Pulso

Paul Volcker, ex presidente de la Fed: "No creo que veamos ningún impulso mágico del crecimiento en Estados Unidos"

Aunque parte de la nueva regulación de Wall Street lleva su nombre, la "regla Volcker", el ex líder de la Reserva Federal (1979-1987) y quien liderara el Consejo para la Recuperación Económica tras la crisis financiera, se muestra partidario de una revisión.

El personaje

Sentado en primera fila, Paul Volcker ha visto pasar frente a sus ojos más de medio siglo de historia económica en Estados Unidos, desde que trabajó como asistente en el departamento de investigación de la Reserva Federal de Nueva York entre 1949 y 1950, los años de la post guerra, hasta que en 2011 fue nombrado como presidente del Consejo Asesor para la Recuperación Económica, creado por Barack Obama en respuesta a la crisis financiera. Pero, sin lugar a dudas, son sus nueve años en la presidencia de la Fed los que marcaron su carrera. Asumió el cargo en 1979 bajo la presidencia del demócrata Jimmy Carter, en un año en que la inflación escaló sobre 13%, y la entregó en 1989 bajo el mandato del republicano Ronald Reagan, con un avance en los precios de 4,8%.

[ze_adv position="adv_300x100" ]

Su figura comenzó a distinguirse desde que encabezó la Fed de Nueva York en mayo de 1954, año en el que The New York Times lo calificaba como un "pragmático monetario", agregando que tenía "simpatía filosófica" con el entonces presidente de la Fed, Arthur Burns.

Pero no hizo falta mucho tiempo para que Volcker tomara distancia. Después de sólo tres meses en el cargo, discrepó con Burns en el Comité de Política Abierta de la Fed, al indicar que el enfoque que él consideraba correcto era "mantener las tasas de interés bastante firmes", para controlar los precios que para ese entonces aumentaban a una tasa anual de 6,5%.

[ze_adv position="adv_300x250-A" ]

El tiempo le daría la razón a Volcker, quien el 24 de julio de 1979 se reunió con Carter en la Oficina Oval para hablar de la vacante que se abriría en la presidencia del central, mientras los precios seguían fuera de control. Al día siguiente, a las 7:30 de la mañana recibió la llamada con la oferta del cargo.

"Si vamos a progresar y prosperar, necesitamos una sensación de confianza, de que estamos avanzando hacia la estabilidad de precios en el país", dijo Volcker, en su primera conferencia de prensa a la cabeza de la Fed, siendo uno de los primeros en comprender la importancia de las expectativas, que para ese entonces no consideraba la línea keynesiana.

[ze_adv position="adv_300x250-B" ]

Durante su mandato, Volcker elevó el objetivo de los fondos federales de alrededor de 11% hasta 20%, gracias a lo cual la inflación cayó de más de 14% en 1980 a menos del 3% en 1983. Sin embargo, el descenso en los precios llegó tarde para Carter, que ese año perdía las elecciones frente a Reagan.

Para ese entonces, el triunfo de Volcker sobre la inflación había sentado las bases para un crecimiento económico estable, lo que a su vez le permitió consolidar la independencia del central. Así, no titubeó cuando tuvo que enfrentarse a Reagan, dejando claro que las políticas restrictivas seguirían hasta que el mandatario tomara en serio la reducción del déficit.

[ze_adv position="adv_300x250-C-net" ]

De hecho, en el libro "Volcker: el triunfo de la persistencia", cuentan que cuando Reagan trató de subordinar a la Fed, Volcker exigió una reunión en solitario con él, tras lo cual el mandatario emitió una declaración conciliatoria y meses más tarde firmó un proyecto de ley para aumentar los impuestos y moderar el déficit.

"Es difícil pensar en un jefe de la Fed que actúe de manera independiente desde entonces, con Alan Greenspan acercándose hasta entonces al secretario del Tesoro Robert Rubin y Ben Bernanke aferrándose a los secretarios Hank Paulson y Tim Geithner", indica William Silber, autor del libro.

Tras dejar el central 1989, Volcker se mantuvo atento al trabajo de la Fed y criticó duramente la desregulación del sistema financiero en los '90, que se cuentan entre las causas de la crisis financiera de 2007 y 2008. Fue para ese entonces que el ex presidente de la Fed volvió a escena, como el gurú económico de Obama para enfrentar los tiempos difíciles.

La entrevista

"Es como pornografía: lo sabes cuando lo ves". Con esas palabras describía Paul Volcker, ex presidente de la Reserva Federal, a la especulación financiera riesgosa frente al Comité de Banca del Senado de EEUU, cuando en febrero de 2010 la bancada republicana cuestionaba lo que consideraban una represión reguladora de marca mayor.

Varios de los puntos que se discutían en ese encuentro en el Capitolio quedarían transformados en ley seis meses después. El 21 de julio de ese año el entonces presidente Barack Obama firmaba la ley Dodd Frank, en la que tuvo una importante influencia Volcker, el elegido del mandatario para comandar el Consejo Asesor para la Recuperación Económica tras la crisis financiera.

A 10 años de la crisis y a sus 89 años, Volcker analizó en entrevista con PULSO el curso de la nueva regulación y el proceso de recuperación que ha experimentado la primera economía mundial.

Y aunque el gobierno de Donald Trump aspira a alcanzar un crecimiento de 3%, después del avance de 1,6% del año pasado, el antecesor de Alan Greenspan, Ben Bernanke y Janet Yellen apuesta a que la economía seguirá avanzando a paso lento, siguiendo el ritmo de la recuperación y la economía global.

