeo que reflejó la mencionada encuesta PMI. En ese marco considera que los contagios y por consiguiente las nuevas restricciones “podrían efectivamente debilitar el crecimiento de nuestra economía hacia los próximos trimestres”.

Una mirada similar plantea Nathan Pincheira, economista jefe de Fynsa, explicando que este eventual retroceso forma parte de las consecuencias propias de proceso de desconfinamiento en pandemia, que implican “que se puede retroceder en esas reaperturas, lo que indudablemente afectará a aquellos sectores que lo necesitan para operar, mayoritariamente los servicios”.

La economista jefe de Banchile Inversiones, Carolina Grünwald, explica que el sector servicios es el que más emplea a personas en el país y reconoce que al estar más expuesto a contacto social, es uno de los más afectados.

En este sentido, argumenta que este rubro en particular representa en torno al 50% del PIB, por eso, y si se considera que los más afectados por la pandemia (comercio, transporte, restaurantes y hoteles, servicios empresariales y servicios personales), representan el 37% del PIB, “un nuevo lockdown tendría impactos relevantes en el PIB y el empleo”.

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