Ministros aprueban avanzar en ley que permite reutilizar aguas grises para regar cultivos

El Consejo de Ministros para la Sustentabilidad y el Cambio Climático decidió unánimemente avanzar en una propuesta de proyecto de ley que permitiría reutilizar aguas grises para el regadío de cultivos agrícolas como árboles frutales, cereales, viveros, cultivos industriales, entre otros. De esta forma, el proyecto queda habilitado para ser presentado en el Congreso.

Este proyecto modificará la ley N°21.075 para permitir el uso de aguas provenientes de tinas, duchas, lavamanos, lavaplatos, lavavajillas y lavadoras de ropa, en cultivos agrícolas, exceptuando los de frutas y verduras que crecen a ras de suelo o que se tienden a consumir crudas.

De acuerdo a un comunicado emitido por el Ministerio de Medio Ambiente, estudios internacionales calculan que “a nivel global unos 20 millones de hectáreas se abastecen de aguas residuales tratadas, equivalente al 7% de las tierras de regadío”.

La ministra de Medio Ambiente, y presidenta del consejo, Maisa Rojas, señaló que “la mega sequía que afecta por más de 13 años a Chile es uno de los principales efectos del cambio climático en el país. Por eso es urgente avanzar en medidas que nos permitan usar de mejor manera el agua disponible. Este proyecto de ley permitirá hacer un uso más eficiente de este recurso sin poner en riesgo a la salud de las personas”.

Por otro lado, los ministros dieron el visto bueno para avanzar en la creación de un Plan de Recuperación, Conservación y Gestión de Especies (RECOGE) para el Queule, un árbol nativo declarado “En peligro” y que fue afectado por los incendios en las regiones de Maule, Ñuble y Biobío.

De acuerdo al Ministerio de Medio Ambiente, “el plan tiene como meta que en un plazo de 10 años se mantenga la extensión territorial de la especie, aumentando en un 10% el tamaño de la población de individuos maduros y el área de ocupación de la especie aumente al menos en un 10%, respecto de la línea de base registrada al inicio del plan”.

Además, el consejo aprobó el decreto que actualiza e incorpora nuevas especies marinas al Comercio Internacional de Especies Amenazas de Flora y Fauna Silvestre (CITES), un acuerdo internacional cuyo objetivo es que el comercio entre países de especímenes de animales y plantas silvestres no constituya una amenaza para la supervivencia de las especies.