El mea culpa de Briones: “En los primeros meses de la pandemia pudimos haber llegado antes”

10/12/2020 FOTOGRAFIAS A IGNACIO BRIONES, MINISTRO DE HACIENDA Mario Tellez / La Tercera

Aunque no lo califica de triunfo, el ministro de Hacienda reivindica la estrategia que siguió el gobierno en cuanto al segundo giro de los fondos de pensiones y evita ponerse en el escenario de un tercer retiro, porque cree que ganarán en el TC. Sobre la reforma de pensiones, asegura que insistirán en buscar un acuerdo con la oposición.


Una semana algo menos agitada cerró este viernes el ministro de Hacienda Ignacio Briones, luego de la vorágine de los días anteriores que significó estar negociando, a la par en el Congreso, el Presupuesto 2021 y el segundo retiro del 10%. Sentado en su oficina de Teatinos 120, donde a lo lejos se escuchan algunos estruendos -que a él no lo inmutan- en una nueva jornada con incidentes en el eje Alameda, hace un balance de lo que ha significado y cómo ha vivido el poco más de un año que lleva en el cargo y que ha coincidido con la pandemia que ha implicado la peor crisis económica del mundo desde los años 30. Responde todo y entiende la importancia de abordar el nuevo giro de los fondos de AFP -cuyas solicitudes partieron justo el jueves de esta entrevista- y la estrategia que adoptó el gobierno, pero también pide no perder de vista el mediano plazo y la importancia de discutir y echar a andar una serie de materias que serán esenciales para que el país, más allá de la actual coyuntura, pueda retomar un crecimiento sostenido. Sobre las ayudas del Ejecutivo ahora que la RM ha vuelto atrás en materia de restricciones, da dos mensajes: que se aprendió de lo vivido en 2020 y “que vamos a estar ahí cuando sea necesario”.

¿Este 2020 ha sido el año más duro de su vida profesional?

-El más intenso sin lugar a dudas. Llegué con el estallido social y eso ya era un desafío muy importante. Pero después, con la pandemia, fue una vorágine, y con una enfermedad que exacerba las pasiones, la demanda por inmediatez y eso se ve también en el Congreso, con un clima más polarizado.

¿Qué balance hace de su gestión y cuál ha sido el momento más complejo?

-Me he sentido muy cómodo, aunque no tenía experiencia política. Lo más complejo, el momento de máxima tensión probablemente, fue la víspera del acuerdo del 15 de noviembre. El país, la democracia, se jugaban mucho.

¿Cuál considera que ha sido su mayor logro?

-Es difícil autoevaluarse, pero siempre me ha convocado el espíritu de diálogo, de llegar a acuerdo. He tratado de darle ese sello a mi gestión

¿Y en qué quedó al debe?

-En esta vorágine uno toma muchas decisiones con información incompleta, por lo tanto hay aciertos y errores, y con el espejo retrovisor siempre es fácil decir que pudo haberse hecho distinto. Pero en el tema de los ingresos de emergencia me hubiera gustado que hubiéramos podido llegar antes y de manera más amplia, cuestión que vino después.

¿Sigue intacta su relación con el Presidente Piñera o ha habido tensiones?

-Siempre ha sido muy buena, franca y directa. Me siento libre de plantearle lo que pienso y él escucha mis argumentos. No hemos tenido ninguna tensión con el Presidente.

¿En algún momento ha pensado dar un paso al costado?

-No, nunca. Soy consciente de la responsabilidad que tenemos y de lo que se juega el país, así que jamás he estado ni cerca de pensar en eso. Por el contrario, me levanto con mucho entusiasmo.

¿Ni siquiera ante los ataques de la diputada Jiles?

-No, porque no entro en ese juego de calificativos personales, ni menos de ataques, con nadie. No me complica, me pasa por el lado. No entra en mi CPU.

Pero igual hay otras críticas. Rodrigo Valdés dijo que debía recuperar el tono que tuvo al comienzo.

-Recibo y aprecio esas críticas. En especial porque Rodrigo Valdés ha sido una persona muy generosa y valiosa, tengo contacto regular con él y me ha aconsejado en distintos momentos.

