El largo conflicto en Riñihue que terminó con una persona fallecida y una comunidad amenazada

Hace más de dos meses que propietarios del Condominio "Comunidad Riñimapu" y representantes de las comunidades indígenas de la zona sostenían conversaciones para intentar solucionar un conflicto: el acceso a la playa. Pero todo terminó con violencia la noche del martes, cuando un grupo de personas ingresó al lugar: una de ellas falleció tras recibir un disparo. El Ministerio Público indaga el origen de la bala. Los propietarios del recinto pidieron vigilancia policial permanente en el lugar.


Fue el 7 de diciembre del año pasado cuando la “Comunidad Riñimapu” se reunió con representantes de Lof Llazcawe, grupo integrado por algunas comunidades indígenas de la Región de Los Ríos. La intención era zanjar un tema que desde mediados de noviembre comenzó a presentarse como un conflicto: el acceso a la playa pública, ubicada en el lado oriente del desagüe Riñihue, ubicado a la altura de la Ruta T-415, en Panguipulli. Casi dos meses después y sin diálogo, el tema terminó de la peor manera.

Durante la noche del martes, cerca de las 22 horas, un grupo de 30 personas ingresó al condominio de la “Comunidad Riñimapu”. Alojaron en carpas en uno de los quinchos de la propiedad, y cuando fueron obligados a abandonar el lugar, los ánimos se crisparon. El grupo ingresó por la fuerza a una casa del recinto y la incendió, lo mismo hicieron con un quincho y el frontis del lugar.

Cuando el fuego ya comenzaba a consumir la vivienda -la que en el momento no estaba habitada- se sintieron disparos, y uno de estos impactó en la cabeza de Emilia Milen Herrera Obrecht (25), integrante del Lof Llazcawe. El Ministerio Público indaga, por ahora, la procedencia de la bala que terminó con la vida de la joven, y entre sus sospechosos están cuatro jardineros que prestaban servicios en el condominio. Se les requisó una escopeta que está siendo pesquisada por la PDI.

Este hecho fue el último -hasta ahora- y más violento acontecimiento que involucró a los dueños del condominio con la comunidad mapuche, pues el conflicto tiene su origen a mediados de noviembre. Así lo relató el abogado que representa a los propietarios de los inmuebles afectados, Carlos Tenorio, en una querella criminal ingresada al Juzgado de Letras y Garantía de Panguipulli, el 28 de diciembre de 2020, por los delitos de usurpación violenta, amenazas, irrupción ilegal y robo con violencia.

El origen

La “Comunidad Loteo Riñimapu” está constituida en una persona jurídica de derecho privado, conformada por 33 propietarios de terrenos que en conjunto conforman el Loteo Riñimapu. Estos terrenos, de aproximadamente 19 hectáreas, provienen de un predio en el cual funcionó hasta el año 2016 el ex Hotel Riñimapu.

La querella de Tenorio relata cómo, a juicio de ellos, el conflicto los impactó a partir del 23 de noviembre de 2020. “Ese día, aproximadamente a las 8.30 horas, un grupo de alrededor de 70 personas, quienes señalaron pertenecer al Lof mapuche Llancahue , procedieron a interrumpir el tránsito de la Ruta T-415 a la altura del km 02, sector Ñancul , a metros del “Puente Piutel”. La interrupción del tránsito afectó sustancialmente la accesibilidad al mentado condominio, ya que se trata de la única vía que permite el acceso al mismo”, dice el documento judicial.

Lo que pedía el grupo era su oposición tanto al desarrollo de proyectos inmobiliarios como de una posible modificación del trazado del camino público que daba al acceso de la playa, así como a una obra hidroeléctrica proyectada en el sector.

Las partes, sin embargo, lograron un acercamiento. Ambas facciones se sentaron a conversar en distintas reuniones, entre el 26 de noviembre de 2020 y el 7 de diciembre de ese año. Según los antecedentes que ya están en manos del Ministerio Público, las citas se realizaron con cuatro representantes del Lof Llancahue.

A medida que avanzaban las conversaciones, según la querella de Tenorio, estas comenzaron a tensionarse. “Durante el desarrollo de la segunda reunión los sujetos se mostraron aún más agresivos, señalando algunos de ellos que no aceptaban un camino paralelo de acceso a playa, exigiendo que el mismo fuese por el interior de la propiedad del condominio, exigiendo contar con derecho a hacer uso de los botaderos de lanchas e instalaciones privadas. Se reiteró que si no se daba lugar a esta solicitud, procederían a ‘derribar los portones de acceso y otras estructuras’”.

