Esta semana Atari anunció que se acogería al Chapter 11 lo que, en otras palabras, significa declarar la bancarrota. Una noticia que puede parecer fuerte a quienes nos criamos con esta marca icónica que fue, por mucho tiempo, sinónimo de videojuegos. Pero, en rigor, fue la división norteamericana de Atari, parte del holding francés Infogrames, la que quebró. Es sólo otro tropezón más en una accidentada carrera como marca, desde que Nolan Bushnell y Ted Dabney la fundaran, en 1972. Esto obliga a Infogrames a deshacerse de Atari, lo que deja el camino abierto para que entren capitales “gringos” a recuperar la marca. O sea, puede ser una buena noticia: los franceses nunca supieron sacarle el jugo a la marca. Es una nueva oportunidad para que la desarrolladora vuelva a levantarse y reclamar su sitial en el universo pop.