Clarice Lispector en formato breve: aparecen sus Cuentos Completos

Traducidos por la poeta mexicana Paula Abramo, y prologados por su biógrafo, todos los relatos cortos de la autora brasileña acaban de ser editados vía Fondo de Cultura Económica, en una colosal edición de 472 páginas. Desde Chile, se puede adquirir vía Buscalibre. "Es una cuentista excepcional, vanguardia plena, donde su visión existencialista aparece plenamente delineada", señala la crítica literaria Patricia Espinosa.


“Su nombre otorga distinción a apartamentos de lujo. Sus obras, a menudo desestimadas durante su vida por herméticas o incomprensibles, se venden en máquinas expendedoras en las estaciones de metro. Internet hierve con cientos de miles de fans, y no transcurre un mes sin que aparezca un libro que examine un aspecto u otro de su vida y su obra”.

Las palabras son del escritor estadounidense Benjamín Moser y se refieren a la importancia de la autora brasileña Clarice Lispector, de quien realizó una biografía en 2009, titulada Por qué este mundo. Una biografía de Clarice Lispector.

Y tal como plantea Moser en esas líneas, acaba de salir en Argentina un voluminoso libro de 472 páginas que reúne nada menos que los 85 relatos que la brasileña dejó en vida. Desde su primer cuento, escrito a los 19 años, hasta los póstumos.

Esta nueva edición, vía Fondo de Cultura Económica, se titula Cuentos Completos, y fue prologada y organizada por el mismo Moser, y traducida por la poeta mexicana Paula Abramo. Se suma al volumen que sacó la editorial española Siruela, en 2019.

En declaraciones recogidas por Infobae, Abramo señala que el volumen reúne textos muy variados en su composición: “Desde escritos muy poéticos, como La repartición de los panes o Silencio, hasta un extraño auto de fe incluido en la heterogénea sección Fondo de cajón, de La legión extranjera, pasando por el demoledor Mineirinho, que es un posicionamiento político de la autora frente a la brutalidad policíaca, un texto más periodístico, que mantiene una tristísima vigencia en la actualidad”.

Abramo explica que no fue un trabajo fácil traducir los cuentos. De hecho, asegura que si bien, se sintió “muy honrada” cuando se lo plantearon, debió darse unas vueltas para definir si tomaba o no el trabajo.

“Clarice es difícil, por momentos muy oscura, muy adorada y estudiada, y el libro no era pequeño. Además, no era una escritora con la que yo tuviera una relación de mucha intimidad. Pero, ¿cómo negarse a tan sabroso desafío? Y, además, en el trabajo de traducción, la intimidad se construye. Entonces me decidí. El proceso me llevó un poco más de dos años, con intervalos importantes”, indica.

“Un enorme interés por seres anónimos”

Llegó al mundo en Ucrania, como Chaya Pinjasovna Lispector, en 1920, pero en rigor, vivió muy poco ahí. De origen judío, en 1921 su familia se trasladó a Brasil huyendo de los pogromos con que se perseguía a los que profesaban la religión hebrea, y ahí fue donde la escritora hizo su vida.

Asumió el portugués como idioma y Clarice como nombre, ya que como cuenta Moser en su biografía, todos los miembros del clan decidieron adoptar nombres brasileños. De alguna forma, con ello esperaban dejar atrás un pasado doloroso.

Si bien, en un primer momento vivieron en Recife, Clarice Lispector se trasladó junto a su familia a Río de Janeiro, a los 10 años. Por esfuerzos paternos, logró entrar a la Facultad de Derecho Nacional de la Universidad de Brasil, pero lo suyo no era el tórrido código romano ni los recovecos legales del idioma leguleyo. Lo suyo, era la literatura.

En 1940 publicó su primer relato, El triunfo. Y de ahí ya no paró más. Pasaron un matrimonio fracasado y libros como las novelas Cerca del corazón salvaje (1944), La araña (1946) Agua viva (1973), su clásico La manzana en la oscuridad (1974), y la novela que la consagró: La pasión según G.H. (1969). También escribió novelas para niños y artículos para periódicos y revistas.

Incluso, en sus días finales, en diciembre de 1977, internada en el Hospital da Lagoa, de Río de Janeiro, por un cáncer de ovario, no paraba de dictar y escribir. ”Las palabras que escribió, o que le dictó a Olga [Borelli, una amiga], muestran que Clarice hablaba en serio cuando decía que esperaba morir escribiendo: ‘Dentro de lo más íntimo de mi hogar, muero en este fin de año exhausta’”, cuenta Moser en su biografía.

¿Cómo podemos caracterizar su obra? La crítica literaria y académica de la UC, Patricia Espinosa, explica a Culto: “Es una cuentista excepcional, vanguardia plena, donde su visión existencialista aparece plenamente delineada. Así mismo, su visión sobre sujetos en tránsito constante, en busca de un lugar, un sitio donde detenerse transitoriamente para luego volver a comenzar su itinerario”.

Clarice Lispector es una de las autoras clásicas de las letras latinoamericanas. ¿Por qué ha trascendido? “Porque su literatura tiene una intención universalista, en cierto sentido a-tempora. Destaco, por ejemplo, cómo teóricamente se adelanta a la reflexión en torno a la vida humana y animal. Lispector manifiesta una preocupación constante por deconstruir el lenguaje, el sujeto, la otredad, generando un choque representacional. De igual manera, me parece relevante su enorme interés por seres anónimos”, señala Espinosa.

Los Cuentos Completos de Clarice Lispector, ya se pueden adquirir en nuestro país vía Buscalibre.

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