A pesar de estas advertencias, los ánimos se calmaron y el 9 de diciembre comenzaron las obras de construcción del camino que proponían los representantes del condominio. Pero, la contraparte no estuvo de acuerdo: la pretensión era acceder “libremente” a las instalaciones privadas del condominio, incluso, dice la querella,”tales como el quincho, botaderos de botes, entre otros”.

Ya para el 19 de diciembre del año pasado las negociaciones y acuerdos quedaron definitivamente en fojas cero. Ese día se volvieron a registrar desmanes y discusiones entre los representantes del condominio y la comunidad mapuche. Misma situación ocurrió el 25 de diciembre, con incidentes en las orillas del lago.

Vigilancia policial 24 horas

El 2021 también comenzó con situaciones de violencia en la zona de conflicto. El 31 de enero quedó registrado en el parte Nº 111 de la 5ta. Comisaría de Panguipulli, que un grupo de personas, “sin mediar autorización y con violencia, ingresó ilegalmente los terrenos del Condominio Riñimapu”.

El caso denunciado por los propietarios de los inmuebles da cuenta de que el grupo ocupó las instalaciones del quincho, al interior del condominio, donde los propietarios, acusaron en Carabineros, la destrucción de las cámaras de seguridad del recinto.

El 2 de febrero, nuevamente, ocurrieron desórdenes y agresiones. Ese día, además, uno de los propietarios denunció amenazas de muerte y golpes por parte de una de las manifestantes, con un machete.

El Ministerio Público comenzó una investigación tras los hechos denunciados por la comunidad. La fiscalía, además, solicitó a Carabineros medidas preventivas en el lugar y así evitar más hechos de violencia. Sin embargo, no fue suficiente, a la luz de lo ocurrido el martes en la noche.

Por lo mismo, los propietarios del condominio, a través de su abogado, solicitaron al tribunal de Panguipulli que se dictara de manera preventiva vigilancia permanente en el lugar, de tal manera de que Carabineros disponga de personal de punto fijo en esta zona.

¿Quién era Emilia?

Ayer, pasadas las 15 horas, en Panguipulli, la comunidad Lof LLazkawe recibió el cuerpo de Emilia. “El eluwün (funeral) se realizará a orillas del lago Riñihue, lugar donde entregó su vida en la lucha por su defensa. El deseo de nuestra lamnien fue ser cremada. Sus cenizas serán esparcidas en los bosques que ella amó y defendió en sus cortos 25 años”, señaló la comunidad Lof Llazkawe, a través de un comunicado.

La fallecida , según registros policiales, anota detenciones por consumo y porte de drogas, el 21 de noviembre de 2011; daños calificados, el 14 de septiembre de 2011, y desórdenes públicos, el 1 de junio del mismo año.

En el año 2001, Mario Balbi Alvaradoi (66) se casó con Denise Obrecht Samson (62) en Puente Alto, Santiago. En conversación con La Tercera, Balbi cuenta que Emilia era hija de Denise. Por lo tanto, si bien no era el padre biológico de la joven, la conocía muy bien.

“Estaba viviendo en Valdivia, vino a Panguipulli a una ceremonia en la que se iba a despedir a un lonko o una médica. Luego volvió a Valdivia, dejó a su mamá allá y después volvió a seguir en la ayuda a la gente que estaba acampando en el lago. Estaba viviendo acá en Valdivia hace más de dos años”, detalló Balbi, de profesión mecánico automotriz.

“Estaba estudiando arte, pero le fue mal cuando cerró la Universidad Arcis. No hicieron clases en todo un año y fue a Argentina un tiempo. Hacía pintura, grabados e hizo muchas cosas de arte. En Argentina tuvo problemas con los profesores, porque tenía una forma de ser bien especial”, explicó.

Según cuenta Balbi, Emilia era vegetariana y era una férrea defensora del bosque nativo. Su objetivo era proteger la naturaleza y los animales. Por parte de su padre biológico, Narciso Herrera, profesor y dirigente, tenía dos hermanos más.

La última vez que vio a Emilia en Santiago fue en diciembre de 2019, cuando vino 10 días. “Después renunció a volver a Santiago, por el tema del Metro. Le cargaba todo eso”, acotó.

¿Cómo empezó su vínculo con comunidades mapuches? “Empezó en San José de Maipo. Era muy estudiosa. Tenía una gran memoria. De hecho, estaba haciendo clases a los niños muchas cosas que los mismos mapuches no sabían y, por lo mismo, la querían tanto”, remató.

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