La naturaleza tiene una nueva herramienta para vencer la obesidad. Se trata de una baya poco conocida, pero que incluso crece de manera asilvestrada en el sur del país,entre las regiones de la Araucanía y Aysén.

Se trata del saúco, una planta que se ha utilizado para diferentes fines medicinales desde hace cientos de años y originaria de las regiones templadas a subtropicales de ambos hemisferios del planeta.

Las bayas de la planta contienen muchas vitaminas y nutrientes saludables, como vitamina C y fibra, por lo que que ya hace cientos de años han sido utilizadas para fines medicionales.

Saúco, el desconocido fruto del sur que puede combatir el cáncer y la diabetes y sirve para bajar de peso

Un reciente estudio dirigido por la Universidad Estatal de Washington descubrió que el jugo de saúco puede ser una potente herramienta para controlar el peso y mejorar la salud metabólica.

En un ensayo clínico publicado en la revista Nutrients, la investigación descubrió que beber 1 vaso (12 onzas) de jugo de saúco diariamente durante una semana provoca cambios positivos en el microbioma intestinal y mejora la tolerancia a la glucosa y la oxidación de grasas.

En Chile, en su forma silvestre, el saúco pueden crecer en varios tamaño a orillas de los campos, cercanos a cursos de agua y conviviendo con el bosque nativo.

Durante mucho tiempo se ha utilizado en la medicina ancestral como agente diaforético, antipirético y diurético, sin embargo, hoy cuenta con sólida evidencia científica que demuestra sus propiedades antibacterianas, antivirales, antidepresivas, antitumorales e hipoglucémicas, así como su aporte en la reducción de grasa corporal y concentración de lípidos.

Una revisión de varios estudios, publicado en 2022, mostró que el fruto tenía un “potencial antitumoral” y propiedades “antidiabéticas”.

El saúco se cultiva principalmente por sus frutos, que cuentan con propiedades medicinales, debido a su alto nivel de antioxidantes, lo que lo convierte en un producto muy valorado por la industria nutracéutica.

Conocido también como elderberry, es un arbusto perteneciente a la familia Adoxaceae, del género Sambucus, y cuenta con más de 30 especies, de las cuales la más conocida es el sauco negro o común Sambucus nigra. Es originario de Europa, Asia y el norte de África, y naturalizado o asilvestrado en Norteamérica y otros países del continente, como Chile.

Son tantas sus propiedades y beneficios nutricionales, que desde hace un año y medio la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), dependiente del Ministerio de Agricultura, está financiando y apoyando técnicamente a la empresa Bayas del Sur para darle viabilidad comercial a este poco conocido fruto.

La idea del proyecto, llamado “Diversificación de la Matriz Productiva de Berries”, busca potenciar la actual recolección silvestre de este fruto con un cultivo formal e intensivo para que este berry se incorpore a la cadena de valor de la agroindustria exportadora.

La iniciativa busca este cambio productivo a través de la selección de ecotipos varietales plus, a partir de ejemplares silvestres de Sambucus nigra, para desarrollar el saúco cultivado en el sur de Chile.

Bayas del Sur es una agroindustria que hoy procesa el saúco silvestre recolectado por pequeños agricultores, para elaborar jugos y polvos liofilizados para mercados internacionales. Los asociados estratégicos de este proyecto son INIA Carillanca, la Cooperativa Amuley Leftraru, que reúne a los recolectores del sauco, y la empresa Agrícola Trucao.

A 18 meses del inicio de esta iniciativa de innovación, el equipo técnico de INIA con el apoyo de la Cooperativa Agroecológica Amuley Leftraru, han logrado identificar los ejemplares silvestres más productivos de saúco y, a través de los análisis morfológicos, genéticos y bioquímicos, seleccionar los 5 ecotipos más representativos y con mayor potencial para ser desarrollados como cultivos.

Abel González, investigador y líder del equipo de INIA que participa en esta iniciativa, dice que la actual prospección ha revelado una riqueza genética significativa, evidenciada por la presencia de materiales con interesantes contenidos de antioxidantes, entre otras moléculas de interés, lo que representa una base clave para el desarrollo de nuevas variedades mejoradas.

“Transformar el sauco de un producto silvestre a un cultivo familiar no solo reduce costos, sino que ofrece una nueva fuente de ingresos sostenibles para los pequeños agricultores del sur de Chile”, añade el investigador.

Así, el próximo desafío es fortalecer la propagación in vitro de este material vegetal, buscando obtener plantas aclimatadas y listas para ser establecidas y evaluadas en campo durante el primer trimestre del próximo año.