Murales históricos en Santiago: entre el deterioro y el olvido
El incendio que destruyó el mural Terremoto de Nemesio Antúnez reaviva las alertas sobre el deterioro del patrimonio mural en Chile. Culto hizo un recorrido por murales declarados Monumento Nacional en la capital. Expertos, autoridades y la Fundación Antúnez reflexionan, además, sobre la urgencia de aprobar la nueva Ley de Patrimonios Culturales.
“La pérdida del mural es completa”, dice Pablo Orellana sobre Terremoto (1958), mural de Nemesio Antúnez. La obra, declarada Monumento Histórico Nacional en 2011, fue destruida por el incendio que afectó al edificio Monjitas 879, el pasado 10 de julio.
Pablo Orellana, asesor y editor de contenidos de la Fundación Nemesio Antúnez, habla en representación de la entidad, cuya directora ejecutiva es la hija del fallecido artista, Guillermina Antúnez, quien estaba fuera de Chile al momento de la tragedia. “(Ha sido) un momento de mucha pena, era una obra querida, que estaba bajo ese manto de misterio”, dice Orellana.
El mural se extendía por una de las paredes del ex cine Nilo, que hasta 2019 exhibía películas eróticas. Al momento del incendio, el lugar era arrendado y usado como bodega por la Importadora y Exportadora Xinlei Fan E.I.R.L.
Esa jornada, funcionarios del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) y del Centro Nacional de Conservación y Restauración (CNCR) hicieron la primera visita, en donde se constató la pérdida total. La subsecretaria del Patrimonio, Carolina Pérez, explica a Culto que el 13 de noviembre de 2024 el equipo de patrimonio del CMN entregó recomendaciones al propietario para la protección del mural. Sin embargo, “por ley, no tenemos la capacidad de inspeccionar ni de fiscalizar”, precisa la autoridad.
“Hubo fiscalización por parte del CMN, se hicieron advertencias al respecto. El asunto es que es una obra dentro del espacio privado”, explica Orellana.
El periodista Rodrigo Guendelman, fundador del proyecto Santiago Adicto, visitó hace tres meses Terremoto y constató su estado. “Pedí permiso, me dejaron bajar. Evidentemente, sentí que estaba más en riesgo que cuando estaba en el cine, por el movimiento de cajas. La gente que estaba trabajando ahí, el supervisor, entendía que era un mural importante, lo trataba de cuidar, pero con recursos muy limitados. Mi miedo era que se rayara, que se rompiera una parte. Jamás me imaginé que pudiera pasar algo como lo que pasó”, dice.
Emilio de la Cerda, director de Patrimonio Cultural de Universidad Católica y exsubsecretario de Patrimonio (2018-2022), valora las acciones tomadas para la protección. No obstante, cree que el CMN “debió actuar de manera más perentoria. En este caso, el Consejo Monumentos sabía que había una situación de riesgo inminente de ese mural. Uno podría criticar que no se hayan implementado opciones más decididas, que fueran más allá de las recomendaciones, aplicar sanciones que la Ley de Monumentos contempla cuando hay daño a un Monumento Nacional”.
La Fundación Nemesio Antúnez explica que desde 2018, para el centenario del artista, se venía trabajando en la restauración de Terremoto y Quinchamalí, otro mural de Antúnez en el centro de Santiago. “El 2024 se retomó la iniciativa. En ese minuto, el mural que corría más riesgo de deterioro era Quinchamalí. Nunca nadie iba a pensar que iba a ocurrir una tragedia semejante con Terremoto”, indica Orellana.
Sobre una eventual restauración, es categórico: “Se pensó que podían quedar algunos restos, pero no quedó nada. Una restauración no es posible”.
La Fundación buscará hacer arqueología de la obra, reconstruir su historia a través del archivo. Además, apoyarán acciones legales que tome el Estado por el daño al mural.
“Estamos en coordinación con el Consejo de Defensa del Estado para llevar a cabo la acción judicial que corresponda”, confirma la subsecretaria Pérez.
