Una de las caras más brutales del coronavirus: médicos chilenos reconocen casos de psicosis post-Covid en el país

El Covid-19 puede atacar el cerebro de distintas maneras, especialmente entre personas que cursaron un cuadro más grave y estuvieron más tiempo en la Unidad de Cuidados Intensivos.


La pandemia del Covid-19 ha sido una constante en el último tiempo, con sus diversas variantes y afecciones. Lo común es que, quienes padezcan el virus, atraviesen por distintos síntomas y luego se recuperen. Sin embargo, hay quienes presentan afecciones incluso después de pasar la infección.

Es sabido que algunas de las secuelas del coronavirus pueden estar relacionadas a lo neurológico. Esto puede ser posible debido a una respuesta hiperreactiva del sistema inmunológico que terminaría comprometiendo otras partes del cuerpo, explicaron los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos.

Entre los problemas neurológicos detectados están el delirium y la psicosis post-Covid, una ruptura con la realidad que puede ser aterradora para el paciente y sus seres queridos.

La psicosis es una condición caracterizada por pensamientos confusos, delirios y alucinaciones. Las personas con psicosis pueden tener dificultades para distinguir lo que es real de lo que no lo es. La psicosis ocurre en “episodios” que pueden durar días o semanas. Desde el comienzo de la pandemia de Covid, han llegado informes de psicosis post-Covid de todo el mundo.

Problemas neurológicos por Covid-19

“El Covid es un virus que es neurotrófico es decir que tiene un gusto especial por meterse en el sistema nervioso central y generar alteraciones generales en la función cerebral”, dice el psiquiatra y académico del Departamento de Psiquiatría de la Universidad Católica, Pablo Toro.

Otras enfermedades también pueden tener repercusiones a nivel neurológico, como el síndrome respiratorio agudo severo (Sars), el síndrome respiratorio del medio oriente (Mers) o el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).

Ilustración 3D del virus que causa el SARS y MERS.

Entonces, ¿qué hace al Covid-19 distinto? Toro afirma que el riesgo con el coronavirus es más alto, pues “hay una característica en particular del Covid que hace que las personas desarrollen más complicaciones neuropsiquiátricas que en una neumonía por neumococo típico”.

Este efecto particular del SARS-CoV-2 que no hacen otros virus o bacterias podría estar relacionado con que puede generar daño cerebral por distintos mecanismos. Un mecanismo directo sería cuando el virus entra al cerebro y genera inflamación local; mientras que uno indirecto o distante habla de, por ejemplo, inflamación o daños vasculares.

“El estado proinflamatorio del Covid produce alteraciones en coagulación, entonces tenemos pacientes que tenían infartos o trombosis cerebrales en el curso de la infección por Covid y eso, por lo tanto, genera daño cerebral por ese mecanismo vascular”, añade el psiquiatra.

Delirum y psicosis post-Covid

“Cuando el organismo general deja de funcionar bien por cualquier motivo, en este caso por una infección por Covid, el cerebro también deja de funcionar bien y se produce una falla de la función cerebral aguda. Esa falla de la función cerebral se llama delirium”, dice Toro.

Foto referencial del SARS-CoV-2

El delirium incluye manifestaciones como la falta de concentración, alucinaciones, deterioro cognitivo y cambio en los hábitos del sueño, por mencionar algunos.

El delirium entonces sería considerado como un trastorno mental con síntomas psicóticos, como los delirios y alucinaciones, afirma Toro. Así mismo, esta condición podría mantenerse incluso después de que su causante ya se esfumó. Es decir, podría haber una psicosis post-Covid.

En una nota escrita por Sarah Hellewell, investigadora de la Facultad de Ciencias de la Salud y el Instituto Perron de Ciencias Neurológicas y Traslacionales de la Universidad de Curtin, explicó que “las personas con psicosis pueden tener dificultades para distinguir lo que es real de lo que no lo es. La psicosis ocurre en ‘episodios’ que pueden durar días o semanas. Desde el comienzo de la pandemia de Covid, han llegado informes de psicosis post-Covid de todo el mundo”.

