Monumento a Baquedano se queda en Plaza Italia

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El Consejo de Monumentos Nacionales decidió ayer mantener la escultura de Virginio Arias en el sitio donde fue emplazada en 1928, hoy epicentro de las movilizaciones. En los próximos días, se removerán los elementos en riesgo de caer y un comité evaluará posibles reforzamientos.


Emplazado en Plaza Italia desde 1928, el Monumento al General Baquedano quedó en el epicentro de las manifestaciones tras el estallido social del 18 de octubre pasado. La escultura de Virginio Arias (1855-1941) fue rápidamente vandalizada, con rayados y deterioro de su estructura, y hace una semana sufrió el intento de ser derribada por un grupo de manifestantes. Ayer y tras un intenso debate, el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) resolvió mantener la obra en el lugar y constituir de inmediato un equipo técnico para analizar el reforzamiento de la escultura. Por ejemplo, del empotramiento de la base del monumento hacia el plinto.

Desde que comenzó la crisis social, hace 80 días, más de 300 monumentos han sido vandalizados en el país. Algunos rayados o intervenidos, varios fueron derribados durante las movilizaciones. Si bien la estatua que recuerda al Comandante en jefe del Ejército durante la Guerra del Pacífico no ha sufrido daños estructurales, y según análisis técnicos, resistiría un fuerte sismo, el CMN decidió que se van a retirar o reforzar los elementos que están en riesgo de caída durante esta semana o la próxima.

Inaugurada durante el gobierno del General Carlos Ibáñez del Campo, la escultura es administrada por la Municipalidad de Providencia. Sin embargo, en su calidad de Monumento Público, su tuición la tiene el CMN. A la sesión de ayer asistieron 18 de los 20 consejeros activos y tras tres horas de debate se llegó a la decisión. "Este es un acuerdo que el Consejo de Monumentos ha tomado por mayoría absoluta. No hubo ningún voto disidente", enfatizó el subsecretario del Patrimonio, Emilio de la Cerda.

El mismo, hace unos días en entrevista con La Tercera subrayó la importancia de la obra. "Tiene un alto valor en la dimensión simbólica y artística. Es un monumento del escultor Virginio Arias y además el plinto es de Gustavo García del Postigo, que fue el arquitecto de la Biblioteca Nacional, o sea, todo el conjunto escultórico es patrimonial y artísticamente muy relevante".

Respecto de las más de tres horas que el CMN dedicó al tema, De la Cerda descartó que se hayan realizado sucesivas votaciones y explicó que se revisaron todos los antecedentes y que se leyeron todas las cartas que el CMN había recibido: "No se configuró una oposición de visiones respecto del destino del monumento. El Consejo acordó por unanimidad un solo pronunciamiento".

Más allá de la resolución que el CMN tomó ayer, el debate en torno al futuro de la estatua del general Baquedano ya venía generando opiniones divididas entre arquitectos, escultores e incluso personas del mundo político. Para algunos, la solución era dejarla en su lugar y restaurarla, mientras otros eran partidarios de que se retirara.

Ante el daño que ha sufrido el monumento, Gaspar Galaz apoya una solución similar a lo que se hizo con la obra Unidos en la Gloria y en la Muerte de Rebeca Matte: restaurarla al interior de una caja reforzada y mantenerla allí hasta que pase la crisis. En tanto, otros como el escultor José Vicente Gajardo consideran que la obra debe ser removida en forma preventiva. "Una manera de salvaguardar la escultura sería retirándola y resguardándola en un espacio que pueda recibirla y que tenga cierta relación con el personaje", comenta.

Tras la decisión del CMN de mantener el monumento en su lugar, el ex secretario de la institución, Oscar Acuña, ve aún una situación compleja para la escultura. "Está entre la espada y la pared, la vandalizan a diario. Remover un monumento implica afectar un imaginario colectivo, importante para una parte de la población. Como en nuestro país lo temporal tiende a ser permanente, creo que se tomó una decisión prudente y adecuada, siempre que se tomen las medidas de resguardo para evitar accidentes. El Consejo debería evaluar si es factible alguna protección para que sea menos accesible a quienes quieren vandalizarla", comenta.

"Me alegra mucho esta decisión ya que el Consejo de Monumentos Nacionales estaba siendo mal usado por el gobierno", opina Nivia Palma, ex directora de la Dibam y ex vicepresidenta del CMN. "Creo que efectivamente el estallido social se ha conectado de manera crítica dando un espacio de memoria histórica y el gobierno no ha sabido tratarlo como se debe", agrega.

Una postura similar tiene el decano de la Facultad de Arquitectura y Artes de la Universidad del Desarrollo, Pablo Allard: "Estoy de acuerdo con mantener el monumento en su lugar; no es momento para relocalizarlo o remodelar la Plaza Baquedano. Mientras no cese la violencia en ese lugar, es preferible que el monumento se mantenga, y una vez que se logre paz y orden se plantee un rediseño de la plaza".

Futuro de Plaza Italia

El subsecretario De la Cerda confidencia que en la sesión del CMN de ayer, "gran parte de la reflexión que se generó en las tres horas de debate de los consejeros" se centró en el destino de la Plaza Italia. Específicamente, dijo, "con referencias de otros lugares del mundo, con cómo han abordado este fenómeno en otros lados, qué es pertinente hacer, qué es lo simbólico, qué lo técnico".

A su juicio, el CMN, por sus atribuciones legales y por ser un órgano colegiado, es un " actor clave para este debate, pero necesita sumar más voces".

"Como se han ido dando las cosas en la plaza, el monumento ha adquirido otro simbolismo. Por lo mismo, en aquel espacio debería generarse un nuevo proyecto urbanístico. Hoy puede ser más relevante que el general Baquedano esté más cerca de la estatua del general Manuel Bulnes", dice el escultor Mario Irarrázabal.

El arquitecto Pablo Allard también propone rediseñar el espacio. "Hay que reconstruir el entorno de Plaza Baquedano y hay que rediseñarla, no solo por el estallido social, sino porque hay un proyecto, el eje Alameda-Providencia, que transforma el entorno en una gran explanada para conmemoraciones y celebraciones y que contó con un proceso de participación ciudadana sin precedentes. Sobre ese proyecto deberíamos trabajar y ajustarla a la realidad y a las nuevas aspiraciones de la ciudadanía".

Virginio Arias, el artista

Nacido en Ránquil, cerca de Concepción, Virginio Arias (1855 - 1941) se acercó desde muy joven a la escultura. Fue aprendiz de Tomás Chávez y alumno de Nicanor Plaza; estudió luego en la Academia de Bellas Artes de Francia. En Chile dirigió la Escuela de Bellas Artes, donde se formaron escultores como José Perotti y Laura Rodig. Contemporáneo de la Guerra del Pacífico, probablemente su obra más conocida es el monumento al General Baquedano; sin embargo, el legado de Arias va más allá. En el barrio Yungay está el monumento al Roto Chileno, y en el Museo Nacional de Bellas Artes se encuentra El descendimiento, escultura en mármol con la que obtuvo en 1887 su tercera medalla de oro en el Salón de París.

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