Pulso

Premier ruso se alinea con el capitalismo de estado

Catherine Belton en Moscú

EL PRIMER MINISTRO RUSO, Vladimir Putin, se ha propuesto una visión económica de Rusia basada en el capitalismo de Estado y de gobierno fuerte y paternalista en su búsqueda por volver a la presidencia y en medio de protestas sin precedentes contra su gobierno.

En un largo artículo en el diario ruso Vedomosti, medio asociado de Financial Times, el premier ruso dio pocas señales de su intención de poner en práctica medidas para impulsar la competitividad económica, exigidas por su cada vez más notoria clase empresarial.

En cambio, afirmó que los conglomerados estatales deben ser los conductores de una transición hacia una economía altamente tecnológica que Rusia debe realizar para sobrevivir en momentos de "cambios fundamentales" en la economía global. "Estamos viviendo un período de cambios drásticos en la economía mundial. Nunca antes la tecnología había avanzado tan rápido. Lo que vemos hoy habría parecido ciencia ficción hace sólo quince años", escribió en la columna.

Citando a China y a Corea del Sur como ejemplos de países que han logrado modernizar sus economías, Putin defendió las empresas estatales creadas bajo su presidencia y afirmó que sólo el Estado estaba en condiciones de asegurar el financiamiento para la innovación de alto riesgo necesaria para reducir la dependencia de Rusia sobre los precios de las materias primas. "Para Rusia, sería inadmisible no tener una economía que pueda garantizar la estabilidad, la soberanía y un nivel de vida digno", escribió. "Necesitamos una nueva economía con industrias competitivas e infraestructura, un sector de servicios desarrollado, y un sistema agrícola eficaz. En definitiva, una economía que aproveche la tecnología moderna", apuntó.

Descartando las frecuentes críticas de que el estado es ineficiente en fomentar la innovación, Putin dijo que las empresas privadas se habían mostrado dispuestas a asumir los riesgos. Aunque admitió que la mayoría de las empresas estatales no habían demostrado la competencia hasta el momento, afirmó que "no tenemos intención de dejar lo que comenzó a mitad de camino". Analistas y críticos dicen que este artículo de Putin no logró hacer frente a las expectativas de que podría adoptar una agenda más liberal para dar cabida a una clase media que está protestando contra el "amiguismo" que el capitalismo de estado ha fomentado hasta ahora.

"Este no es un Putin 2.0. Ni siquiera es un Putin 1.0… es un Putin 0.1", afirmó Sergey Aleksashenko, ex banquero central que ahora es jefe de investigación macroeconómica en la Escuela Superior de Economía de Moscú. "Puedo entender que en ciertos países la innovación puede ser impulsada por las empresas estatales, pero no en Rusia donde el gobierno es corrupto y los puestos en las compañías estatales son llenados con amigos y parientes de las autoridades", agregó.

"Este es un paso atrás", dijo Igor Yurgens, director de un think tank liberal que ha tratado de orientar las políticas más liberales de la presidencia de Dmitry Medvedev. En el artículo, Putin admitió la "corrupción sistemática" que entorpecía a las empresas.

© The Financial Times Ltd. 2011
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