La batalla de Santiago: el explosivo paso de Rage Against the Machine por Chile

Zach de la Rocha: La Batalla de Santiago. Foto: La Tercera

Nombres capitales del activismo rockero de los 90, el 2010 los californianos brindaron un set electrizante en La Florida con canciones de sus tres primeros discos, entre dedicatorias a Roberto Bolaño y un cóver de Víctor Jara —a propósito de los mineros atrapados en la mina San José—. “Si han visto videos de Queen en el Live Aid, es como eso multiplicado por diez”, recordó años después el guitarrista Tom Morello, “el público es realmente loco”.


Su discurso tiene el peligro de una navaja y sus canciones estallan como molotov. Tal vez por esto los productores del debut chileno de Rage Against the Machine, la banda californiana que hermanó el voltaje del rock duro con el hip hop de fraseo antiimperialista, modificaron el recinto original del show —pensado para el Parque O’Higgins capitalino— por un estadio con mejor control de los accesos.

Celebrado apenas dos días después del festival Maquinaria de Pixies, Incubus y Linkin Park, el 11 de octubre de 2010, antes del potente arranque con “Testify”, el aire del Estadio Bicentenario era tan húmedo que podía tocarse.

Afuera del recinto, los ánimos estaban caldeados entre público y fuerzas de seguridad, y adentro la situación no era mejor. Cerca de treinta mil asistentes seguían en aparente calma a unos tibios Suicidal Tendencies, y más tarde, el asunto no mejoraría tras una mal amplificada presentación de Mars Volta.

Rage Against the Machine: La Batalla de Santiago. Foto: La Tercera

El debut en Chile de Rage Against the Machine, considerado por las autoridades de alto riesgo, estaba por comenzar en un ambiente a punto de estallar. Había nervios en La Florida. Ese lunes, dos días antes del histórico rescate de los 33 trabajadores atrapados en la mina San José, la violencia iba a funcionar como la inflación: reajustando los desequilibrios y los problemas de fondo.

El nombre escogido por la productora Transistor, “The battle of Santiago”, cobró vida precisamente al acabar las presentaciones de los teloneros. Bajo la tibia noche santiaguina, la enorme cancha general del estadio se desbordó de gente que se tomó por la fuerza el pequeño y cercado espacio más próximo al escenario principal.

La violenta invasión a la “Rock area”, el eufemismo que usó la productora para cobrar $70 mil por la ubicación más cercana al escenario, que en un comienzo estuvo a media capacidad y con un precio tres veces más alto que la abarrotada “Cancha general”, atravesó vallas y rompió los cercos de seguridad al ritmo envasado de “Sabotage” de los Beastie Boys.

Caídas aparatosas, risas nerviosas y empujones se transformaron rápidamente en combos, forcejeos con guardias privados y patadas voladoras. De todo se vio esa noche.

“La muerte de la Cancha VIP”, sentenciaron algunos.

Tom Morello: La Batalla de Santiago. Foto: La Tercera

Tom Morello, guitarrista y principal compositor del grupo, lo recuerda con elocuencia en su cuenta de YouTube. “Santiago es la audiencia más loca que he visto en cualquier sitio”, rememora en una de sus auto-entrevistas publicadas en la red bajo el nombre de The Nightwatchman Speaks.

“Si han visto videos de Queen en el Live Aid, es como eso multiplicado por diez”, añadió el músico en el registro de 2012, “el público es realmente loco”.

Según el reporte de Carabineros, ese día veintidós guardias privados resultaron heridos y otras catorce personas fueron detenidas en el debut chileno de la banda que suena cuando, en la película Matrix, la conciencia de Neo despierta.

“Más salvaje”

Hace una década, sobre el escenario de La Florida, la banda de Tom Morello tuvo palabras para Roberto Bolaño, a quien le dedicaron “Freedom”.

El escritor chileno es el autor de cabecera del rapero Zach de la Rocha, que había visitado Chile a finales de 2004.

“Durante los últimos diez años, he leído casi todo de Roberto Bolaño y durante alguna temporada fui el único escritor al que le presté atención”, contó entrevistado por La Tercera apenas unas semanas antes del concierto.

Rage Against the Machine: La Batalla de Santiago. Foto: La Tercera

Según el rapero, “sin lugar a dudas Los detectives salvajes y 2666 son piezas maestras de esta nueva era, porque están relacionadas con el analfabetismo, la oscuridad y lo que es la vida de manera real. Lo que significa salir de tu hogar, separarte de tus compañeros, dejar atrás tu familia. Leyendo su obra sentí mucha paz porque, además, dignifica la figura del latino. Fue una gran inspiración”.

Otro de los nacionales celebrados por los estadounidenses fue Víctor Jara, de quien hicieron una versión del tema “Canción del minero”. Todo esto mientras la noticia de los trabajadores atrapados bajo tierra por un derrumbe en la mina San José, en Caldera, recorría el mundo.

Esa noche de octubre, Rage Against the Machine brindó una furiosa descarga de catorce canciones de los discos RATM (1992), Evil Empire (1996) y The Battle of Los Angeles (1999), con la formación original de la banda completada por el bajista Tim Commerford y el baterista Brad Wilk.

Hace un lustro, Tom Morello volvió a recordar el show: “Humildemente sugiero que en el estadio estaba el público más salvaje en la historia del rock and roll”.

Rage Against the Machine: La Batalla de Santiago. Foto: La Tercera

Setlist

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