Científicos estudian perros para combatir tumores cancerígenos

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Expertos están convencidos que el patrimonio genético similar -90% entre perros y humanos- puede representar una 'vuelta de tuerca' en la lucha contra las neoplasias, el crecimiento de una masa anormal de tejido.


Los perros, los mejores amigos del hombre, están en condiciones de hacerles un preciado regalo a los seres humanos, otorgando nuevas indicaciones y respuestas útiles para la curación de tumores.

Una veintena de centros de investigación estadounidenses de alto nivel concentran sus esfuerzos en el estudio sobre la similitud de varias tipologías de cánceres en perros y en seres humanos.

Los científicos están convencidos de que el patrimonio genético similar -90% entre perros y humanos- puede representar una 'vuelta de tuerca' en la lucha contra las neoplasias, el crecimiento de una masa anormal de tejido.

Por ello también el Instituto Nacional de la Salud está financiando gran parte de las investigaciones.

Una asociación entre las prestigiosas Duke University y North Carolina University se ocupa específicamente de "Oncología Comparativa" con el objetivo -explica en su declaración de principios- de "crear una oportunidad sin precedentes para el desarrollo de nuevos instrumentos de diagnóstico y terapéuticos que puedan beneficiar tanto a las personas como a los perros aquejados de tumores".

Por otra parte los expertos consideran que existen entre 400 y 500 enfermedades comunes entre seres humanos y canes.

Justamente los perros sufren con gran frecuencia de tumores, desde el el osteosarcoma al melanoma, y también de próstata y seno.

Un ejemplo reciente, reportado por la prensa norteamericana, es el de Emily Brown, una mujer hoy de 31 años y cuyos médicos le habían dado tres meses de vida por un tumor óseo con metástasis.

Sin embargo: un tratamiento inmunoterapéutico experimentado solo en perros, le salvó la vida.

En la misma universidad se monitorea la salud de 3.000 "golden retriever". Los canes serán analizados desde que nacen hasta su muerte.

¿El objetivo?: comprender cómo se desarrollan los tumores en los animales y además poner a punto nuevas curas, potencialmente aplicables también en las personas.

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