Cobresal, Colo Colo y Huachipato sacan la cuenta: los millonarios premios que marcan la definición del Torneo

Cobresal y Colo Colo, dos de los equipos que pelean por el título y las copas. (Foto: Agenciauno)

Este fin de semana comenzará a haber más claridad en la disputa por el título. Cobresal, Colo Colo y Huachipato jugarán encuentros cruciales. Al margen del honor, hay mucho dinero en juego por el ingreso a las competencias internacionales.



El que se acerca será un fin de semana de alta tensión. El domingo, por ejemplo, lejos de consagrarse al descanso y al relajo, pondrá a miles de hinchas en los estadios y a millones frente al televisor. Todos, seguramente, tendrán alguna expresión de nerviosismo por la suerte de sus equipos. Tres pelean por el título. Cobresal llega con la primera opción, pues supera por dos unidades a sus escoltas, Colo Colo y Huachipato, quienes esperan un tropiezo del equipo que dirige Gustavo Huerta para escalar a lo más alto de la tabla y abrazarse en la última jornada.

El orgullo deportivo de levantar el Huemul de Plata, la denominación del trofeo que entrega la ANFP al equipo que se consagre en el Campeonato Nacional es, para los deportistas, superior a todo. O, al menos, debería serlo. Los dirigentes, en cambio, tienen otra razón fundamental para estar pendientes del desenlace. De cómo quede la tabla de posiciones dependen millonarias cifras. De partida, la ANFP otorga US$ 600 mil al campeón y US$ 400 mil al segundo. Sin embargo, las más abultadas son las que provienen desde la Conmebol, a cuenta de la clasificación a los dos torneos de clubes que se disputan en el subcontinente: la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana.

Millonarias diferencias

A la Copa Libertadores irán los equipos que ocupen los tres primeros puestos en la clasificación. Los dos primeros accederán a la fase de grupos. El cuarto será el que resulte campeón de la Copa Chile, un trofeo que definirán Colo Colo y Magallanes, en el duelo que se jugará el 13 de diciembre en el estadio Tierra de Campeones, de Iquique. Los carabeleros, eso sí, deben mantenerse en Primera División para jugarla, tal como dispone la Conmebol.

El principal torneo de clubes de la región es, consecuentemente, el que más premios otorga. Para hacerse una idea, al menos hasta la última edición, el monarca, Fluminense, se llevó US$ 18.000.000. Boca Juniors, el finalista, pasó las penas con un cheque menor, pero igualmente cuantioso: sumó utilidades por US$ 16.450.000.

La tabla es decidora: por estar en la primera fase los clubes reciben un abono de US$ 400 mil. La cifra se incrementa en la segunda: US$ 500 mil. La tercera reporta US$ 600 mil. Entrar en la fase de grupos ya implica entrar en un escenario distinto y aún más millonario. Cada club que juegue esa instancia recibirá un bono de US$ 3 millones, a los que sumará US$ 300 mil por partido ganado.

La Copa Libertadores, el principal trofeo de clubes de Sudamérica.

Hay más. Si la campaña es fructífera y los resultados permiten avanzar a los octavos de final, hay US$ 1.250.000 dólares para la cuenta bancaria. El monto sube a US$ 1,7 millones en cuartos, y a US$ 2,3 millones en la semifinal. El subcampeón pasa las penas con US$ 7 millones.

A esas cantidades hay que sumarles las millonarias recaudaciones que se perciben por asistencia de público. Como la Conmebol paga abultadas cifras, pone los auspicios en todos los espacios de los recintos deportivos. Quien vulnere esa disposición arriesga sanciones.

La otra mitad de la gloria

La Copa Sudamericana, como el torneo regional de segunda línea en relación a la Libertadores, garantiza ingresos menores, pero igualmente valorables. A ese torneo clasifican las escuadras que rematen entre el cuarto y el séptimo puesto de la tabla del Campeonato Nacional.

La estructura de premios es similar. Por ingresar en la primera fase, que se juega a partido único, se le asignan US$ 225.000 al local y US$ 250 mil al visitante.

La realidad mejora al ingresar en la fase de grupos, que garantiza US$ 900 mil. Además, existe un bono por mérito deportivo, que contempla el pago de US$ 100 mil adicionales por partido ganado. Hay también, un bono de US$ 500 mil por la previa de los octavos de final y US$ 550 mil por la ronda de los 16 mejores. Clasificarse a cuartos de final reporta US$ 600 mil.

El campeón y el subcampeón se llevan la mayor parte de la torta. El monarca se adjudica US$ 5 millones por levantar la Copa. El finalista se consuela con US$ 2 millones.

La Copa Sudamericana, el segundo torneo de clubes en importancia en el subcontinente.

Para hacerse una idea de lo rentable que puede resultar la sumatoria para las economías institucionales, basta recordar que Liga Deportiva Universitaria, que en la final de la edición de este año superó al Fortaleza, de Brasil, se embolsó US$ 11,3 millones, que vinieron a engrosar aún más el patrimonio del equipo ecuatoriano, que sumó el quinto título internacional de su historia y a consolidar un sostenido progreso que lo ha instalado con propiedad entre las escuadras más poderosas de Sudamérica. Ese sitial, por cierto, hace rato que les resulta ajeno a los equipos chilenos.

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