El duro relato de Egan Bernal tras su accidente: “Cuando me desperté de la cirugía me dijeron ‘usted pudo haber muerto’”

Egan Bernal dando cuenta de sus primeros pasos en solitario en medio de su rehabilitación tras el accidente que protagonizó. Foto: @eganbernal/ Instagram.

El ciclista colombiano, ganador del Giro de Italia en 2021, sufrió graves lesiones después de impactar a un bus mientras entrenaba. "Iba a 58 kilómetros por hora. Empecé a mirar y marcaba 59, 60, 61, 62 y cuando vi esa velocidad fue que me estrellé contra el bus", narró.



Una historia que estuvo a punto de no contar. El ciclista Egan Bernal, ganador del Giro de Italia en su edición 2021, estuvo a punto de perder la vida tras sufrir un accidente mientras entrenaba en las afueras de Bogotá.

El colombiano debió someterse a una serie de cirugías para tratar las diversas lesiones y fracturas que le dejó el choque contra un bus que se encontraba detenido.

Ya con calma, y mostrando claras señales de recuperación, Bernal relató cómo fue que se estrelló contra el medio de transporte y cuáles fueron sus sensaciones tras el impacto que lo tuvo con altas posibilidades de perder la vida.

Estoy vivo, es como una segunda oportunidad. Es como volver a nacer y ya disfruto cada cosita que me pasa”, así comenzó indicando en una entrevista que sostuvo con la revista Semana.

Sobre la complejidad del choque indicó que “nunca pensé que fuera tan grave. Obviamente tenía un dolor insoportable, ha sido el dolor más grande de mi vida. Me aguanté como unos 30 o 40 minutos desde que me caí hasta que llegué al hospital. Cuando me desperté de la cirugía me dijeron: ‘Usted pudo haber muerto’”.

Ya me habían quitado el tubo de la boca para poder respirar y me estaban llamando. Me desperté, y dijeron: ‘Mueva las piernas’. En ese momento dije: fue grave. Fue un instinto. Me dijeron eso y fue porque tal vez pude perder la movilidad de las piernas. Las moví y me empezaron a preguntar: ‘¿Siente acá?’, ‘¿Siente allá?’. Menos mal sentía todo. Ahí fue cuando me empezaron a contar, porque no me contaron de una”.

Y es que la explicación del doctor que estuvo a cargo de la cirugía dio de lleno en lo complejo que fueron las lesiones. “El neurocirujano me dijo que 95 por ciento hubiera podido morir o quedar parapléjico. Que fue una cirugía muy grave y que en su carrera había operado cientos de columnas y que, de esta magnitud, solo dos habían salido bien. Yo era la segunda”.

Egan Bernal durante su estadía en el hospital. Foto: @eganbernal/Instagram.

El momento del accidente

Egan Bernal, en bicicleta de crono, estaba acompañado por algunos compañeros de equipo mientras se preparaba para practicar la serie en la que “tienes que ir lo más aerodinámico posible”. Esto significa que “tienes que ir cortando el viento. Encorvado. En una posición en la que rompes el viento tienes que ir con la cabeza agachada y los brazos bien pegados, es una posición bastante agresiva”.

“Llegando a Gachancipá, antes de unos reductores, miro hacia adelante y no había nada. Había un carro atrás que me estaba escoltando. Sigo haciendo mi serie y me acuerdo de que iba a 58 kilómetros por hora. Eso es como tirando a bajar y hay viento a favor. Iba a 58. Empecé a mirar y marcaba 59, 60, 61, 62 y cuando vi esa velocidad fue que me estrellé contra el bus”, añadió.

Tras el impacto, la persona que lo estaba acompañando en el vehículo se bajó para asistirlo. “Empezó a tranquilizarme, pero yo no podía respirar. Es un momento en el que a uno se le va el aire. No podía respirar y decía: bueno, en cierto punto tendrá que volver la respiración. A uno siempre le pasa, cuando uno se pega se le va el aire y al rato vuelve, pero nada que volvía. Me empecé a desesperar, pero dentro de mí decía que tenía que tranquilizarme, porque si no iba a ser peor. Cuando sentí que me estaba desmayando, volvió el aire y fue cuando alcé la mirada y vi el bus”, recordó.

Al instante se comunicaron con el equipo médico de Bernal para que llegara a atender al ciclista. “Me miró la pierna y esa vaina se veía inflamada, hinchada. El hueso casi que quería salirse de la piel y dije: me fui de fémur. Obviamente estaba roto. Me ayudaron a quitar el pie de la bicicleta y el doctor estabilizó la fractura. Me cogió de la cintura y otras dos personas, no sé si eran doctores o sabían de medicina, le ayudaron bastante. Cogieron el pie y me estiraron. Acomodaron el hueso y me dolió muchísimo. Estaba que les decía: no, no, se los suplico, por favor no”.

Pese a la gravedad, en el momento no le tomó el peso a las heridas. “Ahí pensaba que me había dado muy duro, no sabía qué tan duro, pero había sido una caída fuerte, pensaba que me había fracturado seguramente el fémur y alguna costilla. No pensaba que fuera para más”.

Cirugía y recuperación

Egan Bernal junto a parte del equipo médico que lo trató en el hospital al momento de recibir el alta. Foto: AFP.

Una vez en el hospital el equipo médico pudo estabilizar a Bernal y tratar cada una de las lesiones. “Estoy agradecido con cada uno de ellos, con los que me operaron la rodilla, el fémur, las manos, el diente. Con el doctor Uriza, que fue el neurocirujano. Gracias a ellos estoy vivo, gracias a ellos puedo caminar, puedo moverme, hasta las manos puedo ya moverlas, así que, nada, siento que también gracias a ellos tengo esta segunda oportunidad”, afirmó.

También dio cuenta de la complejidad de la operación, recordando lo que el médico le comunicó a sus familiares. “A mí me entran a cirugía. Sale el doctor Uriza, el neurocirujano, y habla con mi novia, mi papá, mi mamá y el doctor del equipo. Y les dice: bueno, la cirugía va a ser algo grave. Les explicó lo que yo tenía y lo que tenía roto. Les advirtió que el hecho de que yo hubiera llegado a la clínica con vida era un milagro. Les dijo: ‘Él está vivo de milagro, es un milagro. Pero la cirugía que viene es muy complicada, él podría quedar parapléjico’. Les dio las posibilidades, creo que era un 95 por ciento contra un 5 por ciento. El trabajo de él era ser realista y decirles lo que podía pasar”.

Para fortuna del ciclista, la operación resultó bien y pudo comenzar el proceso de recuperación y rehabilitación. “Cuando me dan salida, y dos días antes de poder salir, fue cuando pude estar de pie. De la nada fue como: venga, quiero pararme, creo que puedo sostenerme, y claro, dos personas, a lado y lado, por si me caía. Y podía sostenerme, entonces fue algo bonito. Y cuando me hicieron esa foto con todos los doctores que me salvaron fue especial, fue algo muy chévere; de hecho, creo que la voy a imprimir y la voy a poner en algún lugar de mi casa porque es un momento especial para mí”.

Una recuperación que avanza de a poco. De hecho, el 10 de febrero compartió en sus redes sociales un video acompañado con el mensaje “¡Sorpresa! Mis primeros pasos”.

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