Roberto Márquez: “Podemos ser seis, pueden haber otros seis, pero mientras el Illapu esté, la gente está con nosotros”

Este 2021 marca hitos importantes para el grupo de los hermanos Márquez, que celebra medio siglo de carrera y 30 años del disco que los consagró masivamente. Un nuevo álbum, un libro biográfico y la reedición del clásico Vuelvo amor... vuelvo vida (1991) serán parte de los festejos.


Los inicios de cada década del último medio siglo han sido especialmente significativos para Illapu. Específicamente aquellos años terminados en uno. En 1971 cuatro de los once hermanos Márquez Bugueño decidieron formar un grupo de música andina en Antofagasta, inspirados por la Nueva Canción Chilena. En 1981, ya con algunos éxitos y varios discos publicados, los músicos volvían de un viaje a Europa cuando se les notificó en el aeropuerto de la prohibición de entrar al país. Regresaron del exilio siete años después y en 1991 editaron el álbum de la consagración masiva, Vuelvo amor... vuelvo vida. De eso han pasado tres décadas y hoy, en medio de la pandemia, el conjunto se prepara para celebrar sus 50 años de historia.

“Los últimos 50 años de nuestro país han tenido vuelcos muy grandes, y el Illapu los ha vivido de la mano de nuestro pueblo”, dice Roberto Márquez, quien desde hace un tiempo trabaja en un libro que pretende editar este año con todos los detalles de la carrera del grupo. Unas memorias que el cantante, director musical y multiinstrumentista, el único integrante inamovible de la agrupación desde 1971, aún no se convence de mandar a la imprenta.

“Es una historia tan larga y con tantos recovecos que cada vez que lo leo siento que le falta algo o me acuerdo de algún detalle”, reconoce el vocalista, quien en octubre, en paralelo al aniversario de su proyecto de toda la vida, celebrará también su cumpleaños 70.

Pero para los autores de Lejos del amor, Vuelvo para vivir y otros clásicos de la música popular chilena, enterar medio siglo de carrera no es tan importante como llegar vigentes al hito, por lo que el festejo se completará con un nuevo disco de estudio, el primero con material original desde Vivir es mucho más (2006).

Un nuevo álbum -el número 26 de su discografía- cruzado por el estallido social y la pandemia, como lo evidencia su primer adelanto, La vida volverá, que fusiona el sello eléctrico-andino del conjunto con el pulso de las batucadas de las manifestaciones callejeras.

“Es lo que el grupo ha hecho en distintos momentos, una foto de lo que nos toca vivir”, explica Márquez sobre el sencillo. “Hemos ido buscando que nuestra canción sea el reflejo de lo que vivimos, de la mano con el colectivo, partiendo desde la pandemia pero ligándolo también a todo lo que fue el estallido, de un pueblo en la calle, lleno de alegría, manifestándose. Algo que sólo vimos cuando éramos muy jóvenes, cuando llegamos a Santiago en el momento de la Unidad Popular, pero que esta vez vivimos a concho, estuvimos en las manifestaciones, marchando, cantando”

¿El estallido social y la pandemia marcarán todas las canciones del disco?

Hay un momento que es muy fuerte, absolutamente inédito. Obviamente que es muy marcador. Pero el disco va a tener elementos de distinta índole, porque si bien podemos estar en pandemia, encerrados, el amor sigue fluyendo, hay situaciones que siguen existiendo pese a todo. Entonces el disco va a tener mucho de lo vivencial, que es lo que en general hemos hecho.

Estamos en un momento en que hemos podido experimentar, cada uno está en un trabajo personal, haciendo canciones, buscando desde su espacio tener canciones que van a ir en este disco. Y cada uno está permeado por las situaciones que vive en su núcleo familiar, en su entorno social.

Para seguir viviendo (1988), Vuelvo amor... vuelvo vida (1991), La vida volverá (2021). Son conceptos que se han repetido en el trabajo de Illapu a lo largo del tiempo. ¿Hay una conexión entre esas “vueltas” y la de ahora, una relectura tal vez?

Claro, el Vuelvo amor... vuelvo vida era justamente volver al amor y a la vida que nosotros añoramos durante largos años de exilio, volver a nuestro país, volver a vivir con nuestra gente, vincularnos. Reflejó un momento muy fuerte. Y este otro vuelvo, La vida volverá, es como un regreso a la vida que definitivamente no va a ser la misma que teníamos. Esperamos que sea mejor. Esa vida donde puedas volver a compartir con tus hijos, donde puedas volver a ver a los niños jugando en el parque, donde se pueda salir a caminar con tu nieto, esa vida normal, común, donde te abrazas, te das la mano. Esa vida es la que queremos que vuelva, llena de energía, de demandas también.

Ese disco de 1991, que los volvió inmensamente populares en su regreso a Chile, cumple a su vez 30 años. ¿Hay planes de conmemorarlo?

Sí, vamos a hacer una edición especial de aniversario de Vuelvo amor... vuelvo vida. Vamos a ver si incorporamos algunos otros elementos, otras fotografías, para enriquecerlo. Queremos intervenir la carátula, para que se vea que ya ha pasado 30 años de eso. Queremos hacerlo muy pronto.

Hay un contexto con ciertos paralelos también, son tiempos de cambios en el país.

Exactamente. siento que hay un parangón ahí entre ese disco y este que estamos sacando. Hay una unión, un hilo de oro muy potente.

Además del disco, ¿cuáles son los planes para celebrar el medio siglo de vida de Illapu?

Habían muchos planes. Habíamos pensado en un gran concierto en octubre, después una gira. Y digo habíamos porque está todo en el aire. Pero queremos hacer un gran concierto en Antofagasta, por ejemplo. Por cómo está la situación es probable que ese gran concierto popular que queremos hacer, para mucha gente, se haga al cierre, en octubre de 2022. Y quizás abrimos con un concierto en octubre de este año con el público que podamos meter, o sin público, en una sala. Estamos viendo cómo readecuamos todo lo que hemos pensado para la celebración. También queremos hacer una exposición de 50 afiches, los más significativos. Una cosa es llegar a los 50 años y otra llegar con vigencia. Nosotros tenemos en el público a gente que podrían ser nuestros nietos. El grupo toca a un ámbito muy amplio de gente y tiene plena vigencia. Esa es una sensación muy rica.

¿Cómo se logra mantener unido y funcionando a un proyecto por 50 años? No cualquiera lo consigue.

Nos mantenemos tres hermanos en el grupo. Eso ha ayudado. Pero entre medio han habido grandes quiebres. La expulsión (de Chile), el año 81, fue una cosa muy fuerte. Pero en sí el Illapu es mucho más importante que los integrantes. La responsabilidad que tenemos con nuestra gente, con nuestro pueblo. Podemos ser seis, pueden haber otros seis, pero mientras el Illapu esté la gente está con nosotros.

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