Otros murales de Nemesio Antúnez
Nemesio Antúnez pintó murales en todo el mundo. “La veta muralista de Nemesio, desconocida, tiene que ver con un ideario de democratizar el arte”, explica Pablo Orellana.
En Chile, en el piso de la Galería Juan Esteban Montero (Paseo Peatonal Huérfanos), se despliega en perfecto estado el mosaico que representa la cerámica negra de Quinchamalí. Eso sí, el mural que se erige sobre el otrora cine Huelén, declarado Monumento en 2011, evidencia deterioro. Capas de pintura se desprendieron por humedad.
“En 2021 hicimos una obra de emergencia, presentaba filtraciones de agua que estaban afectando el patrimonio. En esa época eso costó cerca de 50 millones”, expone la subsecretaria Carolina Pérez.
En la actualidad, aún se ven zonas desgastadas. “Con más presupuesto podríamos hacer más obras de emergencia, más y mejores trabajos de conservación. Lamentablemente, estamos bastante limitados por el presupuesto”, añade Pérez.
Los murales Sol y Luna gozan de la protección y cuidado del Hotel Gran Palace, también en el centro de Santiago. “Fueron conservados. Ahí el dueño, junto con organismos públicos, hicieron una restauración extraordinaria”, destaca Rodrigo Guendelman.
Escondido en el Club Deportivo, Social y Cultural México, en la calle San Pablo, se halla Cuauhtémoc y Lautaro, pintado en 1963 en la Sala Cultural Gustavo. “Poco se sabe sobre cómo llegó a pintarlo aquí”, escribe Montserrat Sánchez en Nemesio en el espacio público.
“En rigor, mural no es−aclara Orellana−. Es una pintura mural que está sobre bastidores, pero ocupa un espacio predominante en el salón. Los bastidores fueron hechos por Adriana Asenjo“.
Cuauhtémoc y Lautaro presenta rasgaduras en la tela y signos de humedad. “Es una obra que tiene que ser restaurada también”, apunta Orellana. Sobre la posibilidad de solicitar que sea Monumento, declara: “Todo lo que sea pertinente, bienvenido sea”.
Ruta de murales
Numerosos son los murales declarados Monumentos Nacionales en Chile. En Santiago destacan varios, ya sea por su exitosa restauración o por su deplorable estado.
El primer gol del pueblo chileno, de Roberto Matta, es “un caso virtuoso”, dice Emilio de la Cerda. Tras ser censurado en dictadura, fue restaurado y se recuperó el 95% de su visualidad. En 2018 fue declarado Monumento Nacional y hoy es resguardado por el Centro Cultural Espacio Matta. Otros murales protegido son Curación del endemoniado, de Pedro Lira, ubicado en el ábside central de la Catedral Castrense, y los murales de Violeta Parra de la Peña de los Parra, recientemente declarados Monumento Nacional.
En el Parque Metropolitano (Parquemet), del Cerro San Cristóbal, se impone el Mural Tupahue (1966), diseñado por el pintor mexicano Juan O’Gorman y la ejecución de la artista chilena María Martner, declarado Monumento Nacional en 2015.
Desde 2012, Parquemet impulsa proyectos para restaurar el mural, deteriorado por la humedad, el oxido, el desprendimiento de piedras y la presión de raíces de árboles en la zona superior.
Andrés Arrospide, Coordinador de la Unidad de Participación Ciudadana de Parquemet y encargado del más reciente proyecto de restauración, explica que este es financiado gracias a un convenio con México. El proyecto debe ser revisado por el CMN la próxima semana, para posteriormente abrir una licitación y que se ejecute desde septiembre.
“El mural tiene una crisis de público, porque solamente está abierto en verano, el resto del año es inaccesible. Entonces una medida que se quiere tomar es la gestión cultural, hacer eventos permanentes y poner en actividad la zona. Creemos que la obsolescencia de los monumentos se va gestando por el olvido y la poca comunicación”, indica.
Dentro de las ruinas de ex Escuela Rebeca Catalán Vargas, cinco murales resisten al tiempo: Exaltación de los trabajadores, Fresia lanzando a su hijo a los pies de Caupolicán, La Ronda, Homenaje a Gabriela Mistral y los trabajadores del salitre y Los trabajadores del campo.