Bueno, Valdés planteó que, en su caso, no basta con escuchar, sino que se debía estar dispuesto a ceder

-Y así ha sido. La mejor prueba son los acuerdos conseguidos, incluyendo el histórico del 14 de junio o la reciente Ley de Presupuestos. Eso significa que modificaste tu visión original y tu contraparte también.

Retiros y reforma

¿Fue un triunfo del gobierno la aprobación de su proyecto de segundo retiro del 10%, versus la moción de los parlamentarios?

-No, no me gustan esos calificativos que responden a la lógica de la ganancia política de corto plazo. Sí fue importante, porque lo que está en discusión, más que el 10%, es la forma de legislar, los límites del poder y los pesos y contrapesos de una democracia sana. Si a través de atajos constitucionales se va a seguir haciendo uso de prerrogativas exclusivas del Presidente, como definir el gasto público, tributos y seguridad social.

Pero fue a un costo alto. Valdés la calificó de una apuesta “bien arriesgada”, porque el gobierno terminó validando otros usos para los fondos de las AFP.

-Un momento, nuestro proyecto tenía bordes importantes, incluyendo el reintegro, pero que en la discusión en el Congreso no prosperaron y eso es parte de la democracia. No obstante, los repusimos en las distintas instancias de la tramitación.

¿Esta jugada del gobierno será suficiente para impedir un tercer retiro?

-Nosotros recurrimos al Tribunal Constitucional (TC), y eso apunta más al mecanismo que al retiro propiamente tal. Esperamos que ese requerimiento, que ya fue acogido por el TC, tenga un resultado favorable, porque lo que está en juego es cuáles son los bordes de los poderes del Estado.

¿No les preocupa lo estrecho de esa votación? El TC acogió a trámite el requerimiento con el voto dirimente de su presidenta.

-Somos muy respetuosos de los procesos institucionales y esta no será la excepción.

¿Y si les fuera mal en la votación del fondo del tema?

-Estamos convencidos de que tenemos un caso muy sólido y relevante, que dice relación con evitar la proliferación de iniciativas que, con el mismo modus operandi, van inundando las prerrogativas presidenciales.

¿Ven entonces que con esto se cerró la llave de un nuevo retiro?

-Lo que defina el TC es muy relevante para cerrar la llave de un nuevo retiro del 10%, y también de otras iniciativas que puedan ocupar el mismo mecanismo.

Pero si el TC no avala su planteamiento y hacia marzo se requieren nuevos recursos, ¿quedará la puerta abierta para sacar más fondos de las AFP? ¿Cómo podrá oponerse el gobierno si hizo suyo el segundo retiro?

-No me voy a poner en tal escenario, porque tenemos un buen caso con la capacidad de cerrar esa llave.

¿El gobierno hace un mea culpa por el surgimiento de estas iniciativas del 10%? ¿Pudo haber llegado más a tiempo con sus ayudas?

-Como señalé, en los primeros meses de la pandemia pudimos haber llegado antes. Con todo, el esfuerzo desplegado luego es enorme. Solo en transferencias directas el gobierno ha gastado más de US$6 mil millones, US$1.000 millones por mes. Ahora, los retiros en torno a US$35 mil millones son varias veces la caída en los ingresos que ha sufrido Chile. Entonces, cuando me dicen que esta plata la debería haber puesto el Estado, pregunto: ¿qué país del mundo ha gastado 15 puntos del PIB solo en transferencias directas? No existe. Es falsa esta idea de que el gobierno no ha hecho nada. Hemos hecho un esfuerzo histórico, el mayor de la región, reconocido por organismos internacionales.

Usted dijo que si había un segundo 10%, por definición no hay reforma de pensiones. ¿Se murió la reforma?

-Lo que busqué señalar es que es incompatible, al mismo tiempo, avanzar en mejorar las pensiones y con otra medida debilitar las pensiones.

¿No era entonces una advertencia?

-No, nunca lo dije como una advertencia, sino como una forma de graficar que los retiros sin devolución afectan el mejorar las pensiones. El desafío de avanzar en una reforma previsional sigue estando ahí.