Usted fue el presidente del Consejo Asesor para la Recuperación Económica bajo la administración de Obama, ¿cuál es su auto evaluación?

-La crisis financiera significó un gran shock para la economía mundial y para el sistema financiero, lo que requirió de una enorme intervención del gobierno. Se logró impulsar una recuperación relativamente lenta, porque gran parte del sistema financiero estaba trastornado. Así, pudimos continuar con la recuperación, pero de manera lenta.

¿El gobierno y el consejo que presidió podrían haber hecho algo para acelerar el proceso de recuperación?

-Hablando en particular de EEUU, ahora estamos con pleno empleo, pero no teníamos ni tenemos una bola mágica para generar impulsos en el crecimiento. Además, el incremento de la productividad ha sido bastante lento y no hay nada en curso que sugiera que esto cambie de un momento a otro. Por el contrario, tenemos muchas amenazas de largo plazo en la economía, muchísimo potencial de que crezcan los gastos en salud y seguridad social, mientras seguimos con un pesado déficit fiscal, de todo lo cual nos tenemos que hacer cargo. No creo que veamos ningún impulso mágico del crecimiento en el corto plazo.

Aún cuando se ha observado una recuperación económica, la clase media sigue reclamando que no han tenido mejoras significativas en su situación, ¿se debieron haber tomado más medidas en ese sentido?

-Es un asunto del que debemos preocuparnos, tenemos demasiada desigualdad de ingresos. Tenemos algunos enormes desequilibrios, en el mundo de las finanzas y en el gobierno.

Hemos vivido en un mundo de rotación de burbujas por los últimos 40 años, ¿ve alguna en formación en este momento? De ser así, ¿está mejor preparado el sistema financiero?

-No estoy tan cerca de los mercados como lo solía estar. Pero no me parece que ahora estemos en medio de alguna burbuja en la economía estadounidense de la magnitud de la inmobiliaria o la que tuvimos 20 años atrás. Lo que más preocupa es el creciente déficit. Por otra parte, hay una sobre construcción en EEUU y otros países, pero ha sido un mercado bastante exitoso en los últimos años, hemos visto un aumento muy importante en los precios de la vivienda y en la construcción de la vivienda, esto podría llegar a retroceder, pero no va a ser el mismo shock de la crisis de 2007 y 2008. No estoy esperando una crisis a la vuelta de la esquina.

La regla con su título personal

Una de las prioridades de la administración de Trump, en su agenda de impulso al crecimiento económico, es la desregulación del sector financiero. En ese marco, uno de los blancos de críticas más recurrentes es la Regla de Volcker, impulsada por el ex cabecilla de la Fed, que prohíbe a la banca llevar a cabo operaciones especulativas con dinero de sus clientes para sus propios beneficios.

Mientras la Casa Blanca alega lo pesado de la regulación, la industria la considera complicada y varias entidades han recibido autorización para aplazar su implementación. Además, un estudio de la Fed consideró que podría tener un efecto perjudicial sobre la liquidez de los bonos corporativos, mientras que los bancos estarían menos dispuestos a proporcionar liquidez durante tiempos de estrés.

¿Se cometieron errores de diseño en la Regla Volcker?

-La regla, básicamente, está siendo implementada. Los bancos tienen un cierto margen de maniobra en la eliminación de ciertas actividades que pueden llevar adelante en el futuro, fondos de cobertura y fondos de renta variable, pero no se están comprometiendo con nada de esto, están continuando con las prácticas del pasado.

Hay muchas preocupaciones sobre algunas complicaciones y dificultades respecto a la administración de esta regla. Realmente espero que quizá algunas de estas preocupaciones puedan ser remediadas en el período que viene.

Donald Trump ha dicho que Dodd Frank es un desastre y busca retroceder en la regulación de Wall Street, ¿hay posibilidades de que cumpla lo prometido?, ¿ve algún espacio para cambios?

-No creo que vaya a haber una reducción masiva de la regulación o un cambio realmente significativo. Sin lugar a dudas hay espacio para adaptaciones dada la situación actual. Por el momento, me parece que hay un problema de sobre regulación para los pequeños bancos, que están bajo reglas muy agresivas en la ley. También hay espacio para cambios en la organización de regulación financiera, ya que tenemos muchas regulaciones solapadas que se topan entre sí.

Es claro que podría haber algunos cambios para mejorar la regulación, pero dudo que el Congreso sea capaz de hacerlo. Pasados cerca de 10 años vendrá un período de revisión más exhaustivo, pero incluso ahí dudo que vayan a haber cambios muy revolucionarios.

Usted era partidario de que se reinstalaran los límites entre la banca comercial y de inversión, ¿sigue creyendo que es lo mejor para la estabilidad del sistema?

-Es muy difícil volver atrás, hay muchas complicaciones. De todas maneras, me parece bien que sea un tema de debate. Lo único que yo puedo decir al respecto es que si nosotros separamos la banca de inversión de la banca comercial, no debería haber expectativas razonables respecto a nuestra capacidad de supervisar de cerca a los grandes bancos de inversión como sí lo hacemos ahora. Habría que cerrar algunos focos de supervisión y abrir otros, lo que no me parece que vaya a funcionar.

COMENTARIOS

Para comentar este artículo debes ser suscriptor.

¡Oferta especial vacaciones de invierno!

Plan digital $990/mes por 5 meses SUSCRÍBETE