Agresión con un bate con tornillos al hijo de Marcelo Corrales: el escabroso incidente que involucra a dos juveniles de Coquimbo Unido

Coquimbo Unido es el escenario de un grave problema (Foto: Agenciauno)

Yerko Corrales, vástago del histórico exgoleador del club pirata, tuvo que ser intervenido quirúrgicamente por las lesiones que le produjo la golpiza. Los victimarios se entregaron a Carabineros.



Coquimbo Unido se estremece. Dos de sus juveniles están envueltos en una escabrosa situación: golpearon a Yerko Corrales, hijo de Marcelo, un auténtico símbolo del club y le provocaron graves lesiones. La madre de la víctima denunció a través de las redes sociales que en la paliza utilizaron un bate que tenía tornillos adosados. Los victimarios se entregaron a Carabineros. Uno de ellos, Benjamín Meza, registra participación en el primer equipo, en el que actuó en tres encuentros de la Copa Chile. El otro, al ser menor de edad, solo fue individualizado por sus iniciales: M.R.R.

Corrales está en la UTI del hospital de Coquimbo. “Venía con múltiples lesiones y heridas, producto de golpes con objetos contundentes. Estaba consciente con un trauma cráneo-encefálico. Rápidamente fue evaluado y se realizó una intervención quirúrgica por el equipo de neurocirujanos de turno. El paciente se encuentra estable, está en la UTI de adulto a la espera de su evolución”, detalló Christian Vargas, el director del centro asistencial a Redgol.

A su turno, la Policía de Investigaciones dio cuenta de la entrega de ambos involucrados. “Serían dos personas conocidas a la víctima y se presentaron voluntariamente a la tenencia”, sostuvo el jefe de la Brigada de Homicidios de la PDI, José Cáceres.

Líos familiares

La agresión a Corrales encuentra explicación en insalvables diferencias con la familia de quien ideó la golpiza. Ambos grupos están ligados estrechamente a la historia de Coquimbo Unido. Aparece mencionado el núcleo del ex volante pirata Miguel Ángel Romero. Hay antecedentes de otros enfrentamientos, incluso en las instalaciones del complejo Las Rosas, de propiedad de la institución.

El club adoptó una medida provisional, a la espera de que se resuelva la situación policial y, eventualmente, judicial de los involucrados: se decretó la suspensión de todas las personas vinculadas a ambos grupos que desarrollen alguna actividad vinculada al club.

Como club, la decisión que tomamos fue informar a ambas familias que todos los cadetes y profesionales involucrados a ambos grupos quedaban suspendidos provisionalmente por temas de seguridad. No estaban respetando nada. La situación no es aislada. Las agresiones entre las familias Corrales y Romero han sido reiteradas”, grafica Pablo Morales, gerente general del club.

La decisión puede derivar, más tarde, en medidas definitivas. “Estamos a la espera de adoptar una determinación final una vez que concluya la investigación del Ministerio Público”, concluye Morales.

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