La causa de la psicosis post-Covid no se comprende bien. Algunos científicos creen que podría deberse a una inflamación persistente en el cerebro, a señales inflamatorias prolongadas en el cuerpo o cambios en los vasos sanguíneos del cerebro”, agregó.

Número de casos

Benavides afirma que es difícil tener una estadística clara sobre cuántos casos de esta índole existen. Si bien, explica que es una proporción baja, aún no hay buenos datos al respecto.

“Lo que más se sabe es que los pacientes con Covid que han pasado por la UCI tienen más riesgo. No se sabe si es porque tuvieron una reacción más grave y la respuesta inmunológica fue más grave o si el daño directo del virus a las neuronas es mayor. Por eso no sabemos si va a ser algo transitorio o si el paciente va a quedar así”, agrega.

Saturación de camas de Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en Iquique. Foto: Cristian Vivero Boornes, AGENCIAUNO.

Luis Risco, ex presidente de la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía y actual director de la revista de Neuropsiquiatría de Chile, afirma que las zonas que puede llegar a afectar el Covid-19 varían entre los individuos y “esta estadística no se ha analizado”.

En medio de esta aleatoriedad, Risco ha atendido hasta la fecha entre ocho y diez pacientes con esta condición en Chile.

Hellewell afirma que esta situación neurológica es poco común, teniendo un 0,25% de probabilidad en personas no hospitalizadas por SARS-CoV-2 y un 0,89% en personas que si fueron hospitalizadas.

El director del Instituto Psiquiatrico, Juan Maass, explica que los casos de psicosis post-Covid son una fracción menor a los casos de psicosis general. “No son tan frecuentes”, pero si hemos visto algunos episodios.

Debido a su rol dentro de la institución, Maass no ha presenciado muchos casos, él recuerda tan solo tres o cuatro de ellos. Así mismo, al igual que Hellewell, el director señala que las cifras aproximadas de padecerlo serían menores al 1%.

“No algo tan frecuente, que se vea a cada rato”, dice Maass.

Por otra parte, Toro agrega sobre esto que “se da sobre todo en pacientes que tuvieron estadías prolongadas en la Unidad de Cuidados Intensivos. Hay estudios que hablan de pacientes que pasaron por Unidad de Cuidados Intensivos, un 30% de ellos tendría síntomas neuropsiquiátricos posteriores a su estadía. Falta todavía ver en el seguimiento prolongado qué es lo que pasa con estos pacientes”.

¿Quiénes son más susceptibles?

Hellewell expuso que la psicosis normal es distinta de la psicosis post-Covid. La primera estaría relacionada a episodios iniciales en jóvenes con desarrollo de esquizofrenia o en adultos mayores acompañados de la demencia. Mientras que esta condición posterior al Covid-19 se vería entre personas de 30 a 50 años.

demencia
Ilustración de lo que significaría la demencia.

“Por lo general, no tienen antecedentes familiares de psicosis. Las personas con psicosis post-Covid también suelen tener una idea de cómo se sienten. Pueden reconocer que esto no es normal para ellos y que algo ha cambiado en su forma de pensar”, dijo la experta.

Evelyn Benavides, neuróloga de la Clínica Dávila, afirma que las personas más susceptibles a tener esta condición son pacientes que ya tenían enfermedades cerebrales previas, antecedentes psiquiátricos previos o un cuadro más grave de SARS-CoV-2, es decir, que hayan estado más días en ventilación mecánica y tuvieron una respuesta inflamatoria mayor.

La neuróloga ha visto ha pacientes con este tipo de comportamiento. Ella explica que vuelven a sus casas y la familia los nota distintos, hacen cosas diferentes, hablan cosas raras, les cuesta reconectarse en el día a día o volver a trabajar.

Sobre un posible tratamiento y rehabilitación, Benavides dice que es importante darse cuenta de que está pasando algo a nivel neurológico y consultar a un médico para hacer un diagnóstico. “Por el momento, lo que más se ha usado es la neurorrehabilitación –que la hacen algunos psicólogos– que es, en el fondo, reordenar las ideas del cerebro para que el paciente vuelva a funcionar lo más normal posible. A veces cuando hay alucinaciones o alguna cosa más grave se pueden usar medicamentos para disminuir los síntomas”.

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