“Un minuto es mucho tiempo”: la chispa y la gracia de Rodrigo Villegas triunfan en Viña 2023

FOTO: DIEGO MARTIN / AGENCIAUNO

El comediante antofagastino conquistó al Monstruo a punta de chistes cortos, rápidos y muy efectivos. Usando sobre todo referencias pop, Villegas sorteó una difícil misión. La clave fue enganchar al público desde un comienzo.


El reloj marcaba las 23.47 y con la música de fondo de Mr. Blue Sky, de Electric Light Orchestra, inició su presentación el humorista Rodrigo Villegas en la cuarta jornada de Viña 2023. Y a tono con los tiempos digitales que vivimos, hizo un video “para las redes sociales”, desde ahí comenzó una rutina instalada en el uso de los celulares y las redes digitales. Por supuesto, no faltaron las menciones a las selfies y los audios de Whatsapp.

El comediante antofagastino se presentó por segunda vez en la Quinta Vergara tras su primer paso en 2017 por el Festival de Viña, donde timbró una buena presentación, aunque algo accidentada por un incidente ocurrido en la galería (esa vez, marcó marcó un peak de 43 puntos de rating y se llevó las Gaviotas de Plata y Oro).

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Siguieron luego chistes cortos sobre las relaciones de pareja (qué gran verdad es que al chileno le gusta el chiste corto), mezclando dinámicas, menciones a los gases e incluso un “poema” de corte amoroso y carnal con nombres de yogurts y lácteos, algo obvio y efectista, pero que funcionó.

Al inicio, la rutina se mostraba algo desordenada, mezclando las menciones a las comidas con referencias pop. En los primeros minutos de la actuación, hizo que el Monstruo cantara el Noa-Noa, de Juan Gabriel; Chiquita mía, de Alvaro Torres y Xanadú, de Olivia Newton-John (donde contó un frustrado intento de pedirle una foto, mostrando incluso la errática imagen).

Además, pasaron referencias a Freddy Mercury (donde hizo una coreografía algo hilarante con Don’t stop me now), Maniac, de Michael Sembello, Caliente caliente, de Raffaella Carrá; Olvídame tú, de Miguel Bosé y el mega clásico de las fiestas sub 40: Rumba, samba, mambo, de Locomía, con abanicos y todo. Acá sacó partido de haber participado del programa Aquí se baila, de Canal 13.

FOTO: DIEGO MARTIN / AGENCIAUNO.

También usó un recurso que le funcionó: reírse de los anuncios de YouTube usando a Eduardo Fuentes como si fuera parte de los anuncios que interrumpen los videos (lo que hizo estallar de risa al jurado). Las referencias pop nunca fallan.

Villegas tuvo el mérito de siempre sostener la rutina con su carisma de hombre popular, como el “guatón” que tira tallas simpáticas en la feria. Y se dio el tiempo para recurrir a uno de sus motivos clásicos, la gordura. “Soy guatón asumido”, señaló. Y también habló de su visita a una doctora para tratarse.

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Pero se escucharon pifias. Sí, cuando comenzó a hacer una parte de la rutina que involucraba a Carabineros. Esa parte fue algo inentendible y caótica, a diferencia de Diego Urrutia, quien se rió de la jerga que usa la policía uniformada. Claro que una vez que salió del tópico policial, Villegas retomó el control.

Un momento alto fue cuando se rió de los Test de Rorschach. “Siempre hay que decir que son mariposas”. En esa sección, la Quinta gozó de buena gana, aunque hay que decir que se basó en el repetido recurso del doble sentido. Luego, lo mismo, “los sin censura” que pedía la gente, incluyendo el relato de una empanada pedida por un tipo desahuciado.

Villegas hizo una innovación contando un chiste sobre narcotraficantes, tópico que en la Quinta prácticamente nunca ha sido usado. Pese a lo arriesgado de la propuesta, el “Monstruo” la tomó de buena gana. Claro que también logró sostener frases que pueden ser recordables, como el “un minuto es mucho tiempo”, haciendo referencias al tiempo que según él cuentan los hombres en las relaciones seuales.

A lo largo de la rutina, Villegas fue rápido, a veces alzó la voz (casi llegando a los gritos) y sus garabatos aparecieron cuando correspondían. No quedará en la historia de las rutinas memorables del Festival (como la de Coco Legrand en 2000, o cada una de las actuaciones de Dinamita Show), pero cumplió el cometido de manera más que correcta. Desde un inicio, consiguió lo más difícil para los comediantes, que la gente enganchara con él y lo siguiera. El público, al final, lo aplaudió de pie y le entregó las Gaviotas de Plata y Oro.

Villegas venía precedido de una buena presentación en la Teletón 2022, hace solo 4 meses. De esa rutina, cogió varios chistes, sobre todo su parte final, cuando cuenta que alguna vez fue a un motel con su señora y pudo zafar de la presencia incómoda de sus hijos en la casa.

La rutina de Rodrigo Villegas en Viña del Mar marcó 35.4 puntos de rating entre las 23.46 y las 00.47 horas con un peak de 37.5 a las 00.15 horas.

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