La ruta del dinero físico: cómo funciona el transporte de valores en el país

MLNPCT=52534504 () - La Cuarta - 20151105 - CAMION DE SEGURIDAD BRINKS - GUARDIAS DE CAMION DE SEGURIDAD BRINKS- CAMION DE VALORES ESTACIONADO -

La semana pasada robaron un millón de euros y US$14 millones en las cercanías del aeropuerto, dinero que Scotiabank, Santander y BancoEstado habían solicitado a Bank of America. ¿Pero cómo funciona realmente el transporte de valores en el país?


Remesas por un millón de euros y US$14 millones era lo que estaban esperando el lunes Scotiabank, BancoEstado y Santander, dinero que les envió Bank of America desde EEUU, y que sería repartido a cada banco prácticamente en partes iguales. Sin embargo, la plata no llegó.

La razón es conocida: el lunes hubo un atraco “profesional” en las cercanías del aeropuerto, donde en solo tres minutos, asaltantes ingresaron a la bodega Aerosan, de propiedad de American Airlines y Saam (del grupo Luksic), y se llevaron el botín. Todo ello ocurría en momentos en que un vehículo de Brinks estaba a la espera del dinero.

Como a los bancos no les llegó el pedido, no corresponde a ellos responder por esta pérdida. Es más, al día siguiente ya se les había devuelto lo que pagaron por el encargo. Por otro lado, el robo representa sólo el 0,05% de las ganancias que obtuvo el año pasado Bank of America, por lo que el banco norteamericano no estaría interesado en presentar una denuncia, considerando que también tenían seguros comprometidos. Eso sí, la aseguradora podría judicializar el caso si así lo desea.

¿Pero cómo funciona el sistema de transporte de valores en el país? Estos pedidos de dólares son muy frecuentes entre los bancos locales. De hecho, cada banco los hacen varias veces al año. Algunos hacen la solicitud directamente a la Reserva Federal, y otras entidades usan intermediarios como Bank of America u otros bancos estadounidenses, quienes, a su vez, solicitan a la Fed el monto requerido para enviarlo por avión al país.

Los aviones que se usan para estos paquetes son de todo tipo, incluso comerciales, y una vez que llega el dinero, debe pasar obligatoriamente por una bodega para poder hacer una revisión. En todo este proceso, los vehículos de transporte de valores no están autorizados para llevar el dinero, pues se encuentran en terreno de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC). Es por este motivo que finalmente Brinks no fue el responsable del robo, ya que el dinero aún no estaba en su poder al momento del atraco.

Justamente, una de las críticas que hacen los vigilantes que trabajan en los vehículos blindados de transporte de valores, es que la DGAC no les permite usar armas en la losa del aeropuerto ni en las bodegas, por lo que estarían en desventaja en caso de tener que enfrentar un asalto. Así, generalmente envían un vehículo a recoger el dinero a la bodega, mientras los vigilantes armados en el auto blindado esperan justo afuera del terreno de la DGAC.

El transporte de valores en el país no ocurre solo desde el aeropuerto. De hecho, la mayoría de los viajes se hace por tierra, salvo cuando se trata de las regiones más alejadas de la capital, o cuando los clientes prefieren no pagar avión para transportar monedas, porque el peso encarece el precio.

Los valores

Tal vez el último robo de madrugada que se produjo a un vehículo de transporte de valores en Chile, fue el 27 de octubre de 2014: a las 1.30 horas, los vigilantes de la empresa Prosegur estaban bajando el dinero para cargar cajeros automáticos del mall Plaza Sur, en la comuna de San Bernardo. En ese momento, llegaron unos siete asaltantes y se llevaron más de $530 millones.

Ese es sólo un ejemplo de una ola de robos que hubo por muchos años en el país, y que tenían algo en común: eran de madrugada, y se concretaban al descargar el dinero en los mall. Fue por ese motivo que en noviembre de 2014 el Ministerio del Interior, encargado del transporte de valores, promulgó un nuevo decreto para regular este sector, donde se prohíbe que estas empresas trabajen de madrugada. Desde entonces, el horario que rige empieza a las 7.00 y termina a las 23.00, salvo en ocasiones especiales y con previa autorización de Carabineros.

Las empresas que transportan valores en el país (Prosegur, Brinks, Loomis, LGS-Global Security) generalmente llevan billetes, y en menor medida les toca transportar monedas, el peor dolor de cabeza de los vigilantes, pues son cajas pesadas, y que les obliga ocupar ambas manos, por lo que no tienen tanta agilidad para poder usar un arma en caso de ser necesario. En ocasiones más reducidas, también hacen otro tipo de transporte de valores, como metales, cuestión que generalmente ocurre en zonas mineras del norte del país.

