Pulso

Zavalita

La ilustre visita de Mario Vargas Llosa a Chile esta semana hace difícil no recordar esa notable conversación en el bar La Catedral de uno de sus más celebres personajes, pero ahora imaginándola sobre nuestro contexto nacional. ¿En qué momento se jodió Chile, Zavalita? Habrá sido cuando en medio del MOP-Gate, un senador ofreció una mano para salvar al Presidente y supuestamente al país de una vergüenza mayúscula mediante un acuerdo político cocinado a puertas cerradas, a espaldas de la ciudadanía. En una de esas fue cuando los pingüinos, el 2006, intentando mejorar la calidad de la educación nos dejaron con la idea del lucro perverso. O quizá fue el 2007, cuando Moya se llevó la culpa, la cuenta y las millones de horas de espera tras el desastre del Transantiago. Quizá fue cuando dimos por descontado el crecimiento económico y promulgamos una ley sindical/laboral mientras el desempleo subía a 10%. Cuando la retroexcavadora eliminó los incentivos al ahorro y la inversión con una atarantada reforma tributaria. O cuando la aprobación y rechazo de los grandes proyectos quedó al arbitrio del número de protestas o de telefonazos indiscretos. Se habrá jodido con los insultos de un diputado que buscaba aparecer en la tele, mientras el país alababa el respeto republicano y democrático de un difunto ex Presidente.

Quizá fue cuando ejecutivos de reputadas empresas comenzaron a repactar créditos unilateralmente o a lanzar computadores al canal San Carlos.

Se habrá jodido cuando televisamos en directo un linchamiento público en que un fiscal aleonado por las cámaras enjuiciaba y condenaba en la mera formalización a los imputados. Y si fue cuando la prensa o, peor aún, la ciudadanía comenzó a condenar a todos -curas, políticos, empresarios- por los abusos, corrupciones y desfalcos de unos pocos. Cuando inspirados por los escándalos de un puñado de frescos, los chilenos rápidamente castigamos a cualquiera que sea apuntado con el dedo, echando en el mismo saco a justos y pecadores. ¿No será que esta hipocresía santurrona esté aplastando a los pocos idealistas que nos quedan, sumiéndonos en la misma frustración de Zavalita frente a un país ingrato, inquisidor y engreído que labra su propio camino al fracaso? ¿Cuándo se jodió Chile, Zavalita? ¿Cuándo se jodió Chile, don Mario Vargas Llosa?

El autor es ingeniero civil PUC y MBA-MPA Harvard (@jieyzaguirre).

Más sobre:Portada

COMENTARIOS

Para comentar este artículo debes ser suscriptor.

¡Oferta especial vacaciones de invierno!

Plan digital $990/mes por 5 meses SUSCRÍBETE