¿Cómo un padre puede evitar que su hijo adolescente consuma alcohol en exceso?

Alcohol

La primera pregunta que nos surge, es si es importante o necesario demorar, y en lo posible evitar, el consumo de alcohol entre los adolescentes menores de edad. La adolescencia se considera un período de riesgo crítico para el inicio del consumo de alcohol. Los estudios indican que aquellos que empiezan a consumir alcohol o cualquier otra sustancia psicoactiva en las primeras etapas de la adolescencia (de 12 a 14 años de edad), tienen más probabilidades de desarrollar abuso o dependencia a largo plazo que aquellos que empiezan a consumir alcohol en edad adulta.

De hecho, las investigaciones indican que cuánto más temprano se inicia el consumo de alcohol, mayor es el riesgo de que, con el paso del tiempo, tenga diversos efectos nocivos para la salud. El efecto del alcohol sobre un cerebro que está en una fase de desarrollo y modificaciones muy activa, como es el caso del cerebro de los adolescentes, es muy distinto que el del alcohol en el cerebro de un adulto. Por lo tanto podemos afirmar que es importante el posponer y limitar el consumo de alcohol entre los adolescentes.

¿Cómo podemos lograr esto? Dialoga con tus hijos aprovechando aquellas oportunidades en las que estén predispuestos a hablar y no solo cuando nosotros queramos hablar con ellos. En el diálogo escúchales, pon atención a sus opiniones y puntos de vista, no los descalifiques antes de permitirle expresar su visión de un modo completo.

Habla claramente con tus hijos/as sobre los efectos del alcohol en los adolescentes. Los adolescentes tienden a ser omnipotentes, nada malo les puede pasar. Por lo tanto no piensan que los efectos negativos del alcohol le van a ocurrir a ellos. Por eso es importante explicarles de un modo claro los efectos dañinos que el consumo de alcohol tiene para su edad evolutiva y que estos efectos se incrementan según el sexo y el peso corporal. Además que puede dejar secuelas para su vida adulta.

Establece normas y límites claros y acordes a su edad. Las normas y límites dan seguridad. En el establecimiento de estas normas y límites, es necesario que ambos padres estén de acuerdo en lo que es negociable y lo que no lo es y las consecuencias que surgirán en caso de saltarse esas normas y/o límites. Respecto al consumo de alcohol, es importante dejarles claro que no se debe autorizar el consumo en la adolescencia porque supone un grave riesgo para su salud.

Ofrece un modelo adecuado con el propio consumo de alcohol. Dar ejemplo de sobriedad en el consumo de alcohol. Demuéstrales que se puede pasar bien en una fiesta sin consumir alcohol, no celebres a otros amigos porque se curan o porque son más simpáticos cuando están con trago. Al contrario úsalos como una oportunidad de enseñanza y conversación. Establece control y límites en las actividades de los adultos.

Conoce a sus amigos y a su grupo, y ofrece, en la medida de lo posible, la propia casa para que se reúnan. Este conocimiento idealmente se debe ir construyendo a lo largo de la vida, desde la niñez, y debe ser basado en el cariño, el respeto y la confianza. Cuando salga a fiestas, ojalá lo puedas ir a buscar, o espéralo despierto y conversen acerca de cómo le fue.

Cuando falle o transgreda un límite, que asuma las consecuencias previstas, pero no te alejes de él, no lo descalifiques como persona, permítete elaborar, expresar y explicar. No rompas los canales de comunicación.

Fomenta actividades de ocio y aficiones comunes, estimula el pasarla bien sin consumo de alcohol, incentiva la participación en grupos deportivos, artísticos, que encuentre espacios de expresión y desarrollo. Creen actividades con familia, con amigos en que todos se vean involucrados.

Mantén una actitud comprensiva y tolerante, no te sientas defraudado o engañado cuando un adolescente transgreda un límite o una norma, es parte del proceso, compréndelo, pero igual vela porque se cumplan las consecuencias. Disfruten el vivir juntos, no pierdan la capacidad de reírse, de disfrutar, de corregir positivamente los errores.

Mario Valdivia, académico Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción y miembro del directorio de Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia de Chile.

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