Como el uso del dinero físico ha disminuido significativamente en países desarrollados, estas empresas en el extranjero se han reinventado y han decidido comenzar a transportar otro tipo de objetos, como celulares, cuadros, y relojes de alto valor. Sin embargo, en Chile la transaccionalidad con billetes está sobre el 50%, por lo que en el país aún no es común ver este tipo de transportes.

Uno de sus mayores clientes son los bancos, quienes gastan grandes sumas por transporte de dinero. Es más, es uno de los cinco ítems donde registran los mayores gastos generales de administración: los principales seis bancos del país medidos por colocaciones, en 2018 gastaron la suma de $57.583 millones en el servicio de vigilancia y transporte de valores.

Pero no son los únicos clientes, pues a estas firmas también les toca transportar dinero de empresas que acumulan mucho efectivo, como retailers, supermercados, peajes, entre otros. En estos casos, los vigilantes van a buscar el dinero, y generalmente lo llevan directo al banco de cada firma. En caso de que los alcance la noche, el dinero es llevado a las bóvedas que tienen cada empresa de transporte de valores, y al día siguiente se hace el depósito.

El cliente más estricto en materia de seguridad, es el Banco Central (BC). De hecho, cuando llegan los vehículos blindados a las dependencias del BC, muchas veces todo ello es coordinado con Carabineros, quienes ayudan a resguardar el ingreso del dinero. Es más, los vigilantes no tienen permitido entrar a las bóvedas, y se les hace un chequeo estricto antes de su ingreso, inclusive al vehículo que traen.

Modus operandi

Son dos turnos los que hacen los vigilantes, unos trabajan de 7.00 a 15.00 horas, y el segundo grupo lo hace desde las 15.00 a las 23.00 horas. Cada vigilante tiene asignada una planta, donde está la Tesorería de la empresa y la bóveda. Al llegar al lugar, reciben la instrucción de un supervisor, quien recién ahí les asigna el recorrido del día, ya que por motivos de seguridad ningún viaje es planificado con mucha anticipación.

La idea es que el recorrido siempre sea dentro de una misma comuna, y los autos blindados van cargados con todo lo que necesitan para el día: el dinero que tienen que llevar a los distintos destinos, un chaleco antibalas, y los revólver que deben ser máximo de calibre 38, pues es lo que les permite Carabineros.

En el vehículo siempre tienen que ir cuatro personas: el conductor, que nunca puede bajarse del vehículo; el acompañante del conductor, quien se baja del vehículo, pero no entra al lugar donde se entrega el dinero, pues se queda afuera de la puerta, con visión al auto y los vigilantes que ingresan al lugar; el vigilante encargado de entregar el dinero; y un cuarto vigilante que resguarda a este último.

La mayoría de las ocasiones también los acompaña algún otro auto que va siguiendo al camión blindado, donde hay otros dos vigilantes armados.

Pero para que todo esto ocurra, el trabajo empieza antes. Cuando un cliente le hace un encargo a una empresa de transporte de valores, primero el supervisor le entrega esta información a un programador, quien planifica la ruta que tendrán que hacer los autos blindados, y al día siguiente se entrega este documento a los vigilantes.

Con todo, la cantidad de dinero que se transporta por camión tiene un tope, pero no es por ley, sino más bien, según el seguro que contrata cada compañía de transporte de valores, y lo que éste les cubre.

De hecho, Lionel Soffia, presidente para Latam de la corredora de seguros y reaseguros Gallagher, cuenta que “los montos asegurados a través de seguros de remesas pueden ser ilimitados, ya que aquello dependerá del precio que las empresas estén dispuestas a pagar”. Como son altos valores asegurados, Soffia comenta que en Chile funciona el sistema de reaseguro del extranjero, con grandes reaseguradoras como Suisse Re Group, Munich Re o instituciones como Lloyds.

Desde AON dicen que los límites contratados por las empresas de transporte de valores van desde US$15 millones a US$500 millones. En ese sentido, agregan que en Chile ha subido el valor de estos seguros en los últimos años, “principalmente por la alta siniestralidad en la cobertura de robo de dinero cometido por terceros, si bien no es un seguro con alta frecuencia en su siniestralidad, la severidad en las pérdidas hace que este tipo de seguro suba cada vez más”.


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