Las idas y vueltas de Julio Friedmann, el nuevo gerente general de Enap

Julio Friedmann, asumirá en noviembre como nuevo gerente general de Enap.

Se fue al exilio con sus padres en 1973, regresó a Chile a fines de los 80 y desde aquí ha ejercido cargos de alcance regional para dos multinacionales. Renunció a la petrolera estatal a comienzos de 2005 −después de tres años en que ocupó distintos posiciones ejecutivas− y retornará en un par de semanas, esta vez para asumir la gerencia general.


“¡Gracias! Con tal que Deportes Magallanes gane la promoción, seré feliz”. Así contestó Julio Friedmann Encina una felicitación en LinkedIn por su reciente nombramiento como gerente general de Enap, que asumirá el 7 de noviembre. Dicen que el cariño por esta camiseta lo heredó de su padre, Claudio Friedmann, más conocido como “El Moro”, exejecutivo de Codelco Chuquicamata que tras el golpe militar en 1973 debió huir del país con su familia, por su filiación comunista, como relata la diputada Carmen Hertz en su libro La historia fue otra. Memorias (2017).

El anuncio del arribo de este ingeniero civil industrial de la Universidad de Chile −a través de la empresa de head hunting Seminarium− tuvo buena acogida en la petrolera. El sindicato de trabajadores de Enap Magallanes destacó sus capacidades y trayectoria como su conocimiento previo de la empresa, donde ejerció distintos cargos entre abril de 2002 y marzo de 2005. Claro que eso no garantiza relaciones fáciles; su presidente Carlos Aro planteará “la necesidad de una reestructuración profunda al interior de la empresa que apunte a cambios sustanciales, en sintonía de lo que es el manejo de una empresa del Estado”.

Quienes han trabajado con él coinciden en que es muy inteligente, comprometido y reflexivo. Está casado con la también ingeniera civil Tatiana Camps, con quien tiene una hija y dos hijos de entre 21 y 12 años; se conocieron en la universidad. Camps está dedicada a dictar talleres sobre procesos de transformación organizacional y de liderazgo femenino y ha escrito varios libros sobre el tema.

Siete años en Zaire

Friedmann salió a los tres años rumbo a Argentina con su familia y luego a Zaire (actual República Democrática del Congo), donde vivió siete años: su padre, ingeniero civil, fue contratado para realizar proyectos sanitarios e hidráulicos para el PNUD. Estudió en un colegio belga y aprendió el idioma francés. Cuando su hermano partió a la universidad en Francia, lo acompañó para terminar la secundaria en un colegio público. Tras un paso por Canadá, volvió a Chile y terminó sus estudios en la Alianza Francesa. Sin militancia política, integró el Centro de Estudiantes de Ingeniería de la Universidad de Chile que en 1991 encabezó Rodrigo Bitar, hijo de Sergio Bitar.

Su carrera profesional partió en el semillero de jóvenes reclutados por Matías de la Fuente, entre egresados de ingeniería, o en vías de hacerlo, para conformar en marzo de 1994 el grupo de asesores que acompañaría a Ricardo Lagos como ministro de Obras Públicas. Le tocó acompañarlo a una reunión de la Apec en Japón, que incluyó una gira por Europa.

En 1996 Friedmann se fue a estudiar un MBA al MIT con la Beca Presidente de la República y volvió a la cartera en 1998 para cumplir con el requisito de trabajar cuatro años en el Estado. Justo ese año, Lagos se fue para ser candidato presidencial; lo sucedió Jaime Tohá (agosto de 1998-marzo de 2000), quien fusionó los cargos de jefe de gabinete y jefe de asesores y se lo ofreció. Tiempo después debió declarar como testigo en el caso MOP-Gate.

Tohá dice de Friedmann: “Tengo una buena opinión profesional y personal. Es muy dedicado, disciplinado y exigente. Como ya conocía Enap y ha desarrollado una gran trayectoria en multinacionales importantes, creo que es una buena designación y será un gran aporte”. De hecho, él dio referencias a José De Gregorio, quien lo contrató en marzo de 2000 como jefe de gabinete cuando asumió como triministro de Economía, Minería y Energía. Lo asesoró en lo relacionado con los gobiernos corporativos del Sistema de Empresas Públicas (creado en 2001), Codelco, Enap y Enami, que entonces eran presididas por ministros. Hasta la fecha sigue en contacto con De Gregorio y practican running juntos: una de las aficiones de Friedmann es participar en maratones al año. Zaragoza y Londres fueron las de 2022.

Gerente y mediocampista

Su siguiente paso fue Enap. Daniel Fernández, gerente general desde 2000, lo contrató en 2002 como gerente de servicios compartidos, y recuerda que “hizo un excelente trabajo y redujo costos”. Esta gerencia abarcó inicialmente las áreas de abastecimiento, contratos, servicios generales y tecnologías de la información para la mayoría de las filiales. Un ingeniero que estuvo bajo su mando define su liderazgo como conciliador y de trabajo en equipo: “No era fácil unificar todos los servicios, dadas las distintas culturas de Punta Arenas, las refinerías y Santiago. Nos llevó a tirarnos en balsa y organizó un viaje en tren para que nos acostumbráramos a trabajar juntos”, dice. Cuentan que es vegetariano y que fue mediocampista del equipo de fútbol Alkilatos, con colegas del piso 9 de la casa matriz. Después asumió la gerencia de inversiones y nuevos negocios y de ahí pasó a la gerencia comercial.

Cuando en junio de 2004 Daniel Fernández asumió la dirección ejecutiva de TVN, Enrique Dávila subió a la gerencia general y nombró a Friedmann en el puesto que dejó vacante: gerente de la línea Refinación, Logística y Comercialización (downstream), encargada de la producción de combustibles y la infraestructura logística para transporte y almacenamiento. Entre sus lineamientos estaban internacionalizar los negocios del área; fortalecer la posición comercial y hacer mejoras estructurales en las refinerías. Ese año la división invirtió US$ 154 millones, centrado en las refinerías de Aconcagua y Biobío. También participó en la compra de Shell Perú (165 estaciones de servicio en Lima y en la región costera de ese país) por parte de Enap Refinerías S.A.

En febrero de 2005, Dávila fusionó algunas gerencias y designó a Julio Friedmann a cargo del Proyecto Gas Natural Licuado, pero este renunció a la empresa en marzo.

Cuatro meses después asumió como presidente ejecutivo de Alstom Chile, un cargo que incluía Alstom Perú y la dirección de Energía. Los contactos en la comunidad gala, el manejo del idioma y su trayectoria le sirvieron para convertirse en el primer chileno en ocupar esa posición. Permaneció una década en esta firma dedicada a fabricar trenes y metros, componentes e infraestructura, en la que llegó a ser presidente ejecutivo para el Cono Sur. Alstom ha participado en la instalación de centrales eléctricas y ha suministrado vagones del Metro de Santiago y del Merval.

En noviembre de 2015, la estadounidense General Electric (GE) completó la compra de los negocios de energía y redes de Alstom y Friedmann pasó a ser su nuevo CEO en Chile. En 2018 lo nombraron, además, director comercial de tecnologías eólicas para América Latina. Y en un par de semanas aterrizará en Enap, esta vez para liderar la gestión y con el desafío de mantener los esquivos números azules en un complejo escenario interno y externo.

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