Paloma Mami: “Quiero que mis canciones haya que escucharlas más de una vez para entenderlas”

La estrella pop chilena habla con Culto de su flamante primer disco, de su admiración por Salvador Dalí, de por qué el encierro no la afecta (tanto), de su apuesta por un álbum sin invitados y de sus planes artísticos. "Ahora soy libre y puedo hacer lo que quiera", advierte.


La pandemia alteró de manera drástica los planes de Paloma Mami -como los de la mayoría de sus colegas-, pero no su ambición artística y su cruzada por la libertad creativa, las dos agujas de una brújula con la que la cantante avanza por caminos poco habituales o derechamente inexplorados por otros artistas del pop chileno.

A poco más de un mes de la publicación de su primer disco, Sueños de Dalí, cuyo lanzamiento estuvo acompañado por generosas reseñas en la prensa musical de diversas latitudes y una presentación en vivo en el popular talk show de Ellen DeGeneres en la TV estadounidense, Paloma Castillo (21) asegura que su mayor satisfacción es haber podido al fin revelar al mundo y plasmar en once canciones su verdadero “yo” artístico.

“Estoy feliz que por fin mis fanáticos puedan escuchar un poco más de mí, puedan entender un poco más y tener una idea de lo que pasa en mi mente”, dice la cantante sobre su flamante disco debut, un registro contundente, relativamente corto para los parámetros actuales, con una propuesta personal de urbano y R&B asesorada por productores de las grandes ligas del pop y que la solista tenía listo y guardado hace varios meses, donde -en otro acto de cierta valentía e independencia creativa- optó por prescindir de los éxitos que hace dos años la convirtieron en fenómeno y de los artistas invitados. Toda una rareza en los tiempos del streaming, los algoritmos y las listas de reproducción.

“Esa decisión la tomé hace como dos años, cuando empecé mi carrera. Tenía 18 años y dije que cuando hiciera mi primer disco lo iba a hacer completamente sola, sin otros artistas, sin featurings, y cumplí con eso, porque quería más que nada demostrarme a mí misma que lo podía hacer sola. Y quería dejar este pedazo de mi arte, solamente yo, para que la gente me pudiera entender a mí y solo a mí, ¿cachai?”, dice desde Puerto Rico, donde ha pasado buena parte de la pandemia.

“Pero ahora se vienen las colaboraciones, porque ya cumplí con la promesa (que me hice) a mí misma y ahora soy libre y puedo hacer lo que quiera”, advierte, con la soltura de quien ya completó el primer gran hito de una aventura que recién comienza.

En Sueños de Dalí, cada decisión parece un manifiesto de originalidad y rebeldía por parte de la chilena nacida en Manhattan. Las letras, la ausencia de voces invitadas, la opción mayoritaria por el español -y más de algún chilenismo con acento exótico- en un álbum de clara ambición mundial. Incluso su carátula, distante de las convenciones estéticas actuales en la industria, con un diseño ideado por ella misma y con ciertas referencias a la obra del genio surrealista español que inspiró su título.

“Salvador Dalí es un artista que siempre ha estado presente en mi vida, porque mi papá siempre me llevaba a exposiciones de arte y alcancé a ver un par de exhibiciones suyas en Nueva York. Desde chica me encanta su arte, siempre he pensado que era muy loco, no lo entendía bien y por eso me gustaba y me llamaba la atención”, explica.

“Era el artista favorito de mi papá, que siempre me explicaba que al ser algo tan distinto dejaba a la gente con un efecto de no entender nada, hace automáticamente a la gente pensar mucho. Por eso quise nombrar así el disco. Quiero que la gente no solo escuche la canción una vez, sino que sean un poco más complejas, que haya que escucharlas más de una vez para entenderlas. Y si no las entiendes tienes que pensar y tener tu propia idea de la canción. Creo que de eso se trata el arte, que cada persona tenga un punto de vista diferente y eso es lo que me encanta”, agrega.

¿Cómo se logra darle una cohesión y un sello personal a un disco cuando hay tantos productores distintos involucrados?

Eso pasó muy naturalmente. Colaboré con productores y escritores que tenían su propio estilo, y no sé cómo pasó pero fue así, siempre estuve presente en el estudio con ellos y creamos las canciones desde cero, las pistas, y creo que eso hace que el productor pueda entender mejor, que las canciones suenen más genuinas y por eso todo tiene como una cohesión. Colaboré con muchos productores increíbles, que han trabajado con Bruno Mars, Justin Bieber, Kanye (West), Beyoncé. Gente que está a otro nivel, cada vez que entré al estudio estaba en modo fanática y me encanta lo que hicieron todos ellos en el disco.