¿Cuándo se retomarán las negociaciones y hay un espacio real para llegar a acuerdo?

-Espero volver a sentarnos a la brevedad. Es más difícil que antes, pero tenemos que agotar todos los esfuerzos para buscar un acuerdo en pensiones. Nosotros hemos cedido y la oposición también tiene que hacer un gesto, pero ha habido un genuino diálogo de buena fe y con disposición a acuerdos de todas las partes.

Trascendió que el gobierno ya cedió en que ninguno de los 6 puntos extra vaya a capitalización individual. ¿Es así?

-No. Trascienden muchas cosas. La oposición planteó un modelo con 6 puntos de ahorro colectivo bajo el formato de cuentas nocionales, donde se asigna una rentabilidad predefinida. Nosotros hemos planteado que es muy importante que una parte de esos 6 puntos vaya a un esquema de ahorro personal, con una rentabilidad real y no ficticia, pero con apertura a que ese ahorro sea administrado por un ente distinto. Ahí puede haber un espacio de encuentro.

¿Pero se refiere a una parte que vaya a capitalización individual propiamente tal?

-Mire, le quiero sacar los nombres, porque eso pone carátulas que hace pensar en algo que no necesariamente es. Hemos dicho que es importante que una fracción relevante de esa mayor cotización sea imputable a las personas y tenga un retorno real. Cómo se administre, estamos abiertos a su discusión. Por lo tanto, es una historia en desarrollo.

¿Se equivocó su sector en 2017 al rechazar la propuesta de reforma de Bachelet, que incluía tres puntos extra de capitalización individual y dos de ahorro colectivo?

-Creo que hoy muchos en la centroderecha firmarían encantados la propuesta de pensiones que hizo la Presidenta Bachelet, pero también es cierto que con espejo retrovisor siempre es más fácil juzgar.

Vuelta a Fase 2 en RM

¿Vienen nuevas ayudas del gobierno por esta vuelta atrás de la RM a Fase 2?

-Lo aprendido y desplegado es una ventaja ante la amenaza de un eventual rebrote. En 2021 tendremos disponible el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) con un enfoque dinámico y local. También seguiremos desarrollando apoyos en otros ámbitos. En los próximos días debiera estar aprobado nuestro proyecto de postergación de créditos hipotecarios con una garantía estatal. Ingresaremos también un proyecto que adapta el Fogape a esta etapa en que se requiere plata para inversión y refinanciamiento de los créditos originales. Además, tenemos una agenda con el BC y la CMF para desarrollar fórmulas que faciliten la consolidación de deudas y el refinanciamiento, de manera de bajar la carga financiera.

¿Y para las personas? Ya han salido varias propuestas de extender el IFE a enero, febrero y marzo.

-En el Presupuesto 2021 dejamos habilitado el poder extender el IFE de manera más dinámica y flexible. Falta que termine la toma de razón y la publicación en el Diario Oficial para que sea ley. Ahí estaremos en condiciones de ir atendiendo esas necesidades en la medida que haya rebrotes. Recordemos además que la misma ley establece un bono especial en diciembre para los beneficiarios del IFE, más de 8 millones de personas, y que tiene un monto adicional para las comunas en cuarentena a fines de noviembre.

¿Pero se activará solo en casos de cuarentena total o podría ser antes, como se está pidiendo ahora?

-Esos son elementos que está definiendo el Ministerio de Desarrollo Social, pero el principio fundamental del IFE, refrendado en el acuerdo del 14 de junio con la oposición, es que es un instrumento que va de la mano de restricciones sanitarias y a la movilidad, relevantes.

¿No corren el riesgo de nuevo de llegar tarde si no actúan pronto?

-Hay que tener claridad sobre dos mensajes: uno, acá hay un aprendizaje. Hemos tenido un año donde hemos ido perfeccionando los instrumentos. Y lo segundo, es dar la tranquilidad de que vamos a estar ahí cuando sea necesario.

Perspectivas 2021

¿Coincide con el BC en que la caída del PIB este año puede ser más profunda, pero también mayor el repunte en 2021?

