El director de El Reemplazante abre la puerta al regreso: “En una tercera temporada tendría que hacerse cargo de un país distinto”

Finalizada hace siete años, una de las más exitosas series chilenas evalúa su retorno a través de la productora Parox y del cineasta Nicolás Acuña, parte del equipo clave que dio forma a los dos ciclos a comienzos de los 2010. Los realizadores trabajan en una idea, pero advierten: “Sin la venia de TVN, nadie que quiera hacer el proyecto de la tercera temporada de El reemplazante, lo puede hacer”.


Desde la emisión de su primer capítulo hasta el estreno del último, El reemplazante alcanzó a estar 15 meses al aire en TVN. Fuera de ese periodo de tiempo, la capacidad de impacto de la serie se ha expandido mucho más allá del amanecer de los 2010, de la mano de su salto a Netflix a comienzos de 2017. Un fenómeno que se cristalizó cuando la plataforma renovó su licencia hace un par de años para que permaneciera en el catálogo.

El director Nicolás Acuña estima que la popularidad de la que goza la producción se debe particularmente a su arrastre en el streaming, aunque las primeras conversaciones en torno a una tercera temporada datan de la época en que se emitía por primera vez en televisión abierta, tiempo en que la idea no prosperó.

“Nosotros entendimos que la serie había tenido una repercusión importante, pese a que mi sensación es que explota más después en Netflix”, señala a Culto el director de las dos temporadas de la ficción junto a Cristián Jiménez y de otras series como Los archivos del cardenal e Inés del alma mía.

Hasta ahora, Acuña había estado al margen de cualquier intento por revivir la historia y, de hecho, ni él ni la productora Parox –la compañía que estuvo a cargo del proyecto entre 2012 y 2014– han participado en los videos que han traído de regreso a los recordados personajes de la serie, Maicol (Sebastián Ayala) y Flavia (Karla Melo). Tampoco estuvieron implicados en una postulación al fondo CNTV que no prosperó en 2018, comandada por los creadores de la idea original.

Hasta que a fines de 2020 el cineasta junto a Parox (Héroes invisibles) presentaron una idea de un tercer ciclo a TVN, dueño de la marca, y hoy continúan evaluando cómo aterrizar esa alternativa. “Como director de la serie, me encantaría hacer la tercera temporada, obviamente, y creo que también tendrían que estar los guionistas (originales). Fue un equipo muy virtuoso. Cuando los proyectos son exitosos no dependen de una persona, sino que de un equipo, sobre todo en un proyecto como este, que es tan coral”, define el director de El reemplazante, cuyo más reciente reconocimiento fue el Copihue de Oro que recibió el viernes pasado, en distinción a la Mejor serie de la década.

-¿Hoy considera factible que en 2022, cuando se cumpla una década desde el estreno de la serie, pueda venir ya en camino una tercera temporada de El reemplazante?

Ojalá que sí. Este mismo premio alimenta eso. El que tiene la última palabra es TVN, que es el dueño de la marca. Sin la venia de TVN, nadie que quiera hacer el proyecto de la tercera temporada de El reemplazante, lo puede hacer. Sería una muy buena fecha para partir con un proyecto que hay que repensarlo, porque efectivamente los personajes van a estar mucho más grandes. Con Parox teníamos un proyecto en que hacíamos un mix entre personajes nuevos y personajes antiguos, que es algo que hay que pensar.

-¿En qué medida esa nueva historia se vería condicionada no sólo por el estallido social sino que por la pandemia? ¿Es algo que también tienen que analizar?

Por supuesto. Acuérdate que nosotros grabábamos las marchas del 2011 o un poco después. La contingencia fue parte importante de El reemplazante, que era algo que a mí me ponía un poco nervioso, que se pudiera sentir como algo oportunista estar trabajando en torno a una temática sobre la cual hay poca distancia. Pero ahí tuvo su fuerza también. Efectivamente estábamos tocando temas que eran de fondo, que tienen que ver con la desigualdad, la educación. Si nos hubieras preguntado a mí o a cualquiera de nosotros si en nuestro país se iba a aprobar el matrimonio igualitario o que se iba a cambiar la constitución o que los constituyentes iban a estar básicamente integrados por independientes y no por partidos políticos… Todavía no se producen los cambios pero se avizora que efectivamente El reemplazante en una tercera temporada va a tener que hacerse cargo de un país distinto al que habitaron nuestros protagonistas.

