De visita en Chile, en la cuarta misión comercial que realiza el Puerto de Barcelona a América Latina, el presidente de la empresa, Sixte Cambra, conversó con PULSO sobre sus planes para convertirse en la principal puerta de entrada a su región.

¿Cómo los afecta la discusión independentista?

Como presidente, puedo decir que la actividad del puerto está al ritmo previsto y que la entidad tiene fuerte capacidad de nivel de inversión público y privado, cumpliendo los planes según lo previsto, sin alteración de la situación política. Por ejemplo, está finalizando la segunda fase de la inversión de la nueva terminal de contenedores del Puerto de Barcelona. El concesionario es el grupo chino Hutchison, el primero mundial. Además, estamos perfectamente conectados con el sur de Europa y el puerto es muy diversificado. Somos el primero en tráfico de vehículos y también en actividad de cruceros. El primero también de carga rodada, en plataformas en lugar de contenedores. Nuestro plan estratégico es consolidarnos, porque para 2020 queremos ser el gran polo logístico del sur de Europa.

¿Cuál es el objetivo de la misión comercial a Chile?

Potenciar la relación bilateral a nivel de intercambios comerciales entre el Puerto de Barcelona y su área de influencia, que es Cataluña, con Chile, favoreciendo los intercambios comerciales, en función de las empresas y con autoridades del ministerio de Transportes y  de Aduanas.

¿Surgieron medidas a partir de sus reuniones en Chile?

Los modelos portuarios son bastante parecidos en ambos países. La sociedad portuaria en Chile o en España son entidades públicas y cada uno actúa como catalizadores de negocios. Más que intercambios directos se ponen las condiciones para favorecer los intercambios en las áreas de influencia. Dentro de nuestra misión como sociedad portuaria también intercambiamos experiencias de mejores prácticas.

¿Podría nombrar alguna?

El Puerto de Barcelona desarrolló hace casi cinco años un importante plan de calidad, el efficiency network, que involucra a toda la comunidad portuaria y ha funcionado con muy buenos resultados, habiendo exportado este know how con acuerdos con otros puertos.

¿Cuáles?

México, que ya ha implementado modelos de calidad inspirados y asesorados por el equipo del Puerto de Barcelona en dos de sus puertos. Es una posibilidad que se abre también con los puertos chilenos. Además, hemos desarrollado los Port Community Systems (PCS) que son las plataformas tecnológicas para gestionar a distancia todas las operaciones portuarias. Hablamos del puerto sin papeles. Y en el ámbito del Puerto de Barcelona tenemos a PORTIC, una alianza con privados que gestiona toda la plataforma tecnológica del puerto y ha exportado e implantado la plataforma en el puerto de Abu Dhabi en los EAU. El presidente del puerto de San Antonio, José Luis Mardones, manifestó su interés de profundizar este tema. Lo analizamos en conjunto si hay interés. Puede que surjan temas en San Antonio y Valparaíso que también sean de nuestro interés.

¿Cuáles son sus desafíos frente a sus principales competidores?

Hay competencia global entre los puertos del norte de Europa y los del sur, que son las dos entradas al continente. En el norte está Rotterdam, Amberes y Hamburgo, los tres más grandes y en la entrada sur estamos más diversificados, al tener mayor longitud de costa. Nuestro primer objetivo, tomando en cuenta la importancia del Canal de Suez, es que los puertos del mar ganen cuota de esos tráficos Europa-Asia. Lo mismo pasa con el tráfico para América Latina.

¿Qué tan grande es China, para ustedes?

Del tráfico del comercio internacional de contenedores, de importaciones más exportaciones, el peso de China en el Puerto de Barcelona llega a 24%. Casi uno de cada cuatro contenedores va o viene de China. Solo importaciones, el peso de China llega a 40% y de exportaciones es el 11%. Pero también la suma de Colombia, Brasil, México y Chile es muy relevante. Pensamos que Chile es un país con mucha estabilidad, por sobre sus vecinos.