Azul Azul suma despidos: Luis Roggiero deja la gerencia deportiva de la U

El cesado técnico de Universidad de Chile, Santiago Escobar, iniciaba sus días en la U conversando con el ahora ex gerente deportivo, Luis Roggiero. Ambos fueron despedidos esta semana.

La concesionaria laica llegó a un acuerdo con el ejecutivo y el ecuatoriano abandonó la institución con un registro para el olvido y una serie de conflictos internos que nunca supo resolver.



Siete meses y algunos días fue lo que alcanzó a estar Luis Roggiero en la gerencia técnica de Universidad de Chile. El ejecutivo ecuatoriano no va más en el Centro Deportivo Azul, tras alcanzar un acuerdo con la directiva de la sociedad anónima que rige los destinos del Romántico Viajero que se firmó ante notario, en la noche de este miércoles.

“El Club Universidad de Chile informa a sus hinchas y público en general que el señor Luis Roggiero, desde este miércoles 4 de mayo, por mutuo acuerdo de las partes, deja de ejercer sus funciones como gerente deportivo de nuestra institución”, se puede leer en un comunicado que sacó la institución.

Palabras que pusieron fin a un ciclo que comenzó a gestarse hace ya más de un año y que se concretó en agosto de 2021, cuando la escuadra estudiantil anunció la contratación del cerebro tras el éxito continental de Independiente del Valle.

Sin embargo, no fue hasta septiembre de ese año, cuando licenciado en Economía en la Universidad de Wisconsin arribó a nuestro país y su primera decisión fue ratificar a Esteban Valencia en la banca, quien se encontraba reemplazando a Rafael Dudamel de manera interina.

Fue su primer error. El equipo se derrumbó tras perder con Colo Colo en el Superclásico y cayó en un espiral que terminó con Valencia fuera de la dirección técnica y con el equipo a tan sólo minutos de bajar a la Primera B. Sin embargo, nadie culpó a Roggiero de la debacle. Es más, se le tenía una fe enorme a principios de año y se esperaba con ansias la elección que haría del nuevo adiestrador y se quería saber cómo reforzaría al plantel.

Y he aquí su segundo error, su primer conflicto y quizás, la lápida a su carrera en la U. Lo primero que hizo fue poner al mando del buque a Santiago Escobar, un adiestrador que no conseguía un título hace más de diez años y que si bien, había tenido buenos resultados en la promoción de cadetes, lo había hecho en una escuadra que no tenía presión alguna: Universidad Católica de Ecuador.

Además, no estuvo acertado en la elección de los hombres que trajo para armar una oncena ideal y gracias a ello, obtuvo su primer distanciamiento con el directorio. Puesto que, si bien contrató a diez futbolistas para renovarle la cara a la entidad, muchos de ellos no eran del gusto de sus jefes ni de la hinchada. ¿Los más emblemáticos? José María Carrasco y Felipe Seymour, pues el primero era un central boliviano que no jugaba hace un año y el segundo -más allá de su cariño por la institución- no venía con una carrera en ascenso.

Pero fue tanto la obsesión de Roggiero con Seymour, que hasta logró que asumiera la jineta de capitán, cuando el cuerpo técnico de Escobar luchaba por esos días para que el portero, Hernán Galíndez, asumiera esa función. A eso se le suma que no trajo a un central más por la grave lesión de Luis Casanova, simplemente rechazó esa posibilidad, y el equipo quedó despotenciado en una zona clave para quien desea luchar por el campeonato.

Dos nuevas peleas

Y como si fuera un karma que debía pagar, otra vez el Cacique se atravesó en el camino del creador de la aplicación Futbolmetrics. Y la razón fue que, tras caer por 4-1 en el Monumental, el 6 de marzo de este año, el ecuatoriano cuestionó una serie de decisiones que había tomado el cafetalero en términos deportivos y su relación sufrió un cortocircuito que nunca más logró subsanarse.

Por último, y si ya todo lo anterior no lo hacían merecedor de un sobre azul, Roggiero terminó peleado con el presidente de la compañía, Michael Clark, y su gerente general, Cristian Aubert. Ambos le pidieron que apenas se concretara la salida de Escobar pusiera a Sebastián Miranda en su reemplazo, de manera provisoria, hasta que lograran contratar a un nuevo DT (Martín Lasarte y Vitamina Sánchez, los favoritos).

Pero Roggiero se negaba. El quería que asumiera José Luaces, uno de los dos técnicos españoles que trajo para darle una nueva cara al fútbol de Universidad de Chile en todas sus divisiones. Pese a ello y a la discusión que se dio, finalmente este lunes Miranda se hizo cargo de los futbolistas y el gerente deportivo tuvo que hacer sus maletas para volver a su tierra natal. Regreso que quedará marcado por dos amistosos perdidos en el verano y una campaña que tiene al León a dos puntos de la zona de descenso, pues suma 11 unidades gracias a sus tres triunfos, dos empates y seis derrotas.

Por lo mismo, la U anunció que iniciará inmediatamente la búsqueda de un nuevo gerente deportivo, para que comande un proceso integral que incluya la conformación, administración, desarrollo y soporte de los primeros equipos masculino y femenino, además del fútbol formativo”.

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