Chloé Zhao, directora de Nomadland: “El viaje de la película no es muy diferente al viaje en el que todos estamos ahora”

La directora ganó el Globo de Oro y el Bafta. Foto: Pat Martin

Premiada con el León de Oro de Venecia y amplia favorita para los Oscar, la realizadora de origen chino de 39 años ha visto cómo en los últimos meses su cine introspectivo y con vestigios del documental ha resonado en el mundo a través de Nomadland, su retrato de las comunidades nómades de EE.UU., protagonizado por Frances McDormand. “Lo realmente importante era instalar dentro de mí el ritmo de la carretera norteamericana”, dice a Culto.


Llega antecedida por un listado enorme de galardones. El primero, el León de Oro del Festival de Venecia, en septiembre. Los más recientes, a mediados de este mes, dos premios Bafta, a la Mejor película y Mejor director.

Presentando su filme Nomadland, Chloé Zhao (39) completa siete meses de triunfos en las mayores citas del cine y se ha instalado como la realizadora fundamental del año del Covid. Pero al ingresar a una reunión de Zoom un lunes por la mañana simplemente decide identificarse con una letra en su nombre: “c”. Minúscula y sin adornos.

“Me siento muy orgullosa de ser la primera mujer china en estar nominada. Sentía que el cambio se estaba produciendo en los últimos años”, contesta a la primera pregunta que se le realiza, un par de semanas antes de que se entreguen los 93° Premios Oscar (esta noche, a las 20.00 horas) y muy probablemente se quede con la estatuilla a Mejor director y el filme celebre en varias de sus otras cinco nominaciones: Mejor película, Mejor actriz, Mejor guión adaptado, Mejor dirección de fotografía y Mejor montaje.

Tras una pausa, Zhao alude a quien la acompaña en la categoría que reconoce a los mejores cineastas del año y con quien ocupa la sexta y séptima ocasión en que una mujer aspira al reconocimiento de la Academia.

“Emerald (Fennell) hizo una película increíble y está ahí por eso. Estoy muy contenta de que haya sido reconocida, y espero que esto sea sólo el comienzo”, apunta sobre la realizadora de Promise young woman, en el listado final por el premio junto a David Fincher (Mank), Thomas Vinterberg (Another round) y Lee Isaac Chung (Minari)

Nacida el 31 de marzo de 1982 en Beijing, Zhao es una viajera. Llegó a Inglaterra a fines de los 90 para completar sus estudios escolares siendo una adolescente, luego al trasladarse a Massachusetts probó sin éxito dedicarse a las ciencias políticas, y terminó especializándose en cine en la Universidad de Nueva York. La parada crucial de su peregrinaje fue Dakota del Sur, donde hizo dos estupendas películas sin actores profesionales y sólo con personas que conoció en el lugar, Songs my brothers taught me (2015) y The rider (2017).

También parece una directora dueña de una mirada íntima y sensible que marida la ficción con el documental, y al mismo tiempo es perfectamente capaz de incorporar las ideas que en un principio son de otro. Fue el caso de Nomadland, que originalmente era un libro de la periodista y escritora Jessica Bruder sobre los grupos de nómades que se multiplicaron en Estados Unidos después de la recesión de 2011.

“Es un collage realmente rico y vasto de historias y personajes. Similar a la cantidad de tiempo que pasé en la Reserva (en Dakota del Sur) con mis dos primeras películas”, explica en diálogo con Culto.

“Miraba frente a mí este mundo rico y pensaba en cuál es realmente el tema central de su libro, y en la cantidad de tiempo que pasé con Brady (Jandreau) y los niños de la Reserva (protagonistas de The rider y Songs my brothers taught me). En este caso fue, nuevamente, un sentimiento de pérdida colectiva, pérdida de una forma de vida, pérdida de un ser querido, pérdida de una comunidad, un trabajo. Y cómo te redescubres a ti mismo a medida que avanzas. Una vez que supe que ese era el tema, necesitaba crear un personaje cuyo viaje emocional encarnara eso que quería explorar”.

En ese momento nació Fern (Frances McDormand), una mujer de Nevada que todavía lidia con el duelo de su esposo y con haber sido despedida de su empresa, cuando decide lanzarse por la carretera estadounidense con una van, un colchón y algunas prendas.

