Paros: el daño y el costo lo pagamos todos
Rechazamos totalmente el paro ilegal del Colegio de Profesores porque daña profundamente a los estudiantes, especialmente a los más vulnerables, al privarlos de días de aprendizaje. Cada día de paro significa un retroceso irrecuperable: los contenidos específicos que se pierden no se reemplazan con “recuperaciones” como jornadas extendidas o clases los sábados, que en la práctica terminan siendo solo formalidades sin contenidos reales. De matemáticas, química o lenguaje, ni hablar: se reemplazan por cualquier otra cosa menos clases efectivas.
Además, este paro tiene un alto costo para todos los chilenos. Según el Ministerio de Educación, con la adhesión del 20% de los colegios con financiamiento estatal al reciente paro, el costo de cada día sin clases fue de 10 millones de dólares, sumando 20 millones de dólares en estos dos días. Ese es dinero que el Estado destina a colegios que no funcionaron, un despilfarro de recursos públicos que no se justifica y que terminamos pagando todos con nuestros impuestos.
Valoramos profundamente que la Contraloría General de la República haya instruido a los Servicios Locales de Educación Pública (SLEP) detallar los descuentos en las remuneraciones. Sin embargo, aun aplicando esos descuentos, el daño principal ya está hecho: los estudiantes no recuperan nunca los aprendizajes que se pierden, y la educación no puede seguir siendo tratada como una moneda de cambio. Debemos transformar la educación en un servicio esencial para que los recursos lleguen directamente a los niños y no a financiar paros.
M. Teresa Romero, M. Paz Larraín,
Ignacia Godoy, Valentina Rebolledo,
Jazmín Aravena, Deborah Nun
Escuelas Abiertas
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