-Sí, nuestro escenario central también es ese. Tenemos una caída de 5,5% este año y un 5% en 2021 de recuperación. Si bien lo peor de la crisis ya pasó, lo que plantea el BC y vemos nosotros es que persisten focos de incertidumbre asociados a la pandemia. También hay incertidumbres internas asociadas a nuestro debate político, particularmente en un año electoral.

¿La vacuna es un factor que refuerza la recuperación?

-Sin lugar a dudas ayudará tenerla, además que le da una luz a las personas. Pero no hay que pensar que llega la vacuna y al día siguiente está todo bien. Esto tiene un proceso, una logística compleja, una masividad no menor que supone un tiempo de inoculación.

Por lo tanto, para 2021, ¿sigue pesando más la pandemia que el factor político interno?

-La pandemia sin duda, porque la actividad económica y el trabajo van de la mano de recuperar la cotidianidad.

FyF: “Vamos a ingresar pronto un proyecto que va a insistir en poner restricciones a los cambios de fondos”

¿Le preocupa la acción de Felices y Forrados (FyF) y su falta de regulación?

-Me preocupa la falta de regulación de los asesores previsionales y lo hemos dicho, no solo públicamente, sino también mediante proyectos en el Congreso y a través del encargo de un estudio a la Ocde donde recomienda lo obvio: que una actividad como esta tiene que estar regulada. Que los cambios de fondos indiscriminados, sin regulación alguna, generan no solo menores retornos que afectan la construcción de una pensión, sino también efectos negativos para el resto de los afiliados. Un dato: como estos cambios de fondos se han transformado en algo sistemático y muy masivo, las AFP deben tener colchones de liquidez muy importantes. Esa liquidez en caja tiene bajísimo retorno. En el caso del fondo E, por ejemplo, este solo efecto deriva, de acuerdo a la Superintendencia de Pensiones, en 0,7% a 0,8% de menor retorno anual. Entonces, uno no puede dejar esta actividad al libre arbitrio. También hay temas de certificación de estos asesores, publicidad, cuáles son los criterios de recomendación. No nos ha ido bien con las regulaciones propuestas, pero vamos a seguir insistiendo. De hecho, vamos a ingresar pronto un proyecto de ley que va a insistir en poner restricciones a los cambios de fondos.

¿Es una indicación al proyecto que está en el Congreso y que busca regular a estos actores?

-Ese proyecto tenía distintas regulaciones a estos agentes. Varias fueron disminuidas o rechazadas, y una de ellas, que tenía que ver con la limitación a los cambios, fue declarada inadmisible “por ir en contra de las ideas matrices”. No compartimos ese criterio, pero nos comprometimos a retirar esa parte y anunciamos que insistiríamos con un proyecto nuevo, que es lo que haremos en los próximos días. Pero acá, además, hay un problema de conflicto de interés evidente: los cambios de fondos mueven miles de millones de dólares y tienen impacto en el tipo de cambio y en el precio de los activos, lo que puede generar ventajas a la persona que conozca con anticipación esa información. Entonces, por dónde se le mire esto tiene que estar regulado, teniendo siempre a la vista, en primer lugar, el efectos en las pensiones, pero también el impacto en el mercado.

¿Han pedido que se investigue a FyF?

-Nosotros no somos fiscales. Pero sí nos interesa que se avance en la mejor política pública y vamos a insistir en eso.

El superintendente de pensiones dijo que si a estos recomendadores no se les regula, se corre el riesgo de tener charlatanes. ¿Comparte ese juicio?

-Por supuesto que compartimos la preocupación. La asesoría previsional desregulada puede inducir a equívocos a muchos actores. Hemos visto cómo empiezan a surgir casos de personas con reclamos al respecto y el Sernac abrió una investigación. A nosotros nos interesa avanzar en una buena regulación y ojalá en esta nueva insistencia encontremos los apoyos en el Congreso.

“Quien diga que puede convertir mañana el país en el paraíso, miente”

Finalmente, ¿mandarán un proyecto para eliminar exenciones tributarias y cuándo?