“Su viaje es en gran medida un viaje de perder y encontrar el dolor y la curación. Y poder estar en armonía consigo misma ocupa una gran parte de eso. Mantenerte en paz contigo mismo, la mayor parte del tiempo significa estar en soledad y, sin embargo, no sentirte solo”, expresa la cineasta sobre un relato que sólo tiene a dos actores profesionales, McDormand y David Strathairn.

-Con sus películas anteriores ha viajado mucho por Estados Unidos. ¿Cómo cree que esa experiencia y su propia biografía le ayudaron a hacer propia esta historia sobre nómadas?

Creo que una gran parte está realmente en mi cuerpo. Entiendo el ritmo de la carretera, porque llevaba más de seis años viajando antes de hacer la película. Y cuando estaba trabajando en el guión, sabía que necesitaba escribir un guión que no estuviera demasiado conducido por la trama. De ese modo no me quedo atascada en uno o dos lugares, y eso nos permitió tener ese ritmo orgánico que sentí, el ritmo del movimiento. Creo que quizás, más allá de entender la cultura de la vida nómada, lo realmente importante es instalar dentro de mí (se apunta el pecho) ese ritmo de la carretera norteamericana. Y por lo tanto puedo ponerlo en la escritura y también en la edición.

Chloé Zhao cree saber la razón por la que su última cinta ha calado tan hondo en una época como la actual. Si muchas historias de la pantalla han operado como simple evasión, su tercera película puede haber semejado una experiencia catártica creada antes de cualquier atisbo de restricciones a la vida social, viajes o un simple abrazo.

“La pandemia puso un alto en nuestras vidas y, de repente, la forma de vida como la conocíamos, como especie, a nivel mundial, cambia. Al comienzo de Nomadland, la forma de vida de Fern, como ella la conoce, desapareció en seis meses. Entonces, el viaje que ella tomó de alguna manera no es tan diferente al viaje en el que todos estamos ahora en distintos grados”, señala. Después lanza un argumento adicional: “También creo que la ralentización (de la vida) hizo que mucha gente trabajara en tolerar películas más lentas, quizás”.

-Ha dicho que Ud. es una cineasta que primero debe estar enamorada de sus historias. ¿Cuál cree que son los límites en los que se moverá como directora en el sistema de estudios de Hollywood? ¿O considera que hay un universo muy amplio de historias de las que tal vez podría enamorarse?

Bueno, Nomadland es una película de estudio, es de Searchlight Pictures. Suena tan simple, pero lo que siempre sale mal es que a veces vas a presentar la idea de un filme a un estudio, y estás completamente emocionado con este, pero realmente no hablas sobre cómo lo vas a hacer. Ese “cómo” es la cultura de tu película, y cómo conduces tu set, cómo realizas el casting, cuál es la expectativa respecto a cómo trabajas. Eso es muy importante para estar en sintonía con el estudio desde el principio, y tienes que estar dispuesto a alejarte si no llegan a estar de acuerdo. Creo que es posible. Creo que la tecnología ha abierto muchas posibilidades, y creo que la forma en que se ven las películas hoy en día es desafiante, pero también es emocionante hacia dónde vamos. El público quiere cosas muy diferentes, y creo que es posible que el estudio corra riesgos, más que nunca.

Su siguiente título lo filmó antes del inicio de la pandemia y de las loas a Nomadland. De hecho, debió compatibilizar los tiempos de la promoción de la cinta que probablemente le dará el Oscar con la postproducción del que es su cuarto largometraje y, por lejos, el más grande: Eternals, el blockbuster que introducirá a un grupo de nuevos superhéroes al llamado Universo Cinematográfico de Marvel (MCU) y que se estrena en noviembre en salas chilenas.

“Trabajo con un grupo muy pequeño de personas creativas, los productores en Marvel, y desde el principio, al presentar la idea, llevé muchas referencias que me han inspirado para hacer mis tres primeras películas, y de encontrar formas interesantes de también unir eso con el lenguaje del MCU. Para todos eso fue algo emocionante de explorar”, detalla sobre la cinta que protagonizan nombres como Angelina Jolie, Richard Madden y Salma Hayek.

Por primera ocasión, Zhao se aleja del retrato del Lejano Oeste de Estados Unidos para dar forma a una historia de entretención que en algún punto promete conectar con su filmografía. Pero la cineasta no se aturde con las luces de Hollywood, ni olvida su origen ni el norte que logró definir en su última década.

“Soy descendiente de productores de arroz. Soy china, así que a veces, en cuanto me voy haciendo mayor, quiero moverme menos y establecerme en una granja en algún lugar”, cierra con una sonrisa.

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