¿Hacia dónde va Tame Impala? Más dudas que respuestas

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Kevin Parker de Tame Impala.

El nuevo disco de Kevin Parker tiene buenas canciones pero que no son necesariamente sus singles. Puede ser que este sea el paso definitivo al pop. ¿Algo bueno o malo? Juzgue usted.


De las que no habían salido como single promocional, la canción inspirada en Mariah Carey, The Neptunes –y por ende Pharrell-, llamada “Breathe Deeper” es la más escuchada en Spotify del nuevo disco de Tame Impala. ¿Qué tanto dice eso de The Slow Rush?

Parece que mucho. Esa influencia "beat-wise", como registró Parker en las stories de Spotify -no sé si en alusión a la canción de Herbie Hancock- lleva, hasta ahora, 11 millones de reproducciones. Y es que lo que vino después de Currents (2015) ha sido catalogado como "música de matrimonio" por algunos medios gringos después del estreno del video de "Lost in Yesterday" –uno de los singles-, como "espontáneo" por este medio y "ahí no más" por un amigo.

Lo cierto es que lo nuevo de Tame Impala llega después de la vara alta, o muy alta, que dejó el Currents y ahora, al parecer, a Parker se le exige más. Después de dos discos muy buenos con Innerspeaker (2010) y Lonerism (2012), de una gran edición en vivo con Live Versions (2014), y de pasar a tocar en festivales de rock sicodélico en Australia a encabezar festivales de todo el mundo, da la impresión que la revisión a su música es cada vez más exhaustiva.

El nacido en Australia se demoró casi cinco años en sacar un nuevo disco, de hecho, giró hasta hace 2018 sin sacar nada nuevo. No perdía el tiempo porque, gracias al éxito de Currents, Parker se dedicó a hacer colaboraciones con Lady Gaga, Kanye West y a remixear una canción solista de Mick Jagger. Se casó, y también –desgraciadamente- se quemó su casa en Malibú por los graves incendios que ocurrieron en California en 2018.

Hizo hartas cosas y le pasaron varias, todo eso mientras generaba altas expectativas en sus fans que, sin tener un dato fehaciente para acreditarlo y solo después de ver en carne propia y en YouTube los públicos de sus conciertos, tienden a ser cada vez más jóvenes, o sea, personas de menos de 25. ¿Parker busca eso? Difícil saberlo, pero es algo que se podría deslizar teniendo a la vista los singles que el creador de Tame Impala eligió para promocionar su nueva producción.

Antes del lanzamiento oficial del disco, los singles que adelantó fue "Patience" a principios de 2019 (una canción con un nombre que parece ser una indirecta a las críticas que se le hicieron por demorarse tanto en sacar algo nuevo) pero que no incluyó en el nuevo álbum. Después, vino "Borderline", y más recientemente "Lost in Yesterday", "It Might Be Time" y "Posthumous Forgivness" –la mejor, a mi parecer, de los singles-, que sí están en el nuevo disco.

En definitiva, buenas canciones, poperas por las melodías y uno que otro coro que se repite con una estructura similar. Buenas, claro, pero no las mejores.

"On Track", la séptima del disco, es una belleza, la "Yes I'm Changing" de este álbum. Lenta pero segura. El inicio de "Tomorrow's Dust" me recordó a una guitarra que podría habría hecho Thom Yorke en Radiohead. En serio. Es un muy buen tema, cinco minutos asegurados de una gran composición.

"Glimmer" parece ser el inicio de un buen dj set de música electrónica, algo totalmente alejado de lo hecho en los primeros discos, pero que no por eso es malo. Además se posiciona como la nueva "Nangs" (canción elemental del Currents y que hace un rato tiene versión en vivo). "Instant Destiny" también sobresale con una gran batería de Parker, algo que es "lo más importante" de sus discos, como dijo en una entrevista reciente.

¿Y cómo es la canción que tiene la presión de cerrar el disco? Buenísima. En el primer verso Parker trata de imitar a Michael Jackson o Frank Ocean (Just a moment) –dime tú si le sale la copia/homenaje- el sintetizador combina perfecto con una base de batería que entra en el minuto 5:19 y tiene una letra con muy buenas frases.

Gran final de disco con "One More Hour". Refleja, de forma muy clara, lo distinto que es entre si la nueva producción de Tame Impala.

Se nota, y es algo obvio, que Parker grabó y masterizó The Slow Rush con instrumentos y equipamiento musical de lujo. Algo que se comprueba fácilmente al escuchar el disco con audífonos o buenos parlantes. Y es que tiempo tuvo para ahorrar desde el 2015 hasta ahora, algo que evidentemente le permitió tener acceso a lo mejor de lo mejor en la comodidad de su propio estudio.

¿Habrá hecho un quiebre definitivo Parker? ¿Se fue a otro género y no volveremos a escuchar canciones parecidas a las tan anheladas "Alter Ego", "Endors Toi" o "Apocalypse Dreams"? Es más probable, a la luz de los hechos, que volvamos a escuchar más canciones parecidas a las del Currents con singles similares a lo que fueron "The Less I Know the Better" y "The Moment".

De verdad, no tengo idea cómo será la música de Parker en el futuro (1), puede que vuelva a lo primario como una especie de homenaje (2), no sé. Puede ser que esté dedicado a esquivar géneros (3), como también dijo este medio, no lo sé. En fin, tengo más dudas que respuestas y puede ser que, claramente, esto esté escrito con mucha nostalgia por el pasado (4).

O, al final, también puede ser que se trata de estas cuatro cosas cuando hablamos de Tame Impala.

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