-Le he pedido a Rodrigo Vergara, presidente de la Comisión Tributaria, que la primera propuesta que nos hagan sea avanzar en eliminar exenciones tributarias. A partir de ahí haremos un proyecto de ley durante el primer semestre.

¿Y cree que habrá apoyo político, porque antes ha sido resistido?

-A nadie le gusta que le quiten su exención, y por eso hay que tener un debate honesto y serio con los parlamentarios y que ojalá no se diga, como en otras ocasiones, ‘esta no, y esta otra tampoco’.

Después de las exenciones, ¿este grupo no diseñará una reforma tributaria?

-No. Lo que les pedimos fue una hoja de ruta en aras de un sistema tributario simple, justo, eficiente y pro crecimiento. Debemos ir cerrando la brecha de carga tributaria que tenemos con el promedio de la Ocde, de 5 puntos del PIB, a medida que el país vaya cerrando también la brecha de US$ 15.000 de ingreso per cápita, pero eso tiene que ir de la mano con el crecimiento.

¿Y qué se debe hacer para volver a crecer en el mediano plazo?

-Más que nunca, hay que poner la palabra crecimiento en el centro. Para esto, lo primero es confianza, elemento clave para la inversión y el emprendimiento. Y para ello, reglas claras. Por eso es tan importante el respeto de nuestras actuales reglas del juego, de nuestra institucionalidad. Hay también varios desafíos estructurales. Entre otros, una profunda reforma de un Estado que no da el ancho; más competencia en los mercados; combatir la informalidad laboral; nuestra educación y el cierre de brechas que se verán exacerbadas con la pandemia.

Pero son materias que ustedes ya no podrán implementar.

-Todo está demasiado centrado en la inmediatez, pero hay que levantar la mirada. Hay que poner un faro que ilumine la ruta de un barco que navega por aguas turbulentas, ofreciendo un punto de llegada y puertos intermedios. Hay que pensar en hojas de ruta en diversos planos. Una hoja de ruta creíble para los desafíos sociales y económicos. Para la modernización de un Estado al servicio de la ciudadanía y no al revés, algo en lo que hemos ido avanzando. Para combatir la informalidad laboral, tema en el que hemos convocado a un consorcio de universidades. Y esto nos vuelve a llevar al Estado. Nuestra política social exacerba la informalidad. ¿Por qué? Porque si usted pasa de un cierto umbral, ya que recibe un ingreso formal extra, pierde todo el subsidio. Hay que repensar la política social y cómo transformamos cientos de programas en transferencias directas a las personas, con un incentivo a la formalidad y no al revés. Avanzar en la dirección de un impuesto negativo al ingreso que premia la formalización y cuya lógica es la que está detrás del ingreso mínimo garantizado.

¿Todos estos elementos, a su vez, debieran ayudar a reducir la desigualdad?

-Sí. La evidencia comparada muestra que de 4 puntos de reducción del índice de Gini, 3 vienen de las transferencias directas del Estado y uno del sistema tributario. El Gini de mercado en Chile, antes de impuestos y transferencias, es similar al de Alemania o Finlandia. La diferencia está en que ellos corrigen fuerte la desigualdad con transferencias directas, pero nosotros no. Es necesario atender la urgencia, pero no dejemos de levantar la mirada hacia desafíos esenciales. No hay otro camino que el reformismo gradual y eso requiere de hojas de ruta, con etapas creíbles y no con saltos al vacío de ‘te prometo el paraíso’, porque eso lleva al infierno. Aquí no hay magia y quien diga que puede convertir mañana el país en el paraíso, miente.

Pero sectores como el FA y el PC plantean que se debe avanzar mucho más rápido y proponen virajes profundos.

-La evidencia es clara, los saltos al vacío no funcionan. El verdadero reformismo es gradual. Los big bang, pucha que lo sabemos, son fatales. Esta invitación a levantar la mirada, a ponerse un objetivo, apunta a ello. He dicho que Nueva Zelanda podría ser un referente, pero para eso hay que trazarse ese objetivo. De lo contrario, vamos a dar vueltas en círculos, con la inmediatez, la inmediatez, la inmediatez, para llegar siempre al mismo punto, incluso retroceder, en vez de avanzar.

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