
Ewan McGregor: “A medida que te haces mayor, quieres pasar menos tiempo fuera de casa”
El actor escocés se vuelve a unir a su amigo Charley Boorman en Travesía en Moto (Apple TV+), la serie documental que iniciaron hace dos décadas y que en 2019 lo trajo a Chile. En la cuarta entrega la ruta se enfoca en Europa y en los orígenes de ambos. A raíz de ese estreno, aquí la estrella habla con Culto sobre Hollywood, música y su familia.

Después de hacer Trainspotting (1996), pero antes de empuñar por primera vez un sable de luz en Star Wars y formar una pareja de enamorados con Nicole Kidman en Moulin Rouge! (2001), Ewan McGregor filmó un drama romántico en Irlanda. Titulado The serpent’s kiss (1997), el filme no impactó con la fuerza de otros trabajos que hizo en los años 90, pero por un motivo no cinematográfico quedó almacenado en su recuerdo para siempre.
En medio de la fiesta en que se celebraba el inicio del rodaje, se le acercó Charley Boorman, también parte del elenco de la película. De inmediato conectaron: aunque Boorman es cinco años mayor, ambos tenían hijos pequeños y ambos compartían una afición particular.

“Enseguida empezamos a hablar de motos y no hemos vuelto a hablar de otra cosa desde entonces”, dice el actor a Culto. “Tenemos una relación única. Hemos viajado por todo el mundo en moto, en momentos buenos y momentos malos, con altibajos, con mal tiempo, con terrenos difíciles, caídas, lesiones. Es una experiencia increíble para compartir con tu mejor amigo. Y no tengo esa conexión con nadie más que con él”.
Esa duradera amistad ha quedado inmortalizada en Travesía en moto y sus diferentes entregas. Disponible en la plataforma Apple TV+, la serie documental arrancó en 2004 con Travesía en moto: Alrededor del mundo (Long way round, en inglés), que registró un viaje de más de 30 mil kilómetros. Ese itinerario comenzó en Londres, continuó en Rusia y los llevó finalmente hasta Nueva York. Tres años después, en otro periplo titánico, la ruta elegida fue ir desde Escocia hasta Ciudad del Cabo.
Más de una década después, en 2020, retomaron la idea con Travesía en moto: De sur a norte (Long way up), la producción que –al menos en este lado del mundo– ganó reconocimiento por tener escenas en una fonda en Puerto Montt, con ambos bebiendo terremoto, bailando e interactuando con personas en el corazón de la Región de Los Lagos. Fue a propósito de ese estreno que McGregor compartió que un tatarabuelo suyo viajó a Chile en el siglo XIX y formó familia.

La cuarta entrega, Travesía en moto: Camino a casa (Long way home), también tiene un componente personal. Recién estrenada en la plataforma de streaming (acaba de debutar el cuarto episodio), tiene como hilo conductor establecer un vínculo entre los hogares de ambos protagonistas: Escocia e Inglaterra. Por la escasa distancia entre ambos puntos, el viaje podría haber sido notablemente corto, pero definieron un trayecto más extenso que les permitiera respetar el ADN de la serie.
El actor detrás de Obi-Wan Kenobi detalla que el origen de esa propuesta se remonta al año 2019, cuando estaban filmando la anterior temporada en Bolivia. “Estaba lleno de baches y probablemente fue nuestro tramo más desafiante. Cuando se pone así de difícil, normalmente siempre lo pasamos genial hablando con los cascos puestos. Mientras nos abríamos paso entre los baches y la arena y la tierra, empezamos a hablar de Escandinavia, que sería increíble explorar esa parte del mundo, porque no la habíamos explorado”, recuerda.
“Como suele decir Charlie, cuando te acercas al final de un viaje, empiezas a soñar despierto con otro, porque así es más fácil detener el que estás haciendo, porque hay una parte de ti que nunca quiere dejar de estar en la carretera. Es una auténtica huida y una aventura”, agrega.
Esas conversaciones llegaron a puerto y terminaron viajando por Países Bajos, Alemania, Dinamarca, Suecia, Noruega, Finlandia, Estonia, entre otros destinos europeos. Una ruta que, admite, fue más amable que otras que han completado con éxito en diferentes etapas de sus vidas.

“Este viaje fue más fácil que otros viajes que hemos hecho, simplemente por el terreno. No tuvimos semanas de caminos de grava en el norte de Kenia ni en las montañas de Etiopía. Era Europa, así que tuvimos que complicarnos las cosas”, explica entre risas, para luego especificar que en esta ocasión reemplazaron las motos eléctricas que usaron en América del Sur por motos antiguas.
“Los dos llevábamos una cuerda de remolque por si acaso”, revela Boorman, junto con abordar un punto clave: “Las motos viejas tienen tantos problemas como las motos de última generación. Con las motos viejas siempre tienes un 80% de posibilidades de llegar a tu destino. Hay posibles desperfectos y esos desperfectos te llevan a algunas de las mejores partes del viaje porque conoces a personas que te pueden ayudar”.
No es lo único que ha cambiado respecto a su anterior odisea: en 2021 McGregor se convirtió en padre por quinta vez, por primera vez junto a la actriz Mary Elizabeth Winstead, con quien se casó un año después. La producción no pasa por alto que es papá de un niño pequeño y dedica parte del primer capítulo a la despedida de ambos en el hogar que comparten en Los Angeles (donde curiosamente tiene una bandera de Chile en el garaje).
Visto en los últimos años en series como Halston (Netflix), Obi-Wan Kenobi (Disney+) y Un caballero en Moscú (Paramount+), aquí el actor habla en detalle sobre su última aventura.
-En la serie se ve cuánto extrañaron a sus hijos, en particular en el episodio del Día del Padre. ¿Cómo lidió con la distancia emocional durante un viaje tan intenso?
Fue difícil, pero este viaje fue más corto. Creo que probablemente eso influye. A medida que te haces mayor, quieres pasar menos tiempo fuera (de casa). No me logro imaginar cómo en Long way round logramos estar fuera durante cuatro meses y medio. Ahora no me lo imagino. Así que este fue un viaje más corto, fueron diez semanas. Y planeamos una semana o cinco días de descanso en el medio para cuando llegáramos a Helsinki. Elegimos un lugar que parecía estar a medio camino, y pasamos allí una semana con nuestras familias. En mi caso tuve la oportunidad de pasar tiempo con mi esposa, Mary (Elizabeth Winstead), y mi hijo pequeño, Laurie. Y también llegó mi hija Anouk, lo que fue genial. Tuvimos un viaje un poco complicado con Anouk en moto por Helsinki, que por suerte no es parte de la serie, porque probablemente me hubieran criticado (se ríe).

