Si en algún momento de los rimadores chilenos se esperaba sólo la articulación valiente de sus rabias y frustraciones, hoy la oferta hip-hop es lo suficientemente amplia para que valoremos en ellos matices de inventiva cada vez más diversa y particular. Chile ofrece ya un “rap de autor” que exige atención y desprejuicio. En un mismo mes, dos raperos hombres, cada uno con dos discos solistas previos e incluso vinculados alguna vez en un proyecto de grabación (como lo fue el disco Casino Royale  el último de Makiza), publican álbumes desde miradas muy diferentes al hip-hop y sus formas. El de Seo2, Reinicio, desliza con elegancia y suavidad los pulsos y rimas de un rap casi fundido en la melodía aprendida del soul  y el R&B, y mensajes incisivos más sobre el propio crecimiento que sobre la suerte de los demás. Foex, en cambio (el seudónimo de trabajo del requerido productor y compositor Nicolás Carrasco), trabaja en De madera un álbum casi sin voces, cuyos sampleos y timbres van pintándole al auditor un cuadro evocador y colorido de ritmos y texturas cambiantes, que él mismo ha definido como “pensado cinematográficamente”. Hablar a estas alturas de “rap chileno” es, por eso, equívoco y simplón: el género ostenta hoy un dinamismo que impide agrupaciones toscas, y espanta a oídos rígidos. Bienvenido sea.

“Reinicio”, de Seo2, y “De madera”, de Foex.