Urbex, fotógrafo anónimo que registra ruinas, visitó el recinto a inicios de este año y constató el estado de la escuela. Sobre los murales, recuerda: “Había muchos intactos, no tenían ningún rayado, la humedad no los había dañado, estaban con polvo. Ahí nosotros, con un pañito o con la manga de mi ropa, los limpiamos un poco”.
“Había otros con rayados pequeños, no irreversibles. La infraestructura del lugar está deteriorada, hay mucha basura. No se ve que quienes están a cargo de ese lugar lo vayan a reparar”, añade.
La subsecretaria de Patrimonio, Carolina Pérez, asegura que han realizado visitas técnicas para constatar el estado de los murales y orientar el trabajo del Minvu en el Plan Urbano Habitacional de la Ciudad del Niño, a ejecutarse en el sector. “Este plan incluye la conservación patrimonial del Monumento Histórico. El Minvu elaboró y remitió al CMN las bases para iniciar la restauración del mural. La intención es que el trabajo pueda iniciarse a finales de 2025″, asegura.
Una de las obras más críticas es el Mural del paso bajo nivel Santa Lucía, creado por los artistas nacionales Iván Vial, Eduardo Martínez Bonati y Carlos Ortúzar. Gran parte de los 2.600 metros cuadrados de cerámicas vidriadas están cubiertas con capas de pintura, grafitis y papeles.
“Se ha ido destruyendo. Nadie se ha preocupado, ahí la negligencia es pública”, sentencia Rodrigo Guendelman. “Hay riesgo de desprendimiento, pérdida de material y de no poder disfruta su integridad. Hoy pasas por ahí y parece un sector abandonado a la ciudad, no un Monumento Histórico”, añade Emilio de la Cerda.
Desde la Subsecretaría afirman que la Secretaría Técnica del CMN ha emitido recomendaciones al Gobierno Regional Metropolitano, a cargo de la restauración, como parte de un trabajo intersectorial. “Hace unos meses se ingresó una solicitud de limpieza, se indicó que debe hacerse bajo la supervisión y criterios del CMN”, precisa Pérez.
Ley de Patrimonio, ¿la solución?
Todas las voces concuerdan en que la aprobación de la Nueva Ley de los Patrimonios Culturales será un avance en la protección de Monumentos Nacionales. En general, esta propone modificar las atribuciones del Consejo de Monumentos Nacionales, pasando las autorizaciones sectoriales a las regiones, y modificando la cantidad de miembros del órgano.
Además, aumentaría las herramientas de fiscalización al CMN, hoy casi inexistentes. “Por eso hemos sido tan insistentes en el sector en la aprobación de la propuesta legislativa, que tenemos en el Senado en la Comisión de Cultura”, señala la subsecretaria.
El proyecto también incluye incentivos a los privados para la protección y resguardo del patrimonio, como exenciones tributarias, subsidios y/o compensaciones en inversión. “Es una ley que trae algunas herramientas que permitiría, de alguna manera, poder motivar y presionar más a los dueños de espacios”, evalúa Guendelman.
Desde la Fundación Nemesio Antúnez, Pablo Orellana sostiene que avanzar en la legislación aportará, pero que debe ir acompañado de un ajuste presupuestario a favor del patrimonio. Desde la entidad, por ejemplo, ven con dificultad difundir el legado de Antúnez sin un financiamiento permanente. “Es una batalla difícil. Un compromiso por la idea que empujaba Nemesio en torno a democratizar el arte, pero es complejo si los recursos no existe”, reflexiona.
Y vuelve al incendio de Terremoto. “Frente a una tragedia como esta, creo que está la posibilidad de que haya un resultado positivo para el resto del patrimonio, en relación a la obra de Nemesio y los otros Monumentos Nacionales. Creo que es una oportunidad que se está dando ante el sacrificio de la obra colosal de Nemesio”, concluye.
Sigue leyendo en Culto
Lo último
Lo más leído
5.