¿Ha sido extraño lanzar Sueños de Dalí en medio de una pandemia, sin posibilidad de poder presentarlo en vivo, o en cierta medida lo ves como una ventaja, ahora que quizás la gente le puede prestar más atención?

No, yo creo que ha sido una desventaja, porque si fuera por mí ya estaría planeando mi show en vivo. Eso es lo que más quiero e imagino que mis fanáticos también quieren sentir estas canciones en vivo, poder sentir esto conmigo y poder estar vacilando con sus amigos entre el público. Yo creo que esa es la parte más linda de toda la música, aparte de estar creando en el estudio. Me da pena no haber podido hacer eso pero en agosto supuestamente tengo un show, será en México y espero que salga todo bien. Ya quiero estar en un escenario.

Además de tu propuesta musical, hay algunas respuestas y uno que otro dardo en las letras de tu disco, como en Qué wea, donde citas frases en tu contra del tipo “es chilena cuando le conviene ná má”. ¿Todavía recibes ese tipo de críticas y comentarios?

Honestamente, no soy una persona que se tome a pecho los comentarios, nunca me han afectado los comentarios del público y por eso hice esa canción, lo encontré una forma chistosa para responder. Yo hago todo con amor, que es lo más importante de todo. La gente que está tirando ese odio necesita amor en su vida y creo que esta canción la hice para no tomármelo tan en serio. Tal vez les de risa, tal vez se enojen, pero al final da lo mismo lo que la gente opine si no son cosas positivas. Yo intento siempre traer a Chile a las canciones, ya sea si lo estoy nombrando o si uso modismos chilenos, porque creo que se va a escuchar en toda Latinoamérica y Estados Unidos, y quién sabe, quizás la gente de allá empieza a usar la palabra weá y a cantar esas letras.

Hasta hace unos años eso parecía una fantasía, pero hoy en día se escucha música en español en todo el mundo. Parecen haber menos barreras idiomáticas en el pop.

Esa es mi meta más grande, poder hacer la transición entre el mundo latino y el mundo anglo, y que sea solo un mundo de música, que no tengamos separaciones, ni géneros, ni estilos, que sea solo música. Yo creo que Estados Unidos y todo el mundo está recibiendo la música latina a otro nivel, nunca había pasado en la historia y es algo muy bello. Esa es una de mis metas más grandes, que a la gente no le importe en qué idioma estás cantando, que les guste la música nomás.

¿Dónde vives actualmente?

Yo vivo en Chile, tengo mi casa en Chile, pero ahora estoy en Puerto Rico. Por todo lo del disco he tenido que viajar a Miami, a Los Angeles y aquí, no he estado en Chile hace como 2 o 3 meses. Pero quiero puro volver porque extraño a mi familia, extraño la comida. Ojalá pronto pueda estar allá.

Por estos días algunos de tus colegas músicos están en el ojo del huracán por su comportamiento en las cuarentenas, como Camila Gallardo, Kidd Tetoon y Pablo Chill-E, que han sido detenidos por no cumplir la normativa sanitaria. ¿Qué te parece lo que ha ocurrido con ellos?

Pienso que al final todos somos humanos, es muy raro todo lo que está pasando y nadie está acostumbrado a esto. Creo que mucha gente, no solo los artistas, ha roto las cuarentenas, porque quieren ver a sus familias o a sus amigos, quieren tener un viernes normal. Como (los artistas) son gente que está en el ojo público, como somos los modelos a seguir, estamos más expuestos, pero todo el mundo está pasando por lo mismo, por algo que es muy fuerte.

¿A ti en lo personal te ha golpeado fuerte el encierro, no poder hacer shows, no poder viajar, cantar en vivo, salir de fiesta o juntarte con amigos?

Me afecta mucho ver el mundo tomando esto como si fuera la nueva normalidad, porque no me puedo imaginar el mundo así para siempre. No quiero vivir en un mundo así, donde tenemos que usar mascarillas siempre, en el que no podemos estar cerca de otra gente. No sé cómo van a ser los conciertos ¿Podremos volver a bailar todos juntos? A mí eso es lo que más me choca. Pero el tema de estar encerrada nunca me afectó. Yo pasaba encerrada antes de la cuarentena, nunca salía de mi casa así que fue como “ah ya, mejor”. A mí me encanta estar en mi casa. Eso sí, estoy muy acostumbrada a viajar, no puedo estar en un lugar más de tres meses porque ya me quiero ir. Eso ha sido lo más difícil, estar en Puerto Rico toda la pandemia sin poder ver a la familia.

¿Cuáles son los próximos pasos en tu carrera?

Lo próximo son los shows en vivo, lo de México y otros a comienzos de 2022. Obviamente colaboraciones, videos, mucha más música. Ya se están cuadrando los remixes para mis canciones, que es lo que viene. Ahora que ya saqué el disco puedo hacer lo que quiera con mi música.

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