-Cuando viaja de vacaciones con su familia, ¿alguna vez piensa en montar una moto?
Sí, siempre. En general desde el aeropuerto, hasta donde sea que vayamos, miro por la ventana y pienso: ¡Ojalá estuviera a bordo de una moto! (se ríe). Es algo tan arraigado en nosotros ahora, como si ver el mundo desde atrás de una moto fuera una forma genial de experimentarlo. Y sí, a menudo fantaseo con eso. No recuerdo exactamente dónde estaba. Tal vez en Bali, pero creo que podría haber sido en algún lugar de México. Escuché que había una competencia de motos, pero a kilómetros de distancia. Y les dije: chicas, ¿les importa si el jueves por la tarde me escapo un rato?. Así que tomé un taxi hasta este lugar y me quedé sentado solo, viendo a la gente competir en ciclomotores. Eran como carreras de ciclomotores en una pista de karts. Yo estaba perfecto. Fue algo muy bonito de ver. Tomé un taxi y volví. Fue agradable.
-¿Cómo eligen la música de la serie y las canciones que cada uno escucha mientras conducen?
En parte surgen de lo que escuchamos durante el viaje. Llevamos auriculares en los cascos, por lo que podemos escuchar música. No siempre, pero a veces sí. A veces hay una canción o un artista nuevo que se te viene a la mente cuando estás en un pueblo o escuchas algo. Y luego tenemos investigadores que buscan música local en los lugares que hemos visitado. Es una especie de culminación de todo eso. Cuando estábamos en algún lugar de Noruega mi esposa me envió un mensaje con una canción que le gusta mucho a mi hijo. Era una canción de Chappell Roan, de quien yo nunca había oído hablar. Y ahora ella es una estrella. La escuché en mis auriculares durante unas semanas o meses. Su álbum debut es impresionante.

-En el primer capítulo menciona que cuando está en un set filmando un nuevo proyecto siente que todo está predeterminado y que montar una moto le permite recuperar el control de sí mismo. ¿Eso se ha vuelto más importante con el paso de los años?
Creo que es sólo una consecuencia de hacer películas. Es como una máquina, es como un ejercicio militar, ¿no? Está el catering, está el maquillaje, están las luces, está el set. Cuando tiene que desplazarse, es una hazaña logística, y es increíble que todo se concrete día tras día. Pero eso nos afecta a nosotros, los actores. Todo está bastante reglamentado. Te recogen a esta hora. Tienes que rodar estas escenas por la mañana. Puedes comer estas cosas. Puedes rodar estas escenas por la tarde.
Cuenta una anécdota que ha definido profundamente sus últimas dos décadas de vida: “Empecé después de El gran pez, antes de que hiciéramos Long way round. Estaba filmando en Alabama y ni siquiera tenía casa en Los Angeles, pero decidí que quería comprar una moto en Alabama y volver a Los Angeles en ella al terminar. Terminé esa película –que fue increíble de hacer, lo pasé genial–, me subí a la moto y cuatro días después llegué a Los Angeles, y me encantó. Simplemente me encantó. No tenía un plan. Nunca supe dónde me hospedaría, pero en Estados Unidos es muy fácil, porque hay moteles por todas partes. Me encantó el ritmo. Y está la autonomía, uno decide todo por sí mismo. Y en nuestro caso, juntos. Charlie y yo decidimos dónde paramos y qué vamos a ver. Obviamente lo hacemos con la ayuda de nuestros productores y nuestro equipo, que nos dan ideas de cosas que podríamos visitar y ver. Sí, eso es una parte importante”.
-¿La palabra “home” (hogar) en el título de la serie alude a que este es el último viaje que harán juntos?
Puede que sí, pero no lo creo. Literalmente, la premisa al principio era ir de mi casa a la de Charlie y de mi casa en Escocia a la de Charlie en Inglaterra, obviamente siguiendo el camino más largo. Pensamos en otros nombres. Siempre se barajó Long way home y no me convenció del todo hasta que decidí que cuando llegáramos a casa de Charlie, volvería a mi hogar al día siguiente, a Escocia. De ese modo, se completa el ciclo para ambos: él se va a su hogar y yo también. Así que de repente empezó a sentirse de esa manera. Pero no lo sé. No diría que este es el final del camino. O sea, nunca se sabe, pero no lo creo.
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