El laberinto maldito de Hannibal Lecter, 30 años después

La aclamada cinta El silencio de los Inocentes golpeó los cines del mundo hace 30 años, estrenada un 14 de febrero de 1991, impactando con una historia que hasta hoy resuena como influencia clave del género de terror.


Aclamada por la crítica, El Silencio de los Inocentes es una de las películas más recordadas de Hollywood. La cinta dirigida por Jonathan Demme presenta a una agente del FBI (Jodie Foster) que busca la ayuda de un psiquiatra encarcelado por asesinato y canibalismo (Anthony Hopkins) para resolver un caso en el que está trabajando.

Así, de forma literal, la trama no es demasiado compleja de entender. Pero al minuto de hacer foco en sus detalles, presenta un relato crudo y macabro. Esta fue la razón por la cual distintos actores y actrices de primer nivel no quisieron participar.

Michelle Pfeiffer era una de las candidatas para interpretar a la joven agente Clarice Starling, aunque la actriz rechazó el papel debido a que no quería ser responsable de enviar un mensaje equivocado a los espectadores. “Estaba inquieta. Había tanta maldad en esa película. Lo que más lamento es perder la oportunidad de hacer otra película con Jonathan (Demme). Pasó que el mal ganó al final, me sentí incómoda con ese final. No quería dar ese mensaje al mundo” comentó a The New Yorker a principios del 2021.

Es así como Jodie Foster, quien recientemente había ganado un Oscar a Mejor actriz, consiguió encarnar a Clarice Starling. El vínculo que la actriz tenía con el FBI era bastante estrecho. Durante mucho tiempo tuvo que ser escoltada por agentes de la entidad, debido al intento de asesinato por parte de John Hinckley Jr. contra el presidente de Estado Unidos, Ronald Reagan. La intención del sujeto era llamar la atención de Foster, de quien se había enamorado tras su participación en Taxi Driver.

Por otro lado, el rol de Hannibal se tenía pensado para actores como Al Pacino, Dustin Hoffman, Robert De Niro y Sean Connery. Este último era el principal candidato, pero también rechazó la oferta. Luego de que, como una de las últimas opciones, se le entregará una copia del guión a Anthony Hopkins, el inglés se interesó de inmediato en participar, argumentando que era lo mejor que había leído en su vida.

Recientemente, ambos actores protagonistas tuvieron un encuentro de manera online a través de la revista Variety. En la ocasión, recordaron distintos episodios de la filmación, como el momento en el que se conocieron: “Cuando te convertiste en Hannibal Lecter sentí un escalofrío. Después de aquello, los dos estábamos demasiado asustados como para hablar. El set era espeluznante. Con esa iluminación y todos esos presos con tal mal humor. Recuerdo esa voz como metálica que tenías”, indicó la actriz.

Uno de los puntos más importantes que retrata la película es la manera en que una mujer se sitúa en un mundo liderado por hombres. El hecho de que la figura central sea femenina no fue al azar, así como tampoco lo fue la estatura de Foster, quien medía 1.60 centímetros en aquel entonces. De hecho, una de las escenas que más destaca Hopkins es cuando la agente Clarice es comparada, indirectamente, con los miembros masculinos del FBI. “Recuerdo cuando entras al ascensor con todos esos agentes. Pensé que era brillante porque ahí estabas... Una persona pequeña en un mundo de grandes hombres, siendo la heroína”, comentó el actor a Variety.

Con un presupuesto de solo 19 millones de dólares, el éxito de la cinta fue rotundo. Mundialmente consiguió recaudar 272 millones, casi 13 veces más de lo que costó producirla. Esto es destacable para una película de terror, sobre todo porque en 1991, fecha en que fue lanzada, también hubo varias películas que consiguieron repletar las salas, como Terminator 2, La bella y la Bestia y Cabo de Miedo.

Los galardones no demoraron mucho tiempo en hacerse presentes y fueron cinco los Oscar conseguidos por El Silencio de los Inocentes. El filme consiguió el título de Mejor Película. Hopkins y Foster ganaron como Mejor actor y Mejor actriz, respectivamente. Jonathan Demme fue escogido como Mejor director y Ted Tally obtuvo el premio al Mejor guión adaptado.

A pesar de que la cinta cuenta con más secuelas sobre el mundo de Hannibal Lecter, no tuvieron el mismo éxito. La única destacable es Hannibal, de 2001, que narra la historia del personaje diez años después de lo ocurrido en El Silencio de los Inocentes. El 11 de febrero se estrenó, a través de CBS, el primer capítulo de la serie Clarice, que se enfoca de manera más profunda en lo que ocurre con la agente Clarice Starling. Por lo que se esperan más capítulos para saber la opinión de la crítica especializada.

La historia real de Hannibal Lecter

El personaje está inspirado en una situación trágica, que tuvo bastante cercanía con el guionista Tomas Harris.

Alfredo Ballí fue un doctor mexicano que se hizo conocido en 1959 por cometer un crimen contra un estudiante de medicina. Al parecer, ambos tenían un vínculo sentimental y sostuvieron una discusión la noche del 8 de octubre. Balli aplicó anestesia al joven de 20 años, le cortó la garganta con un bisturí y, posteriormente, lo descuartizó.

El asesinato ocurrió en Monterrey, en el norte de México. Eventualmente, el doctor fue sometido a juicio y tras confesar, lo condenaron a pena de muerte, aunque esta sentencia no fue efectuada. En vez de esto, lo trasladaron hasta la prisión de Topo Chico, en el Estado de Nuevo León.

En ese entonces, el escritor Tomas Harris era un joven periodista que viajó a México para entrevistar a un asesino estadounidense llamado Dykes Askew Simmons, quien cumplía sentencia en ese lugar por haber matado a distintas víctimas. Este convicto había intentado escapar, pero los guardas impidieron su fuga mediante los disparos. En ese entonces, Alfredo Ballí tenía labores médicas mientras cumplía su condena y fue el encargado de salvar la vida de Simmons.

Harris quiso tener una conversación con este doctor y hablaron durante unos minutos, hasta que el guardia de la prisión ordenó que debían finalizar. Al retirarse, el joven periodista ofreció al doctor que compartieran una copa si alguna vez viaja a Texas, aún sin saber quién era en realidad ese hombre. Este diálogo sirvió para inspirar una de las escenas en que Hannibal y la agente Starling hablan solamente separados por una pared de vidrio.

Es así como Tomas Harris conectó esta historia con su guión y creó a Hannibal, inspirado en el doctor Alfredo Ballí Triveño, a quien llamaba Dr. Salazar, para ocultar su identidad.

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