La historia de tres pymes afectadas por los saqueos

El balance de las movilizaciones para pequeñas y medianas empresas en los últimos días es preocupante y ascendente. Así al menos lo muestran las cifras de la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech), donde se informa que del millón de micro y medianas empresas, 60% de ellas micro, hay 500 mil empresas en situación delicada, y que su situación se complicará si las movilizaciones siguen escalando esta semana, pensando en que se acerca la fecha en que se realizan los pagos a los trabajadores.

En tanto, el día viernes, el presidente de la Asociación de Emprendedores Latinoamericanos (Asela), Juan Pablo Swett, hizo un llamado a las grandes empresas a pagar el día lunes "el mayor número de facturas que puedan", para que así las pymes cuenten con los recursos para pagar sueldos esta semana. El llamado ha tenido acogida de algunas empresas, que se comprometieron a adelantar algunos pagos.

En pleno Peñalolén se encuentra Carnes Lav, pequeña empresa que el sábado en la madrugada fue víctima de un saqueo. Su dueña, Carolina Gallegos, relata que fue poco lo que les quedó en el local para seguir operando. Sin embargo, lograron reabrir y han estado operando, mientras que al mismo tiempo, se encuentran reparando los daños que se ocasionaron para atender a la gente del barrio. Sin embargo, cada noche retiran los insumos por miedo a que vuelvan a entrar al local.

Carolina calcula que se llevaron más de $5 millones en carnes. Esto, sin contar balanzas que se llevaron, cortinas rotas y vitrina destrozada. Uno de los mayores temores que tiene, es que no cuentan con un seguro, por lo que las la situación es más compleja y genera incertidumbre. Por lo mismo, señala que el problema vendrá en noviembre cuando tengan una mayor deuda y no sepan cómo pagarla. Actualmente, cuentan con cinco trabajadores, que ella descarta por el momento que serán despedidos, sin embargo, sinceró que "si el tema sigue así, nosotros vamos a tener que cerrar la carnicera, porque está muy complicado". Agregó que "estamos viendo el camino para solucionarlo, es complicado el tema", asegura la dueña de la carnicería.

Este es uno de los dos locales que tiene su familia. El otro, ubicado en Nuñoa, es resguardado todas las noches por su marido y su hijo.

Un duro relato cuenta Andrés Vera, dueño de la Barbería V&M ubicado en un stripcenter en Quilín con Tobalaba. Su local, al igual que otras miles de pymes, fue saqueado en medio del estallido que vive Chile.

Así, señala que perdieron todo, donde el mayor valor estaba en los insumos que utilizaban y también en la infraestructura del local. Calcula que tuvieron pérdidas por unos $2 millones.

Los tres trabajadores de la tienda tuvieron que ser despedidos, lamenta Andrés. "Dada la situación, tuvimos que hacerlo. Nos vimos afectados y tuvimos que reducir el equipo". Sin embargo, es positivo y cree que si la situación mejora, podrá volver.

Pero uno de los mayores problemas que tiene el dueño del local, es que no cuenta con seguro, por lo que dificulta la vuelta en operación de Barbería V&M. A esto se le suma que ha conversado con los propietarios de la inmobiliaria que opera el stripcenter, y señala que no ven una pronta vuelta a la realidad.

"Parece un pueblo fantasma, está todo cerrado, quebrado, vidrios en todas partes, vitrinas rotas, basura... Claramente, no se puede abrir todavía, además tampoco hay seguridad".

Andrés cuenta, además, con otro local que sigue operando.

Fue a las tres de la madrugada del domingo cuando comenzó el saqueo de una de las sucursales de Farmacia Naturland, situada en la calle Concha y Toro, en la comuna de Puente Alto. La dueña de ese local, Paula Espínola, relata que fueron varias horas en que estuvo viendo, a través de las cámaras de seguridad de su local, como salía y entraban personas cargadas con los productos naturales que ella vende.

Paula explica que fueron más de 20 personas las que saquearon el local, ocasión en que se llevaron más del 80% de sus productos, lo que se traduce en pérdidas sobre los $10 millones. Esto, además, de vidrios y computadores rotos.

Sin embargo, Paula a diferencia de otras pymes, sí cuenta con seguro, por lo que tiene una mayor tranquilidad por el futuro de su local en el que trabajan 20 personas. Al respecto, descartó despidos, pues el valor que le tiene a su equipo es superior a las pérdidas.

Para poder pagarles este fin de mes, sostiene que ella sigue trabajando en otro local donde vende flores de Bach. Eso, junto a lo que se había vendido en el mes -anterior a la crisis que se vive en el país-, cree que podrá ser suficiente para cumplir con su equipo. Sin embargo, sincera, que la otra posibilidad, que también es alta, es pedir un crédito en el banco.