-¿Le parece que ahora que estos temas están tan en boga puede ser un reto incluso más grande que antes llevarlos a la ficción?

Probablemente. Una de las gracias que tuvo El reemplazante es que tampoco fue un panfleto ni un discurso. Era una mirada sobre un sector de la población en la que no estaba puesto el foco. También creo que las historias íntimas, algunas muy emocionantes, son parte importante del éxito de la serie. La tercera temporada tampoco puede dejar de tener esa intimidad y esa cercanía con los personajes, independientemente del escenario en el cual les toque desenvolverse a nuestros protagonistas. Pero es cierto lo que planteas, es algo que hay que pensarlo muy bien.

-¿Pero un regreso tiene que ser sí o sí con el equipo creativo original completo?

Es lo que me gustaría. Cuando un proyecto logra lo que ha logrado El reemplazante no es producto de una persona, sino que de las personas que trabajaron detrás. Me refiero a actores, productores, guionistas, directores. Y evidentemente me siento muy responsable del éxito de la serie, como un montón de otras personas que estuvieron ahí.

-¿Cree que puede ayudar a que TVN eventualmente apruebe el proyecto los videos que se han publicado en el último tiempo con los personajes originales?

Sí y no. Es claro que las autoridades que dirigen TVN son personas ligadas al gobierno. No me refiero a la directora de programación recién nombrada (Isabel Rodriguez), a quien conozco y de la que tengo la mejor impresión, sino que a las personas que toman las decisiones en el directorio, donde hay una mayoría de gobierno. La representatividad del directorio de TVN es algo que me imagino también va a estar en cuestión ahora, al igual que en muchas empresas públicas, su conformación y su modelo de gobernanza. En el fondo, creo que El reemplazante es un proyecto que no es cómodo para el establishment de este país, eso está claro, porque (la serie) lo cuestiona. Hoy sabemos que la serie es un fenómeno y que puede instalar temas, eso es innegable.

“La televisión chilena, más que todo, persigue las grandes audiencias. En ese sentido, si El reemplazante puede contribuir a sumar espectadores a TVN… Finalmente creo que eso es lo que más pesa hoy día en la televisión abierta. Desde una perspectiva económica, la serie puede tener viabilidad, por supuesto. Aunque en el modelo actual es imposible que lo financie solo TVN. Tiene que haber un modelo de coproducción que permita que el proyecto sea viable”.

-¿Imagina un escenario en que TVN ceda los derechos de la serie o al menos comparta esta figura que los ubica como únicos propietarios?

Existe esa posibilidad, pero yo creo que ellos, más que nadie, saben lo que tienen, y si hay una tercera temporada van a querer ser parte y tener los derechos de televisión abierta. Ellos, por ejemplo, pueden autorizar a que se haga una tercera temporada e incluso no invertir, pero igual se van a reservar los derechos de transmisión de televisión abierta para Chile. Eso es seguro. Es un activo que tiene el canal y no creo que se desprendan de una serie exitosa como El reemplazante. En lo que sí habíamos avanzado con la dirección de programación anterior era en un modelo de producción que pudiera involucrar a otros actores que fueran financistas principales, entendiendo que hoy para el canal es muy complejo poder invertir en una serie de ficción con una temporada de ocho, diez o 12 capítulos.

-¿Qué han conversado en torno al regreso de los personajes de la historia? Por ejemplo, ¿el profe Charlie (Iván Álvarez de Araya) volvería o es algo que aún se tiene que evaluar?

Hoy no me gustaría dejar a algunos adentro y a otros afuera, aunque probablemente eso va a pasar. Eso tiene que ver con el proyecto que se genere. Hay personajes que son más emblemáticos que otros, sin lugar a dudas, y el profe Charlie es uno de ellos. Hay muchas decisiones que tomar en torno a eso, creo que sería muy apresurado decir cuál tiene que estar sí o sí y cuál es reemplazable. No me animo todavía a ir tan lejos.

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