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Richard Thaler, pionero de la economía del comportamiento, se queda con el Nobel 2017

La influencia de su trabajo se plasmó en políticas implementadas por Barack Obama y David Cameron.

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Mientras la generalidad de los economistas basaban sus análisis en la idea de que en el mercado interactuaban actores racionales, hace 40 años Richard Thaler comenzó a trabajar en sesgo y las tentaciones que determinan las decisiones humanas en esta área, estudio que ayer le valió convertirse en el ganador del Premio Nobel de Economía 2017.

Pionero en lo que hoy se conoce como el campo de la economía del comportamiento, este profesor de la Booth School of Business de la Universidad de Chicago tuvo que soportar por años el desprecio de sus pares, hasta que sus teorías comenzaron a hacer sentido no solo a los expertos, sino que también a autoridades políticas de la talla de Barack Obama y David Cameron, quienes incorporaron en sus análisis y desarrollo de políticas la "teoría de los empujones".

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"Las contribuciones de Richard Thaler han construido un puente entre los análisis económicos y los análisis psicológicos de la toma individual de decisiones", señalaron los miembros de la Academia Real Sueca de Ciencias, cuando anunciaron al ganador del Nobel, que se lleva junto con el galardón un total de 9 millones de coronas suecas (o US$1,1 millones).

"Sus hallazgos empíricos y conocimientos teóricos han sido decisivos en la creación de la nueva y creciente área de la economía conductual, que ha tenido un impacto profundo en muchas de las áreas de la investigación y políticas económicas", agregaron.

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"Arquitectura de elección"

En conferencia de prensa desde su casa de estudios, Thaler celebró el reconocimiento y dijo: "Creo que el impacto más importante (de mi investigación) es el reconocimiento de que los agentes son humanos y que los modelos económicos deben incorporarlo".

Y es que la incorporación que hace de conceptos psicológicos para comprender el comportamiento económico marca un antes y un después en la disciplina donde ayer consiguió la mayor distinción. Por ejemplo, desde el punto de vista de Thaler, los jóvenes se comportarían racionalmente si el dinero que gastan en smartphones fuese puesto en un fondo de pensiones, pero la mayoría se mueve en respuesta a sus impulsos, optando por el celular de última tecnología.

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Asimismo, según el profesor de Chicago todos invertiríamos en el mercado de valores si fuéramos racionales, pero no lo hacemos y por el contrario muchos gastamos nuestro dinero en fumar y comer en exceso, otros ejemplos de comportamiento irracional que el análisis económico no puede ignorar.

Se trata de un razonamiento simple, que adquiere profundidad cuando se cruza con las políticas económicas. El libro "Nufge" ("Empujones"), de coautoría entre Thaler y Cass Sunstein, se plantea que a la hora mejorar las decisiones sobre salud, riqueza y felicidad el Estado puede encontrar una vía intermedia entre ser paternalista y libertario, es decir, en lugar de ordenar a la gente o dejar que se comporten de manera auto destructiva, puede empujarlos a comportarse con sensatez.

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Así, hacen referencia a conceptos como "paternalismo libertario" o "arquitectura de elección", considerando que Estado puede ser el arquitecto que organiza la elección personal de manera que empuja a los consumidores en la dirección correcta.

Un influyente trabajo

Con estas ideas Thaler ganó influencia, asesorando informalmente a Barack Obama y David Cameron, quienes nombraron equipos para estudiar cómo la economía del comportamiento podría utilizarse para ahorrar dinero e impulsar la economía en sus respectivos gobiernos. La formulación de políticas basadas en su teoría sigue ganando terreno a nivel mundial, desde Singapur hasta Australia.

Su trabajo particularmente en el Reino Unido lo conoce bien Matías Acevedo, ex gerente corporativo de Corfo que tuvo clases con Thaler cuando cursaba su MBA en la Universidad de Chicago. Haciendo memoria sobre los relatos de su profesor, recuerda que "dentro de sus iniciativas destacan cuando a principios del gobierno de Cameron, este le encargo la creación de la Unidad de Behavioural Insights Team también conocida por The Nudge Unit para buscar métodos alternativos a que permita cambiar el comportamiento de las personas sin recurrir a en complejos proyectos de ley o reglamentos".

Los éxitos de este equipo asesorado por Thaler son cuantiosos, relata Acevedo. "Entre otros logros redujo consumo energía de organismos estatales y también cambió hábitos alimenticios de estudiantes en colegios públicos. La clave fue aplicar una 'arquitectura adecuada' para facilitar la decisión, utilizando técnicas desprendidas del comportamiento diario de las personas".

Con todo, para el ex vicepresidente del Banco Central, Jorge Desormeaux, el Nobel de Economía 2017 "es un premio diferente, porque esta es una disciplina relativamente nueva en la economía y desde ese punto de vista constituye una sorpresa". Sin embargo matiza sus palabras, indicando que Thaler junto a quienes han desarrollado la economía del comportamiento "han estado trabajando a décadas tratando de promover la idea de que el comportamiento humano no sigue necesariamente las reglas de la racionalidad que la economía nos ha enseñado desde sus inicios".

En tanto Sergio Lehmann, economista jefe de BCI, asegura que con la elección de Thaler la Academia Sueca "refuerza un premio que ya le dio hace un tiempo atrás a Daniel Kahneman, respecto a la contribución en el área del comportamiento de los individuos, que no siempre responden a los modelos que son un poquito estilizados para la economía".

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